Cualquier extranjero que se ponga a buscar la palabra contraventana en wikipedia puede llevarse una desagradable sorpresa, no queda claro. Las contraventanas son un sistema de protección, que funciona como elemento para dar sombra a la vez que permite la ventilación.
Generalmente tienen apertura con bisagras o guías correderas. Los sistemas que tienen lamas permiten una ventilación directa al exterior, permitiendo tener la ventana abierta y la casa protegida (dependerá por tanto de su propia construcción y herrajes).
Las contraventanas de aluminio son el sistema más ligero. Permiten una buena rigidez de hoja y garantizan un buen herraje y fijación de las bisagras, además de tener una mayor durabilidad debido a la propia resistencia del material a la intemperie.
Si te fijas en las mejores carpinterías de aluminio puedes ver que se disimula muy bien la hoja practicable, y que tienen un sistema de apertura que permite la microventilación exigida por el CTE. Pero qué mejor sistema que poder abrir la ventana hacia el interior y tener una mayor superficie de ventilación? Las contraventanas lo permiten.
En el caso de las contraventanas de aluminio, el acabado podrá ser el mismo que el de las carpinterías (lacado, anodizado… en el mismo color), por lo que no deberías de tener inconvenientes estéticos.
Con un diseño apropiado pueden abrirse sin ocupar espacio en el exterior, incluso no llegar a verse desde el interior cuando están abiertas. Dependiendo de la orientación puedes llegar a considerar cambiar la orientación de las lamas, de tal manera que puedas aprovechar la luz que entra a través, si lo deseas, o tener vistas hacia el exterior sin ser visto.
A diferencia de las persianas, son sistemas que se pueden instalar fácilmente una vez colocadas las ventanas. Su apertura hacia el exterior no interfiere en la apertura de la ventana. Simplemente necesitarás un bastidor o una hoja exterior a la que poder fijar las bisagras de las contraventanas.
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