que es hacer la voluntad de Dios

Y el mundo pasa, y sus deseos pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre 1 de juan 2:17
Muchas veces como nos hemos preguntado ¿Qué es la voluntad de Dios? ¿Estoy cerca de la voluntad de Dios? ¿Llevar el mensaje es la voluntad de Dios?

“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad’” (Mateo 7:21-23).

Hoy Dios nos manifiesta su palabra siempre lo ha ello desde la fundación del mundo, nos muestra su santo espíritu para que os guie en la verdad del conocimiento y en la senda de la rectitud de la obra de Dios en general como personal.

Si solo conocemos a Dios, pero no estamos dispuestos a poner en práctica su palabra, ni comer y beber de ella en una forma de experiencia en nuestra vida propia como hombres, como pretendemos conocer la voluntad de DIOS EN NUESTRAS VIDAS.

DIOS DICE:

Comer y beber mis palabras y ponerlas en práctica es la mejor cooperación conmigo  y es la práctica que mejor da testimonio como uno de los hijos de mi  pueblo. Cuando  entiende y eres capaz de obedecer la esencia de las palabras reales de mías, está viviendo en la senda que es guiada por el Espíritu Santo y ha entrado en el camino correcto mío perfeccionando al hombre.

Si puedes aceptar lo que DIOS pide que hagas y estas plenamente decidido a obedecer  la senda del espíritu santo entonces  cuyo carácter ha cambiado son aquellos que han entrado a la realidad de las palabras.

Dios en cada era os ha pedido que apartemos del mal, de los caminos del mundo de aquellos os separan de la voluntad de Dios, porque el té a confiado algo de que tú debes poner en práctica, atraves de las pruebas del camino, no importa cuán duro sea el camino ,no dudes del poder de la voluntad de Dios , ni de lo que él te ha confiado, porque Dios sabe y conoce tu carácter corrupto, pero si resistimos como soldados valientes y no desertamos, entonces hallaras gracia ante los ojos de Dios.

Si imaginamos amar a Dios como decimos pero somos incapaces de someternos a Dios ni de obedecerle esto significa que no le estamos amando verdaderamente, por lo tanto no solo  hemos incumplido el deber de ser una criatura de Dios, si no que él también te  condenara porque eres incapaz de llevar y poseer la verdad, por lo cual eres desobediente a Dios, solo te preocupas de obrar para Dios y no de poner en práctica la verdad ni de conocerte a ti mismo. No entiendes ni conoces al Creador y no le obedeces ni le amas.

Muchos de los que dicen seguir a Dios lo buscan y se preocupan de como tener bendiciones y evitar el desastre, pero a la obra de gestión de Dios, quedan en silencio y pierden todo el interés.

Leamos el siguiente pasaje:

La relación del hombre con Dios es simplemente de puro interés personal. Es la relación entre el receptor y el dador de las bendiciones. En palabras claras, es como la relación entre empleado y empleador. El primero solo trabaja para recibir las recompensas concedidas por el segundo. En una relación como esta, no hay afecto, solo un trato; no hay un amar y ser amado, solo caridad y misericordia; no hay entendimiento, solo resignación y decepción; no hay intimidad, solo un abismo sobre el que no se puede tender un puente. Cuando las cosas llegan a este punto, ¿quién es capaz de revertir tal tendencia? ¿Y cuántas personas son capaces de entender verdaderamente cuán desesperada se ha vuelto esta relación? Creo que cuando las personas se sumergen en el gozo de ser bendecidas, nadie puede imaginar cuán embarazosa y desagradable es una relación así con Dios.

Ya para mayor compresión expongamos el siguiente ejemplo:

Pablo: fue alguien que desconocía su propia esencia. No era en absoluto humilde ni obediente, ni conocía su esencia, la cual se oponía a Dios. Por tanto, era alguien que no había pasado por experiencias detalladas ni puso en práctica la verdad.

Pedro: era diferente. Conocía sus imperfecciones, sus debilidades y su carácter corrupto como una criatura de Dios y, por tanto, tenía una senda de práctica por medio de la cual cambiar su carácter; no era uno de esos que sólo tenía doctrina, pero no realidad.

Cuando comparas esto con tu propia búsqueda, debe ser evidente si eres finalmente un tipo de persona como Pedro o como Pablo. Si aún no hay verdad en lo que buscas, y si todavía hoy sigues siendo tan soberbio e insolente como Pablo, y te elogias a ti mismo con tanta elocuencia como él, sin duda eres un degenerado que fracasa. Si buscas lo mismo que Pedro, si procuras prácticas y cambios verdaderos y no eres arrogante ni obstinado, sino que buscas cumplir con tu deber, serás una criatura de Dios que puede lograr la victoria.

Conclusión

Debes saber qué tipo de personas deseo; los impuros no tienen permitido entrar en el reino, no pueden mancillar el suelo santo. Aunque puedas haber realizado muchas obras y hayas obrado durante muchos años, si al final sigues siendo deplorablemente inmundo, ¡es intolerable para la ley del cielo que desees entrar en Mi reino! Desde la fundación del mundo hasta hoy, nunca he ofrecido acceso fácil a Mi reino a cualquiera que se congracia conmigo. Esta es una norma celestial ¡y nadie puede quebrantarla! Debes buscar vida. Hoy, las personas que serán perfeccionadas son del mismo tipo que Pedro; son las que buscan cambios en su carácter y están dispuestas a dar testimonio de Dios y a cumplir con su deber como criatura de Dios. Sólo las personas así serán perfeccionadas. Si sólo esperas recompensas y no buscas cambiar tu propio carácter vital, entonces todos tus esfuerzos serán en vano. ¡Y esta verdad es inalterable!

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