[¡Que te calles cansino/a] Horatio Caine

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Amaia Ceinos 14 septiembre, 2014 0

Exterior: Una playa del condado de Miami Dade. a forense inspecciona un cadáver cuando aparece el CSI.

-Horatio Caine: ¿Qué tenemos?

-Forense: Dos disparos de bala a quemarropa. No tiene documentos.

-Horatio Caine: (Poniéndose las gafas de sol y los brazos en jarra) Parece algo personal.

¿Puede hacer un personaje cansino que dejes de ver una serie mínimamente entretenida? En mi caso la respuesta es sí porque a mí este tío me cayó fatal desde el primer momento. Hablo de Horatio Caine el personaje al que David Caruso dio vida durante la década que duró el primer spin off de CSI, CSI: Miami.

Horatio, al que algunos llamaban H, era el jefe del turno de día del laboratorio criminalístico del condado de Miami Dade. Era teniente y previamente había trabajado en el Departamento de Policía de Nueva York como detective de homicidios. De ello trabajó también en Miami antes de que le trasladaran a los artificieros.

Pero su pasado no importa para darse cuenta de lo cansino que es el tío desde el principio. Tal vez se le pueda encontrar el carisma, pero nunca se lo encontré, ni un ápice. Puede que sea porque Horatio Caine nunca miraba a la cara a casi nadie, hablaba mirando al suelo levantando la vista al final para soltar alguna conclusión de las suyas, que eran muchas y siempre bien encaminadas. Porque este tipo era muy listo, pero es que iba mucho de listo también.

El diálogo imaginario que he escrito al principio de la entrada sirve para ilustrar cómo empezaban todos los episodios de CSI: Miami al menos todos los que yo vi. Lo de las gafas y los brazos podía ser marca de la casa igual que sus frases lapidarias del principio, pero el pelirrojo se repetía como el ajo.

Como jefe, eso del colegueo no iba mucho con él y cuando alguno de los suyos estaba en peligro o incluso lo mataban Horatio le intentaba poner sentimiento a las cosas pero como que no le salía. Tal vez fuera por sus extremadamente pequeños ojos que a mí, particularmente, me inquietaban bastante.

En cosa de historia, su historia personal no resultaba tampoco muy interesante aunque cierto es que eso va en función de lo bien o de lo mal que te caiga un personaje.

Recapitulando: Horatio era un listo que siempre soltaba frases en las que solamente le faltaba añadir “y punto” al final, tenía sus poses, sus gafas que se ponía y quitaba, se quitaba y ponía y esos ojos que miraban al suelo que levantaba siempre al final para, tal vez, hacerse el interesante. En realidad este es un personaje más cansino por lo que hace que por lo que dice aunque su personalidad no me emocionaba nada. Insufrible.