Revista Salud y Bienestar

Qué hacer para disimular y/o eliminar las cicatrices quirúrgicas

Por Cateterdoblejota @cateterdoblej
Qué hacer para disimular y/o eliminar las cicatrices quirúrgicas Han preguntado muchas veces en el blog por el tema de qué se puede hacer para reducir, disimular o incluso que desaparezcan las cicatrices quirúrgicas. Tened en cuenta que muchos de los visitantes del blog han sufrido en sus carnes algún tipo de cirugía, y si esta ha sido abierta, deja visibles restos sobre nuestra piel que para mucha gente le provoca complejos e incluso en ocasiones molestias mucho tiempo después de haberse cerrado la herida. No es mi caso, aunque parece que haya venido de Vietnam jeje, pero bueno…
Realmente lo más importante en estos casos es consultar con el médico y que nos indique que tratamiento es el más adecuado para “combatir” nuestra cicatriz. Ni todos somos iguales, ni todas las cicatrices tampoco lo son, con lo que el criterio profesional es el que nos va a indicar la mejor solución.
No obstante, podemos enumerar algunos aplicativos que la farmacología y la medicina utilizan para combatir las cicatrices:
-   Por supuesto, una de las soluciones más directas es la cirugía plástica/estética. Existen diversos procedimientos que consiguen, en el mejor de los casos, minimizar la visibilidad de una cicatriz. Sin embargo, cuando se argumenta que las intervenciones de cirugía estética “no dejan cicatrices”, debe tenerse en cuenta que las incisiones quirúrgicas que han producido esas cicatrices han sido escogidas cuidadosamente para situarlas en sitios donde produzcan la mejor cicatrización y que además sean lo menos evidentes posibles. Al mismo tiempo, las técnicas de incisión y sutura realizadas habrían sido muy meticulosas ya desde el principio, a diferencia de las cicatrices que resultan como consecuencia de un accidente u otro tipo de intervención. Por tanto, al plantearse realizar una revisión quirúrgica de una cicatriz, el paciente debe tener siempre en mente que, aunque a veces existan razonables expectativas de obtener una mejoría, una parte de las secuelas cicatriciales probablemente persistirá permanentemente. Otro de los inconvenientes es que no siempre la solución se logra al primer intento y se necesitan varias intervenciones con el consiguiente riesgo. En muchos casos, además, estos tratamientos no están cubiertos por la Seguridad Social y tenemos que costeárnoslos de nuestro bolsillo. Hay infinidad de clínicas y profesionales que se dedican a esto, por ejemplo estos doctores en Madrid. En ocasiones y bajo valoración médica puede que la manera de “atacar” a la cicatriz sea mediante láser.
-   El aceite de rosa mosqueta, es por excelencia el producto que todo el mundo conoce y muchos expertos recomiendan para tratar cicatrices. Ofrece unos componentes naturales de lo más efectivos para lograr que las cicatrices (especialmente las más recientes) mejoren tanto internamente, como externamente. Los ácidos grasos esenciales que contiene ayudan a reducir la cicatrización y promover la regeneración de nuestra piel según muchos estudios. Éstos ácidos mejoran la flexibilidad, permeabilidad y la reparación de la piel. La Vitamina A también juega un papel importante ya que ayuda a cicatrizar mejor la herida, igualando el tono y la textura. 
-   Otros aceites también ricos en ácidos grasos esenciales como el aceite de Argán pueden ayudar a la cicatrización. Con ellos, se masajea la cicatriz a diario y tratan, nutren y aportan flexibilidad y elasticidad a la piel. 
-   Hay tratamientos que reducen la visibilidad de las cicatrices, como el peeling (aplicación de diferentes sustancias sobre la piel con el fin de exfoliar las capas más extensas), la exfoliación de la piel y la dermoabrasión. Esta última consiste en remover la epidermis y la dermis superficial. todos los anteriores se consiguen en clínicas o centros estéticos. Importante si se acude a uno de estos lugares, que sea de las máximas garantías y que el personal este formado y supervisado por un médico dermatólogo o especialista en cirugía estética.
-   Las inyecciones de colágeno o de esteroides, son también una opción recurrida, sobre todo para cicatrices queloides o hipertróficas.
-   A menudo, se recomienda la utilización de ciertas cremas, sprays, pastas, parches o geles que pueden ofrecer resultados, pero que requieren de constancia y compromiso por parte del paciente. Lo mejor que podemos hacer para encontrar la crema más adecuada para nuestra cicatriz, es sin duda alguna, preguntar a nuestro médico o farmacéutico. Suelen ser productos de venta libre, elevado precio y en muchos casos de dudoso resultado. Evidentemente no vamos a publicitar ninguno en concreto.
-   Tratamientos que exclusivamente sirven para disimular la presencia de las cicatrices como pueden ser maquillajes temporales o incluso tatuajes semipermanentes o permanentes que se realizan sobre la cicatriz para disimular su visibilidad.
-   Mucha gente es amante de los remedios caseros: que si la miel, que si el aloe vera, que si el aceite de ricino, que si el limón. Sabéis que no soy nada partidario de pseudotratamientos sin base científica.
Ratificar que lo mejor para eliminar las cicatrices quirúrgicas de nuestro cuerpo es seguir los consejos del profesional sanitario pertinente.

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