Qué es el estrés laboral

Vivimos en una sociedad con permanentes y persistentes avances en ciencia y tecnología, lo que supone que nuestra vida y nuestro entorno se encuentren en constante cambio, y esto nos exige a estar continuamente adaptándonos. Este hecho es la principal causa de que experimentemos diariamente el llamado estrés. El estrés se define como la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de una persona, que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas.

Un poco de estrés es necesario y beneficioso, ya que nos ayuda a acondicionarnos, así como a afrontar y superar las dificultades del día a día, pero si no logramos habituarnos al mundo de hoy, el estrés puede desencadenar en problemas de salud, relaciones deficientes y pérdida de productividad laboral, según los resultados de una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología (APA).

En la mayoría de ocasiones el origen del estrés es el entorno laboral, por eso en Con Tu Familia queremos descubriros sus claves.

El estrés laboral es un mal que afecta a la mitad de los trabajadores españoles, aunque poco más de dos de cada diez son conscientes de ello.
El estrés laboral es un conjunto de reacciones nocivas, emocionales y físicas que se producen cuando las exigencias en el ámbito laboral superan los recursos, las capacidades y/o las necesidades del trabajador. Además también influyen otras circunstancias, como el sueldo o la relación con los compañeros.

Un estrés excesivo puede conducirnos a un deterioro generalizado de nuestra salud, y producirnos los siguientes efectos:

· Problemas digestivos como dolor de estómago, gastritis, diarreas, hinchazón abdominal o úlcera.
· Problemas mentales como ansiedad, depresión, insomnio, ataques de pánico…
· Trastornos de piel como acné, eczema, brotes de psoriasis…
· Enfermedades cardiovasculares como arritmias, hipertensión, infarto, etc.
· Trastornos de sueño
· Caída abundante del cabello.
· Bajada de defensas que pueden desencadenar en el desarrollo de enfermedades comunes como resfriados, infecciones, etc.

Es importante controlar nuestro estrés para evitar que éste desencadene en una afección mayor y para ello. Una correcta alimentación abundante en vitaminas y llevar una vida sana nos proporcionará también una buena salud física con la que ayudar a nuestras defensas.