Revista Opinión

¿Queremos frenar realmente la corrupción…? El acomodo del español

Publicado el 11 julio 2013 por El Tridente

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Imagen: blog.cristianismeijusticia.net

 

Sé que ayer ya les hablé de algún que otro caso de corrupción pero es que no es culpa mía que un asunto como ese siga copando la actualidad. En esta ocasión me gustaría hacer referencia a la encuesta de la ONG Alemana “Transparencia Internacional” en la que resaltan que el 66% de los españoles considera que la corrupción ha empeorado en los últimos años.

 

Si nos atenemos a lo que dicen en la ONG Alemana, que por cierto, parece que ni en las encuestas somos fiables que es otro país la que muestra nuestras “excelencias”; desde 2011 la situación ha ido a peor. O lo que es lo mismo: que antes había corrupción pero ahora hay más y ésta es más grave.

 

Entonces la pregunta es: Si ahora hay más pero antes había, ¿qué es lo que estamos haciendo para erradicar ese mal endémico? ¿Insultar a los imputados cuando los vemos en las noticias en televisión? ¿Quejarnos en las reuniones familiares o sociales? ¿No votar? ¿O simplemente declarar nuestro voto nulo escribiendo en la papeleta “chorizo”?

 

La solución es clara, pero la mayoría de los españoles parece no querer verla. Seguimos obcecados en digerir asuntos tan desagradables como los que a diario conocemos con un simple: “Y qué voy a hacer si siempre van a robar”. Pues algo se puede hacer.

 

Les voy a poner un ejemplo. Hace años, salía con una chica hermosa, acorde a mi belleza…pero esta chica no le caía nada bien a uno de mis amigos. Simpatía que era recíproca por la susodicha. Así que pasados unos meses tanto una como el otro me conminaron a que abandonara la relación; una la amistosa y el otro la sentimental. Y les hice caso, pero en esta ocasión a los dos. Busqué otra novia y otro amigo.

 

Con esto quiero decir que en realidad donde reside el problema es en el acomodamiento. Si algo no funciona tenemos la capacidad de cambiarlo. De ahí que tengamos poder de decisión y opinión. Ahora podría seguir saliendo con aquella chica y mantener una buena amistad con mi amigo pero me habría convertido en una persona corrupta y les estaría engañando a los dos.

 

Por eso si usted cree que no puede hacer nada frente a la corrupción está muy equivocado, porque no hay nada más fuerte que una decisión acertada. Y si no lo cree, piense en ello cuando se acerquen las elecciones y asegúrese de que su voto es el correcto sin tener miedo a un cambio y dejando atrás los temores del “qué pasará”.  Porque está claro que en política “más vale nuevo y desconocido que malo por recaer”.

 

Esta es la crónica habitual de un día como otro cualquiera…


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