Queso Fresco de Yogur con Lactobacillus y Bífidus

Marisa nos comenta, que su blog , "Thermofan" cumple 6 años
y quiere celebrarlo animando a sus amigos a participar en un concurso, con una receta
de su extenso repertorio. Yo no dudé que participaría para, de algún modo, celebrar con ella este evento,
pues son 6 años en los que hemos compartido muchas experiencias, siempre buenas,
de esto que tanto nos gusta: cocinar.
No dejéis de visitarla, porque su blog no os dejará indiferentes.
La primera receta en la que pensé, ha sido este Queso Fresco que hago desde que ella lo ha publicado, y que repito con cierta frecuencia, por lo delicioso y sencilla que resulta su elaboración,
si ya se tiene el preparado el Yogur con Lactobacillus y Bífidus
En su día, ya publiqué la receta del QuesoFresco hecho con cuajo, pero después de haber elaborado esta
otra modalidad, quizás me quede con esta última, por su sencillez ya que incluso se puede preparar
con yogur comercial.

al queso se le pueden dan todo tipo de sabores, adaptándose al gusto del comensal.
En este caso, no tiene complicaciones.
Se acompaña con nueces y sirope de ágave (puede ser miel), resultando un bocado exquisito.

- Preparar el yogur tal y como queda explicado en
esta receta y si el yogur se va a utilizar para hacer queso, añadir una cucharadita de sal.

- Poner un colador grande sobre un recipiente amplio, pues del yogur saldrá 1 l. de suero (*)
- Disponer el paño de tela sobre el colador, dejando las puntas hacia afuera.
- Verter el yogur sobre el paño, dejar y unos minutos tapado con una tapa, plato o papel film, hasta que suelte la mayor parte del suero.

- Cuando se aprecie que ya gotea lentamente, unir las puntas del paño de algodón y cerrar bien apretado, con una cuerda.
- Colgar el saquito resultante con el recipiente del suero debajo.

- y dejar así hasta que ya no suelte nada de suero.

- Dependiendo si se quiere un queso con una textura más o menos densa, habrá que dejarlo drenar más o menos tiempo, y dependiendo de si el yogur se hace con leche entera o desnatada, también influirá en la textura del queso. Según nos cuenta Marisa, a las 3 horas ya se puede obtener un queso de untar con una textura suave, pero si se desea una textura más densa, habrá que dejarlo unas 8 horas.

- Este queso se presta a cualquier mezcla de sabores que se nos ocurra. Marisa en su blog, nos deja la receta del queso con pimentón y semillas, lo que demuestra que cualquier combinación puede ser deliciosa.

(*) El líquido que se obtiene de la elaboración del queso, es el suero de leche (no confundir con el buttermilk o suero de mantequilla). De color verde-amarillento, sabor dulzón con cierta acidez y muy beneficioso para la salud.

- Se puede aprovechar para posteriores preparaciones. Para ello, se congela en cubiteras de hielos.

- y una vez congelado...

- se guarda en bolsas aptas para la congelación, bien cerradas.

- disponiendo así de pequeñas cantidades que se adaptan con facilidad al peso que se necesite para las diferentes recetas: panes, bollería, salsas, sopas...
- Servir el queso con nueces y sirope de ágave, como en este caso, o mezclar con los sabores que gusten.