¿Qué esperamos de una película de terror?

Tras ver la película del director Álex de la Iglesia, Veneciafrenia, con su "muso" Cosimo Fusco en el elenco, y lanzarme a la búsqueda de puntuación y críticas en Internet, me ha llamado la atención ver reseñas tan negativas y clasificaciones tan bajas. No es un peliculón y quizás el fallo esté en las expectativas que el marketing siempre despierta, con el fin de que el espectador decida encaminarse al cine, y, los geniales créditos del comienzo, tampoco ayudan mucho a entender lo que esta película es en realidad: un guiño al cine slasher de terror. Es una de esas historias que coloca a jóvenes en situaciones peligrosas que el espectador ya se imagina, sin más pretensiones profundas. En Veneciafrenia, un grupo de jóvenes bastante cafre escenifica lo que muchos turistas representan para aquellos locales que no viven de ellos, un engorro que llena de suciedad y gritos sus ciudades. En el caso de Venecia es más problemático, si cabe, porque está royendo sus propios cimientos.

Parece así hasta lógico que, en una ciudad con tradición de asociaciones secretas, surga una que decida iniciar una caza al turista. Álex de la Iglesia se nutre de una escenografía espectacular, de las máscaras y los disfraces del Carnaval veneciano, para encerrar los ojos de Cosimo Fusco (tan maléfico como hermosos y profundos) y que lleve a los espectadores a un caos de sangre, muerte y terror. Y eso es lo que me lleva de nuevo a plantearme qué esperamos de una película de miedo, si todas tienen que contar con personajes de intrincados perfiles psicológicos, o si a veces solo queremos sustos y gritos a pleno pulmón.

Tenemos como ejemplos las películas estadounidenses Scream y Sé lo que hicisteis el último verano, que han generado dos sagas de considerable éxito de taquilla. ¿Son piezas candidatas a un Oscar? Pues seguramente no, pero es que ni falta que les hace. En el caso de Álex de la Iglesia, parece que pretendemos que haga siempre genialidades como El Día de la Bestia, pero creo que ni le apetece ni lo pretende.

En el caso de Veneciafrenia es una película de corte mucho más internacional, para públicos más amplios y que escoge el slasher como modelo al que le aporta su toque habitual de caos. Una película entretenida, sin más pretensiones.