Revista Diario

¿Qué hacemos con los niños en vacaciones?

Por Belen
¿Qué hacemos con los niños en vacaciones?
Lo prometido es deuda, ¿qué hacemos con los niños en vacaciones?. Son dos y meses y medio, niños activos, niños con ganas de hacer mil cosas, padres a veces un poco desquiciados ante tal demanda.
Si los papás y mamás trabajan, los niños suelen quedarse en una escuela de verano o ludoteca. Me parece una opción más que acertada, durante como mucho un mes, el de julio. En agosto no suele haber estos servicios, y de todos modos los niños deben descansar de horarios y rutinas, que no les viene mal. En estos lugares fomentan mucho el juego, las manualidades, el teatro, la expresión corporal, la pintura, incluso la música. Actividades lúdicas con las que estarán entretenidos e incluso divertidos. Unas horitas por la mañana y a casa algo cansaditos.
La opción de dejarles con los abuelos. Si son muy pequeños, es una opción muy recomendable, que duda cabe, es gratis, están bien atendidos y los niños suelen estar encantados. Pero ¡¡ojo!!, se recomienda no abusar en exceso de los seguro cansados y entrados en edad abuelos. Todo tiene un límite. Insisto, si los niños son pequeños, no está de más dejárselos. Pero si ya van estando creciditos, pensemos que a veces nosotros no podemos con ellos, con qué valor les dejamos esa carga.
Si mamá o papá no trabajan o se pueden turnar en su cuidado. En tal caso, agárrense los machos porque el día será duro de narices. ¡¡Y recordad!! en el colegio, o ludoteca, o centro de ocio con profesores y/o monitores siempre se portarán mejor que con los progenitores. ¿Razón?: misterios de la ciencia.
Pero, ya hablando para todos los públicos, papás y mamás que trabajan, que no, que trabajan a turnos, que tienen a los abuelos apoyando,...., la realidad es que los niños necesitan unas vacaciones, merecen un tiempo de relajación, de flexibilidad horaria, sin rutinas, sin exigencias. Donde el juego sea el rey de la fiesta.
Aunque esto del relax a tutiplén no significa anarquía horaria y anarquía para todo. No se trata de cambiar nuestros horarios por un caos total, ni muchísimo menos. De hecho, si de golpe introducimos el caos en la vida de un niño, esto provocará en él irritabilidad, aburrimiento, mal humor, falta de ganas de jugar, y ¿quién paga el pato al final?, los sufridos padres.
Así que por su bien y el nuestro, empecemos a pensar. ¿Qué hacemos entonces?:
- Definir un horario. Esto es básico. Podemos diferencias un horario entre semana y otro en fin de semana, dando a los sábados y domingos mayor permisividad. Pero levantarse a las 11 o a las 12 de la mañana no es bueno para ellos. Cada familia sabe que rutinas sigue, así que cada uno que opte por una hora para empezar el día. No tiene que ser a las 8, bien puede ser a las 9 o las 10 de la mañana. Pero intentaremos que se cree una rutina. Igual para la hora de irse a dormir por la noche. Ya no hace falta una hora exacta, como durante el curso, pero sí un intervalo horario.
Así mismo, esto será aplicable a las horas de comida, las siestas. Un niño con un horario fijo para sus actividades, su sueño y sus comidas, es un niño más feliz, eso os lo aseguro. Y se portará mil veces mejor. Cuando los niños están descontrolados en este sentido, tienden al enfado y los berrinches por cualquier motivo. Muchas veces decimos "están pasados de vueltas", pues eso mismo.
- Preparar actividades cada día. Esto aunque los niños vayan a la escuela de verano podemos hacerlo igual. Se trata de, por un lado, que ellos estén activos y por otro de compartir con ellos estos momentos. Internet es una gran fuente de información. Adaptado a cada edad podemos encontrar miles de tareas que hacer: dibujos, pintura, música, juegos de mesa. Incluso podemos buscar juegos de ordenador que estimulen sus sentidos. Mientras se controle el tiempo que juegan, no hay problema. Hay juegos que estimulan la memoria, el lenguaje, la coordinación oculo - manual. De hecho, el propio Eduard Punset participa en la campaña de la Nintendo 3DS. Hay estudios que indican que un juego controlado estimula muchas áreas cerebrales de un modo muy positivo. Lo que no debemos hacer es darle a la criatura la maquinita y ala, que disponga él el tiempo de juego, o permitir que la lleve por la calle, o al médico o a miles de sitios como he visto por ahí. Juego controlado y limitado, ahí está la clave para aprovecharse de sus ventajas.
- Organizar actividades físicas cada día. Nadar en la piscina, en la playa, juegos en el parque con sus iguales, paseos a sitios nuevos, excursiones (en fin de semana claro) a un pantano cercano, al campo, a una nueva piscina, hacer senderismo (donde el calor lo permita). Al igual que necesitan ejercitar sus pequeños cerebros, es indispensable ejercitar sus cuerpos, o se cansan o estamos perdidos.
- Buscar, si es posible, actividades guiadas en algún centro cultural, centro de ocio infantil, Parque de bolas, ludotecas o similar. Una o dos veces por semana, no está de más hacer algo diferente. Si se puede encontrar alguna actividad en uno de estos sitios, sea lo que sea, les sacará de la rutina y les gustará. En algunas tiendas, bibliotecas, etc, organizan por ejemplo cuentacuentos, manualidades, todo es rascar un poco para encontrar alguna cosita divertida.
- Y si hay vacaciones en familia, amigos míos, ya no se libra nadie. Pero ahí el disfrute es máximo, día de playa, piscina o campo, actividad física por doquier, lectura, alguna tarea pequeña (no abusemos), siestas, paseos. Y todo hacerlo juntos, disfrutando los padres de los hijos y los hijos de los padres.
¿Qué hacemos con los niños en vacaciones?
Este es el plan que me parece más óptimo de cara a un largo verano. Mi hijo, desde que acabó el cole, y tan solo hace 5 días, está despistadillo, echa de menos su rutina. Encima el calor sofocante que hace y estar reponiéndose de una malísima faringitis no nos está ayudando mucho. Pero hoy he empezado a aplicar el plan:
- Hora de despertar: 9.30 como muy tarde. No tengo que hacer mucho, eso es fácil para él que le suele gustar madrugar.- Como hace calor, salimos temprano a la calle: juegos, recados, parque, paseos. - Regresamos a mediodía a casa: cuadernillo de actividades, colorear, dibujar, puntear, todo guiado por mi claro. Hoy he conseguido tenerle casi una hora "trabajando" como él dice. - Comida a las 14:00 horas.- Siesta de un par de horas, aquí no hay límite, si necesita dormir se duerme, faltaría más.- Merienda a las 18:00 horas aprox.- Juegos varios, hoy ha tocado Wii: carreras de coches, o cualquier otra preferencia. - Cuando el calor lo permite, salida a la calle. Hoy ha tocado ir a jugar al frisby (plato volador).
Cuando las enfermedades varias que nos acechen lo permitan, cambiaremos parte de la rutina por la piscina. Si pasamos el día entero, no dudéis que me llevaré su cuadernillo de actividades y pinturas, sus cartas de las familias y algún entretenimiento más. Pasaremos el día al aire libre mientras compartimos juegos.
¿Muy estricto?. Pues mirad, si mi hijo se descontrola en horarios y se le deja a su libre albedrío, estamos perdidos en esta casa, lo primero que te dice es "estoy muy cansado", lo cual es sinónimo de "estoy más aburrido que una mona".
Hoy ha sido un día regido por horarios y el tío está pletórico, contento y muy activo. Ya lo dice mi madre, a este niño le va la marcha.

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