Revista Cultura y Ocio

Que me entierren en El cementerio de las Hespérides

Por Bdebabel @BabelT

Mis arrebatadores, qué feliz me hace ver una nueva publicación de Lindsey Davis y su última serie de Flavia Albia. Adoro estos libros y sus cubiertas clásicas, magníficas y bellas. Se nota que soy fan, jajaja.Que me entierren en El cementerio de las Hespérides
Me maravilla la capacidad de esta autora, mi admirada Lindsey Davis, de reflejar la Antigua Roma como si estuviera viviendo allí, en época del emperador Domiciano, caminando por sus callejuelas y picando olivas en cada taberna.Se percibe su conocimiento académico, claramente interiorizado tras tantísimas novelas a sus espaldas, de forma que parece surgir con espontaneidad a todos los niveles desde el comercio y la política a las costumbres domésticas del día a día. Todo ello desde una perspectiva social y siempre canalizado por la mentalidad perspicaz, impredecible y superviviente de Flavia Albia, la informante/detective que ha heredado las dotes investigadores de su padre adoptivo, el irremplazable Marco Didio Falco. Él mismo ha sido protagonista de toda una serie de novelas que me marcaron en su día desde que lo descubrí en La plata de Britania.En esta ocasión, cuarta de sus andanzas publicadas, Albia está inmersa en sus molestos preparativos nupciales cuando se topa con unos huesos en el subsuelo de una taberna en remodelación que destapan un avispero de sospechas, sucios secretos y maleantes disgustados. Nada nuevo en su línea de trabajo.Si algo hace adictivo el estilo narrativo de la gran Lindsey Davis es su talento para fundir un agudo sentido del humor sardónico que nunca ves venir con el avance de la trama histórico-detectivesca. Es inusualmente ligera para el detalle con que recrea la atmósfera de la época y los usos de plebeyos, delincuentes, ediles corruptos y pobres ciudadanos romanos en general. Da la sensación de que el progreso de las pesquisas se ha estancado cuando, en mitad de una escena en apariencia pueril y frívola, se produce el chispazo de una pista importante. Además, siempre me río con los diálogos o con los pensamientos de Albia tan provistos de ingenio burlón, discreto pero tan bien adaptado a ese aspecto de la esencia social de esta urbe que tanta influencia ha ejercido sobre los siglos y los pueblos. 

Son típicos, y algo que me tiene embelesada, los constantes avatares que sufre con su familia y con la vecindad con la que se codea. Se aprende mucho de cómo vivía la gente y qué poco han cambiado algunas cosas, para fortuna o infortunio nuestro, según se mire. Por otro lado, en esta aventura se lidia con la insalubre actividad de los burdeles y el mal destino de quienes trabajaban en ellos. Resulta deprimente y esclarecedor.

Tras un nudo de líos y callejones sin salida, la verdad sale a relucir con su cara más fea y sórdida en medio de los aparatosos, pomposos y alterados esponsales de la bien avenida pareja de Albia y Marco. Me ha satisfecho enormemente este final y el nuevo episodio en la ajetreada e interesante vida de esta britana. Espero que la autora siga deleitándonos con sus historias en años venideros :-)

Que me entierren en El cementerio de las Hespérides

EL CEMENTERIODE LAS HESPÉRIDESLINDSEY DAVISEdiciones B Tapa dura con sobrecubierta459 págs.Novela de detectives / Histórica2017Título original:The Graveyard of the HesperidesRelación calidad/precio:21 pellizcos / vale la penaWeb de Lindsey

¿Sois adictas a series especiales como ésta?Babel comiendo olivas en una terraza romana.

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