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¿Qué es el contenido de valor y cómo se consigue?

Por Leonardo Peña García @thelexworld
El contenido de valor cada día es más solicitado en internet. Todos hablamos de él, pero pocos saben lo que significa y qué pasos hay que seguir para generarlo. Veamos algunos puntos clave que nos ayudarán a entender cómo se crea el contenido de valor.

¿Sabes cuál es el problema con la mayoría de las web de empresas? Siempre tienen las mismas secciones: Historia de la empresa, misión y visión, lista de productos, directorio, instalaciones y contacto. Los redactores de contenidos lidiamos a diario con clientes que piensan que una página web es una especie de folleto online. Y no, no lo es.

Una página web estática es aquella que no actualiza sus contenidos. Se crea una sola vez y luego se queda allí, esperando a que los visitantes lleguen. Su opuesto es la web dinámica, aquella que se actualiza constantemente, que aporta valor a los visitantes y tiene una comunidad a su alrededor. La diferencia entre ambas es el contenido de valor.

El contenido de valor es la razón por la que existe internet. Las personas comparten y consumen información a cada instante. La única diferencia entre el contenido común y el de valor es justamente el valor que le dan las personas. Sin embargo, no es producto de la casualidad. Detrás de su elaboración hay análisis, planificación y una estrategia. Solo así se consigue que el contenido impacte en el público deseado.

Imagina que vas a una tienda y encuentras todo igual que el año pasado. Nada nuevo, las repisas empolvadas y ni señal del vendedor. Los productos están allí y su descripción también, pero no hay nada de movimiento. Es una tienda fantasma, abandonada a su suerte por sus creadores. Con el tiempo las personas dejarán de ir a esa tienda y preferirán comprarle a la competencia.

Pues bien, el contenido de valor evita que eso suceda. Al tener una web actualizada, las personas la perciben con más vida. Además, el contenido de valor ayuda a posicionar la página en buscadores. Para rematar, es el alimento del que se nutren las redes sociales de una marca. ¿Por qué publicar contenido de otro en tus redes sociales cuando puedes llevar ese tráfico hacia tu página?

En internet las empresas no pueden ser tan obvias. A nadie le gusta entrar a una web y que le salgan a vender productos como si no hubiera un mañana. Necesitas buscar el equilibrio entre contenido de valor y contenido comercial.

Recuerda que crear una página web cuesta dinero y esfuerzo. Entonces, ¿no sería mejor aprovechar el potencial que internet ofrece? La mejor forma es ofreciendo a los visitantes una experiencia y eso se logra por medio del contenido de valor.

Primero que nada hay que entender qué diferencia a este tipo de contenido. Existen una serie de características que se requieren para generar valor:

  • El contenido de valor resuelve una necesidad
  • El contenido de valor trata sobre algo en lo que eres bueno
  • El contenido de valor es novedoso y entretenido
  • El contenido de valor usa el lenguaje de tu público
  • El contenido de valor se puede presentar de muchas formas
  • El contenido de valor va a donde están las personas

Lo que diferencia a este tipo de contenido es la planificación y el análisis que hay detrás. Está dirigido a satisfacer la necesidad de un público determinado, utilizando un lenguaje y diseño adaptado. Los medios que se usan para su publicación y difusión son también parte de una estrategia.

Veamos cuáles son los pasos a seguir para crear contenidos de valor:

El primer paso es identificar aquello en lo que eres bueno. No puedes ayudar a alguien en un tema si no eres un experto. Si hay algo que te gusta y no sabes mucho, siempre puedes aprender. Internet está lleno de información. Una vez que cuentes con los conocimientos necesarios, solo enumera los temas que son tu fuerte.

Y no me digas que no tienes nada que ofrecer. Si vendes zapatos, comparte tendencias en zapatos. Si vendes flores, comparte guías para cuidarlas y hacer arreglos. Si vendes ladrillos, comparte consejos de construcción. Siempre hay opciones para generar contenido de valor.

Un consejo: nunca escribas sobre un tema que no conoces. Profundiza en ello antes que nada. Recuerda que las personas tienen problemas que buscan resolver. Si los aconsejas mal, perderás su confianza y será difícil recuperarla.

Ya sabes en lo que eres bueno. Toca encontrar a las personas que necesitan ese conocimiento. En la mayoría de los casos, si vendes algo es porque lo conoces. Siempre hay personas que necesitan saber sobre ello. Podemos decir entonces, que quien necesita la información en algún momento podría necesitar el producto. Gánate su confianza resolviendo una necesidad y te convertirás en su primera opción.

El contenido se crea en base a un concepto, una idea que no viene del aire. Viene de la observación de tus clientes potenciales. Esto es lo que en marketing digital llamamos Buyer Persona, tu persona objetivo a la que deseas llegar. El contenido va dirigido a ella, pero para que funcione debes conocerla. Hay una serie de preguntas que puedes hacerte para conocer a tu Buyer persona.

  • ¿Quiénes son?
  • ¿Cuáles son sus preocupaciones y dudas?
  • ¿Qué necesitan de mí?
  • ¿Cómo puedo ayudarles?
  • ¿Qué contenidos prefieren?
  • ¿Cómo consumen el contenido?

Ahora solo combina la necesidad de tu público con el valor que puedes aportar. El resultado serán los temas en los que debes centrar tu contenido de valor.

Internet es como el mundo real. Todos queremos pasar un buen rato, ya sea con los amigos, viendo algo entretenido o buscando información. En pocas palabras, si quieres que tu contenido pegue no se lo hagas difícil a tus visitantes. Haz que disfruten su paso por tu página web y se irán con ganas de más.

¿Cómo se logra esto? Hay tres elementos que nunca fallan.

Ser natural: De otro lado hay personas, así que háblales como personas. Es como conversar con un amigo. Si das confianza, recibirás confianza a cambio. Si te muestras frío y distante, tus visitantes harán lo mismo.

Ser cercano: Para estar cerca de tus clientes tienes que hablar como ellos. No significa que uses siempre un tono informal. Lo que trato de decir es que no les hables como un profesor o como un programa de computadora.

Ser entretenido: Si la temática te lo permite, no hay nada mejor que una broma para romper el hielo. Arrancarle una sonrisa a tus visitantes hará que su desconfianza natural baje. Así será mucho más fácil conectar con ellos.

El contenido de valor se puede presentar de muchas formas. Desde el artículo de un blog hasta un tutorial en video. Lo importante aquí es elegir el medio que mejor se adapte a tu público. ¿Recuerdas el Buyer Persona? Allí también definiste cómo consumen el contenido. Hay personas que leen más que otras, algunas prefieren las imágenes y el video.

Dependiendo del objetivo que quieras lograr con tus contenidos, puede servirte más un formato de publicación:

  • El artículo de blog: Permite una publicación más frecuente y es el más apropiado para actualizar tu web todas las semanas.
  • La infografía: Una versión más resumida. Se comparte mucho en redes sociales, pero requiere de un buen diseño.
  • El video tutorial: Tan efectivo como la infografía. Se puede publicar en redes sociales como Facebook y YouTube.
  • El e-book: Le da a la página web un toque más profesional. Se puede ofrecer de forma exclusiva para suscriptores.

Existen muchos otros medios que puedes utilizar para dar valor a un contenido. Puedes usar uno o varios a la vez, dependiendo de tu presupuesto y los objetivos que quieras alcanzar.

Son dos puntos que no forman parte de la creación de contenido, pero son igual de esenciales. ¿De qué serviría un buen contenido si este no llega a tu público de forma clara? No promocionar un contenido es desperdiciar los recursos invertidos en su elaboración.

¿Qué impresión se llevarían los visitantes si al hacer una consulta reciben una respuesta tardía? Si el contenido atrae al público es necesario darles un buen trato para que quieran volver. Solo así podrás crear una comunidad alrededor de tu marca y ganar posibles clientes.

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