Revista Psicología

¿Qué es la ansiedad?

Por J.k. Pérez

Morning sun

“Las dudas son más crueles que la peor de las verdades.”

Molière

La ansiedad forma parte de la vida de todos, se trata de una sensación de aprehensión e incomodidad que viene acompañada de procesos fisiológicos como aumento en el ritmo cardíaco, sudoración, tensión muscular, entre otros. Dicho esto, es necesario especificar que los términos estrés y ansiedad resultan muy cercanos, aunque generalmente se refiere a la ansiedad como una situación enmarcada por la incertidumbre,  a diferencia del estrés, en donde la situación estresante está mejor delimitada. La ansiedad constituye una respuesta de lucha o huída, ya que prepara al individuo física y psicológicamente para cualquiera de estas dos reacciones en situaciones que el sujeto perciba como amenazantes. Por esto, se dice que es una respuesta adaptativa, porque conduce a la supervivencia, al motivar a la persona a la acción, para así garantizar su integridad.

El componente cognitivo es de suma importancia en el desencadenamiento de la ansiedad, pues los pensamientos que se tengan en torno a una situación determinarán si esta respuesta se dispara o no, es por esto que los tratamientos más adecuados para el manejo de esta problemática son de naturaleza cognitivo conductual, centrándose en la corrección de distorsiones cognitivas (pensamientos que carecen de fundamento real) y en intervenciones conductuales (modificación de la conducta) dependiendo de la sintomatología del sujeto en cuestión. En casos más graves donde la disfunción es significativa, un tratamiento farmacológico es necesario a la par de uno psicoterapéutico.

Dentro del tratamiento cognitivo conductual se encuentra la Terapia Racional Emotivo Conductual de Albert Ellis, de acuerdo con la cual existen dos tipos de ansiedad: la ansiedad del ego y la ansiedad situacional. La primera está estrechamente relacionada con la depresión, consistiendo en una amenaza a la autovalía de la persona. La segunda corresponde a lo que comúnmente se entiende por ansiedad, relacionada con situaciones en específico o circunstancias que le causan incomodidad a la persona.

Hay ocasiones en las que la ansiedad resulta excesiva y/o innecesaria y, en lugar de motivar a la persona, la lleva a evitar desesperadamente ciertas situaciones o, a largo plazo, le genera problemas físicos como colitis, gastritis o cardiopatías. Es importante que si la persona siente que la ansiedad le impide llevar una vida normal, acuda con un psicólogo o psiquiatra, quien hará una evaluación y, en caso de haber una disfunción importante, diagnosticará un trastorno de ansiedad. El diagnóstico tiene como función determinar el tratamiento más adecuado y facilitar la comunicación entre especialistas, pero no define a la persona como tal, sino que es meramente una etiqueta médica para clasificar su sintomatología.

Para finalizar, cabe recalcar que la ansiedad es común y es tratable, y que los tratamientos actuales tienen un alto nivel de efectividad, logrando que la persona restablezca su funcionalidad.

Referencias

Feldman, R. (2009). Psicología con aplicaciones en países de habla hispana. Ciudad de México: McGraw-Hill.

Lega, L., Caballo, V., & Ellis, A. (1997). Teoría y Práctica de la Terapia Racional Emotivo-Conductual. Madrid: Siglo Veintiuno.

Espero que el post te sea útil y haya sido de tu agrado. Te recuerdo que cada semana contribuyo con artículos sobre ansiedad. Si deseas contactarme mi dirección de correo electrónico es: [email protected]

Psic. Rodrigo Murguía

19.432608 -99.133208

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