Revista Salud y Bienestar

¿Qué problema cardiovascular genera la obesidad abdominal?

Por Smartsalus @SmartSalus

Según los resultados de la última Encuesta Europea de Salud (EES), 6 millones de españoles mayores de 18 años tienen problemas de obesidad. Lamentablemente y a pesar de los esfuerzos para tratar y prevenir la obesidad, los resultados no son nada alentadores, ya que la tendencia es de continuo crecimiento.

Antes de comenzar de lleno con el tema de hoy, me gustaría dejar claro en qué casos es correcto hablar de obesidad.
Cuando hablamos de obesidad, no nos referimos ni a sobrepeso ni a tener “algún kilo de mas”. Si bien tendemos a usarlos como sinónimos, la obesidad va un poco mas allá. Presentamos obesidad cuando nuestro índice de masa muscular (IMC) es superior a 30.
Ahora se preguntarán ¿y qué es el IMC?

El IMC es el índice de peso de una persona en relación a su altura y se calcula con una sencilla fórmula matemática, dividiendo su peso, entre lo que resulta del cuadrado de su altura. De todas formas os dejo una imagen que lo explica perfectamente.

calcular el imc

Hecho este pequeño paréntesis para introducir y definir lo obesidad ya podemos comenzar.

Las personas con problemas de obesidad deben saber dónde se concentra su problema, y qué tipo de obesidad padecen entre los dos tipos existentes.
Hablamos de obesidad periférica o ginoide, cuando el exceso de grasa se acumula sobre todo en piernas, brazos y muslos y hablamos de obesidad central o androide, cuando la grasa se acumula sobre todo a nivel abdominal.
Este segundo tipo de obesidad es la mas peligrosa para la salud, debido a que un incremento de la grasa abdominal, también aumenta de manera considerable el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares. Por si fuera poco, las personas con obesidad abdominal suelen tener asociados otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial o la diabetes, y en el caso de no padecerlos, son grandes candidatos a desarrollar estas enfermedades en el futuro.

Por estas razones, mantener un peso saludable es muy importante para proteger nuestro sistema cardiovascular. Además nos ayudará a la hora de prevenir complicaciones metabólicas, óseas y de otros órganos del cuerpo.

¿Cómo evitar la obesidad abdominal?

Sigue una dieta equilibrada cardiosaludable, rica en frutas y verduras, utilizando para el aliño de los platos, aceites vegetales, sobre todo aceite de oliva virgen extra, manteniendo al margen las grasas saturadas, los azúcares simples y la sal.

Evita el sedentarismo. Siempre debemos complementar una dieta equilibrada con un poco de ejercicio físico cada día. No necesitas ser un atleta olímpico. Saliendo a caminar un poco cada día, andando en bicicleta o subiendo las escaleras en vez de utilizar el ascensor, ya puede ser un buen comienzo.

Mantente hidratado. Consume líquidos frecuentemente, principalmente agua y zumos naturales. No esperes a tener sed para beber. Recuerda que tener sed es ya una señal de aviso de que estas deshidratado.

Siéntate erguido. No solo evitarás la lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda), sino que también evitaras que la grasa se acumule en el abdomen.

Reduce el consumo de alcohol. Una cerveza o una copa de vino en la comida es incluso saludable por su contenido en antioxidantes naturales. El vino sobre todo tiene un efecto cardioprotector que se debe a su abundancia en polifenoles.
El problema es si te excedes, ya que un consumo elevado de alcohol no solo favorecerá el incremento de la grasa abdominal, sino que perjudica gravemente muchos de los órganos de nuestro cuerpo.


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