Los sérums faciales son tratamientos intensivos que actúan
sobre las capas más profundas de la piel, para reparar problemas específicos
como la deshidratación o las arrugas.
La alta concentración de principios activos en la fórmula de
los sérums incrementa su acción y su eficacia. Además, su textura fluida
favorece la penetración de los activos y los convierte en un paso necesario
para complementar el efecto de las cremas. Éstas protegen la capa externa de la
piel, mientras que los sérums actúan en la interna, por eso hablamos de
productos complementarios que no sustituyen a la cosmética habitual. La textura
ligera de los sérums facilita su rápida absorción, por eso no te costará nada
incluirlos en tu ritual de belleza diario. ¡No podrás prescindir de ellos!
¿Cómo utilizar los serums faciales?
Hay dos maneras de utilizar los sérums faciales:
1. Con la piel limpia
y seca, pon una pequeña dosis en las yemas de los dedos y masajea con ellas
suavemente el rostro, con movimientos circulares, hasta su total absorción. A
continuación puedes aplicar tu crema habitual.
2. Si quieres ganar tiempo, puedes mezclar unas gotas del sérum
elegido con tu crema habitual y aplicarla a continuación.
¡Y recuerda, los sérums siempre se utilizan antes de la crema
hidratante!