Revista Cocina

Queso crema vegano neutro

Por Bouquetgarni
La propuesta que comparto esta semana es otro básico de mi recetario. La preparo cada 2 o 3 días y se disfruta en casa como si de un manjar celestial se tratase. Es más, si a mi marido lo dejo, el queso desaparece en cuestión de minutos... Además, cuando se está terminando, todo mundo me recuerda que debo dejar las castañas de cajú (aquí las conocemos con ese nombre, pero en el resto del planeta se las denomina anacardos) en remojo para preparar más al otro día :D 
No sé si recuerdan que en alguna oportunidad les he comentado que sufro de una cierta intolerancia a los lácteos. Me descubrieron esta dolencia desde muy pequeñita y el asunto, en aquel entonces, se solucionó con leche descremada. Así crecí, disfrutando de yogures, leche y quesos (en todas sus variantes, porque son una de mis debilidades; en especial, aquellos con sabores picantitos, estacionados y bien gustosos) descremados. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el problema se agudizó al punto de verme obligada a excluir los lácteos de mi dieta; incluso, los deslactosados (productos que no contienen lactosa, azúcar presente, de manera natural, en la leche) y aquellos orgánicos, preparados a base de leche de vacas Jersey porque son más "fuertes" y no los puedo tolerar. Los únicos lácteos que puedo consumir sin sufrir son algunas mozzarellas, quesos duros y semiduros de determinadas procedencias (orgánicos y artesanales) que también debo ingerir con mesura. 
Queso crema vegano neutro
Sin entrar en muchos detalles, la intolerancia a los lácteos y las alergias derivadas de estos se han reproducido e intensificado en los últimos años, debido - principalmente y en la mayoría de los casos - a todo aquello que la industria láctea mundial ha decidido vendernos como leche y sus derivados. Sin embargo, veganos o no, podemos deleitarnos con opciones muy saludables, simples y sabrosas para poder disfrutar de un vaso de leche vegetal o una rodaja de pan tostado con una deliciosa capa de queso vegano que no tiene nada que envidiarles (¡Al contario! En todo caso, presumirles...) a las versiones tradicionales. Por eso, hoy les presento mi receta de Queso crema (sin leche) que cambiará sus desayunos, tentempiés, entradas/entrantes y picadas/tapeo para siempre ;)
Queso crema vegano neutro
Además, con una preparación tan sencilla y lucida, espero que no duden en intentar realizar este queso porque estoy segura que les gustará mucho. ¡Vamos con la receta!
Enjuagamos 1 taza de castañas de cajú/anacardos (crudas y sin sal) bajo el chorro de agua y la dejamos en remojo con abundante líquido por, al menos, unas 12 horas (yo suelo ponerlas en remojo por la noche para preparar el queso a la mañana siguiente). Verán como después quedan más infladas y tiernas.
Queso crema vegano neutro
Pasado ese tiempo, las escurrimos muy bien y las volcamos en el vaso de la procesadora/robot de cocina, minipimer o licuadora. Las procesamos hasta molerlas un poco y allí mismo añadimos sal, pimienta y nuez moscada a gusto, 1/2 cucharada de levadura natural en copos, 1 cucharada de jugo de limón recién exprimido, 1/2 cucharada de aceite de sésamo tostado y 2 cucharadas de agua potable.
Procesamos todos los ingredientes hasta obtener una pasta de consistencia cremosa similar a la de un queso crema tradicional y disponemos en un recipiente (si es de vidrio, bien limpio o esterilizado y con tapa, mucho mejor). Conservamos en la heladera hasta el momento de servir.
Queso crema vegano neutro
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Con estas cantidades se obtiene queso como para que coman 3-4 personas (en proporciones normales, claro está; es decir, un par de tostadas diarias, por persona) por 2-3 días. A propósito de ello, les recomiendo consumir el queso en ese período de tiempo; de ese modo, se asegurarán que siempre esté fresco porque recuerden que no contiene ningún conservante.
Si poseen una procesadora de alimentos/robot de cocina bien potente como para que el queso quede con una textura lisa y cremosa similar a la de los tradicionales pueden realizar la preparación en una sola acción y en pocos minutos, colocando todos los ingredientes de una vez. Sin embargo, en licuadora, procesadora y minipimer con menor potencia también puede prepararse tal y como les expliqué anteriormente.
En caso que cuenten con aparatos de mucha potencia, pueden omitir el aceite de sésamo tostado de la receta, ya que lo utilizo para ayudar a que los frutos secos liberen sus propios aceites. Además, aporta un sabor y aroma únicos a la preparación; sin embargo, no se dejen tentar añadiendo más cantidad porque su sabor es muy invasivo. De cualquier modo, en caso que no cuenten con este aceite o no sea de su agrado, pueden emplear el que tengan en casa.
Queso crema vegano neutro
El jugo de limón y la levadura natural en copos de la receta (además de resultar una rica fuente de nutrientes) ayudan a imprimirle el sabor característico de los quesos crema. A mí no me gusta añadir más cantidad que la que indico en la receta porque, al igual que el aceite de sésamo, son bastante invasivos; pero, pueden probar e ir ajustando las cantidades según sus gustos personales.
De igual manera, puede que la receta requiera de algo más de agua potable. Este ingrediente también deberán ajustarlo según las necesidades. De cualquier modo, tengan en cuenta que no debe quedarles un queso encharcado; el agua sólo debe utilizarse para ayudar a moler y dar textura cremosa a los frutos secos.
Por último, les recuerdo que las castañas de cajú/anacardos son muy ricas en ácidos grasos insaturados que resultan indispensables para nuestro organismo, protegiendo el sistema nervioso, nuestro corazón (ya que disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardíacas), la piel y ayudándonos a eliminar el colesterol "malo" (LDL). Además, son muy ricas en vitaminas del grupo B, nutrientes primordiales para nuestro cerebro, músculos, sistema inmunológico y corazón, además de grandes aliados a la hora de asimilar los hidratos de carbono. 
Queso crema vegano neutro
Como han visto, la receta es de lo más sencilla y rápida. Y lo que tiene de simple, lo tiene de sabrosa, permitiéndonos disfrutar de un producto fresco y delicioso, sin conservantes ni otros químicos, en pocos minutos. Es ideal para las tostadas de la mañana (en especial si las preparamos con pan casero), como base para bruschettas y crostini, como aderezo de sándwiches o para lucirse en una picada/picoteo entre amigos, mientras esperamos que el plato principal llegue a la mesa. Les garantizo que su sabor y textura conquistarán sus paladares, sin lactosa, sin grasas de las malas y sin gluten. Es que también de lo malo (o de la adversidad) podemos sacar cosas buenas, agudizando el ingenio y disfrutando de experimentar con nuevos ingredientes o con aquellos de siempre, utilizados de otro modo ;)¿Qué les parece mi propuesta? ¿Se animan a prepararla? ¿Han notado que, de un tiempo a esta parte, los lácteos ya no les caen tan bien como antes o se han enterado de más casos de alergias e intolerancias entre familiares y amigos?
Nos reencontramos la próxima semana. Hasta entonces, espero que estén muy bien, disfruten junto a sus seres queridos y experimenten en la cocina.
Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas
Digiscrap: ©Designs by Jen Yurko/ Mel Designs/Fanette Design/Pixelscrapper Digital Scrapbooking-Marisa Lerin/Amber Shaw Digital Design Studio/Anita Designs/Amanda Yi Designs/ Kimeric Kreations/Bouquet Garni Recetas

Queso crema vegano neutro

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