¿Quién está matando a los Moñecos? por Zopo

Brian Henson (Los Teleñecos en la Isla del Tesoro), heredero de la factoría de Jim Henson, famoso creador de celebres franquicias de marionetas como los propios Teleñecos (o Muppets) o los Fraguel Rock, nos trae en esta ocasión una nueva cinta protagonizada por “moñecos”, pero desde un tono adulto, ¿Quién está matando a los moñecos?, cuyo título original es The Happytime Murders: en nuestro país se ha aprovechado el tirón del cómico David Broncano, para hacer uso de una expresión de su propio vocabulario para el título.
En un mundo en el que las marionetas coexisten con los humanos como ciudadanos de segunda clase, un títere ex-policia que trabaja como detective privado, Phil Phillips, trata de seguir la pista del asesino de su hermano, que amenaza también con eliminar uno por uno a los miembros de un famoso show de los 80. La siguiente en la lista es un viejo amor de Phil, Jenny (Elizabeth Banks), lo que le empuja a pedir ayuda a su antigua compañera de trabajo, la detective Connie Edwards (Melissa McCarthy).

La cinta sigue la tendencia actual de traer productos que bajo una estética claramente infantil, lo que se ofrece en realidad es un contenido crudo para adultos, recientemente hemos tenido casos similares, como con la saga Ted de Seth MacFarlane, pero probablemente cogiendo la inspiración más directa, al menos en lo que al argumento se refiere, de otros films más añejos y nostálgicos como El delirante mundo de los Feebles (Peter Jackson), en cuanto a temática “moñequil” adulta se refiere, o sobre todo en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Robert Zemeckis), con su mezcla de humor, personajes ficticios con humanos y cine negro.
El resultado, pese a ser entretenido y divertido, se queda a medio camino en cuanto a todo aquello que parecen tener intención de mostrar. Si en la anteriormente mencionada ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, encontrábamos un perfecto equilibrio entre las mezclas de géneros que manejaba. Esta cinta al contrario sufre de no saber encontrar el término medio que necesita. Encontramos secuencias inspiradas, siempre con el tipo de humor que maneja, juegos de palabras entre sexo y drogas de muñecos y algún que otro gag físico con personajes de fieltro implicados. Pero, por otro lado, la trama que se nos pretende mostrar es muy plana y previsible, tampoco se debería esperar nada más, el problema es que en ciertos tramos se le da demasiada transcendencia, como si de una “buddy movie” más, al estilo Arma Letal se tratará, lo que desentona con esas otras partes dedicadas a la escatología.

En cuanto a aquello que mejor se le da a la factoría Henson, me gustaría destacar el resultado visual que tienen el uso de este tipo de personajes con los medios actuales, y es que en esta ocasión, parece que de verdad están vivas y se mueven por voluntad propia (el croma hace maravillas), aunque esto le quite cierto encanto, el resultado final no se puede negar que es impecable.
La conclusión general con la que nos podemos quedar, es que es una oportunidad perdida para hacer una cinta para adultos más transgresora, quedándose finalmente en un intento que casi con total seguridad hará pasar un buen rato a los amantes de este tipo de humor, pero que se queda a medio camino en casi todos los sentidos.

Para terminar, añadir que aquellos temerosos de que la participación de un cómico en el doblaje al español, pudiera plagar los diálogos de expresiones propias que acaben mutilando los diálogos para nuestro país, queremos trasladar calma, y es que a pesar de que el equipo de El Altramuz, asistió a un pase en Versión Original, se puede observar que los personajes a los que pone voz David Broncano, son simplemente testimoniales y no afectan en exceso a la trama
Lo mejor: Las escenas en las que interactúan humanos y "moñecos".

Lo peor: Aquellas partes en las que la trama policíaca se toma demasiado en serio a si misma.

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