La depresión es un trastorno del estado de ánimo habitual en los pacientes con cáncer. Puede ir desde una fase de unas pocas semanas, hasta un trastorno más grave e incapacitan como de Depresión Mayor
Se trata de una reacción emocional que no sólo sufre la persona afectada, sino su entorno. Puede aparecer a lo largo de todo el proceso oncológico: desde el diagnóstico, durante los tratamientos, seguimientos e incluso en episodios libres de enfermedad (años posteriores). Además, puede y suele ser un efecto secundario de algunos tratamientos. En junio, te contaba por qué aparece, a cuánta gente afecta, cómo saber si estabas en una fase depresiva o en trastorno depresivo. Si quieres saber más, haz clic aquí. Si aun no lo has leído, te recomiendo que lo hagas antes de continuar. Hoy quiero centrarme en los factores que de riesgo para padecer una depresión. Si cumples alguna de ellos, o muchos, no significa que necesariamente padezcas una depresión. Simplemente, que son condiciones o situaciones que pueden incrementar tu probabilidad a sufrirla.
Factores de riesgo ante la depresión en los pacientes con cáncer
Los principales factores que te predisponen, y por tanto, como te decían, hacen más fácil que puedas estancarte en una etapa depresiva son los siguientes:- - Género: mayor porcentaje en mujeres
- - Edad: más común en pacientes jóvenes
- - Antecedentes familiares de depresión o suicido
- - Falta o bajo apoyo social
- - Si existe o aparece una incapacidad física o funcional
- - Si ha aparecido depresión en el momento del diagnóstico
- - Presencia de dolor o dificultades para manejarlo
- - Si el estadio del cáncer es avanzado
- - Otros elementos de tensión por ejemplo familiares, laborales, económicos
- - Presencia de tumor o metástasis a nivel del sistema nervioso
- - Estar soltero
- - Complicaciones metabólicas (por ejemplo: déficit nutricionales)
- - Algunos fármacos que componen la quimioterapia
- - Historia de alcoholismo o drogadicción
- - Radioterapia
- - Distrés existencial: pérdida del significado y sentido de la vida
- - Trastornos del estado de ánimo previos
- - Otro.
Y 4 factores de protección
Como ves, muchos de ellos no dependen de ti, pero otros muchos sí. Por eso si controlas estos 4, es "menos fácil" que la cosa se tuerza:- 1. Comunicación: Expresa como te sientes. Si no quieres o no puedes contárselo a alguien de confianza, coge un papel y suelta todo tal y como lo sientes y piensas. vaciar todos esos pensamientos y emociones negativos te podrá aportar una sensación de liberación. Cuando esto ya no te sirva, lo mejor que puedes hacer es acudir a una Psicooncóloga o Psicooncólogo, has entrado en bucle y es conveniente que aprendas a gestionar tus emociones con nuevos recursos.
- 2. Ejercicio: hoy sabemos que el ejercicio leve regular, reduce estados depresivos de forma natural. Consulta con tu médico si estás en un momento en el que puedas hacer deporte y apúntate a uno de esos nuevos gimnasios especializados en ejercicios para pacientes con cáncer. Nadie mejor que ellos para diseñarte una buena rutina adaptada a tí en cada momento de tu proceso.
- 3. Alimentación: Cada vez existen más estudios que demuestran la relación entre una buena alimentación y un estado de ánimo adecuado. ¿Qué cuál es la mejor dieta? La mediterránea por excelencia. Aquí te puedo recomendar el libro sobre qué comer qué no de la oncóloga Paula Fonseca. Te va a encantar.
- 4. Apoyo social: Déjate querer y ayudar. Si algo nos ha enseñado la Psicología Positiva y Clínica, es que las personas que tiene buenos amigos, aunque sean pocos, son personas más felices y sufren menos emocionalmente. Déjate arropar por aquellas personas que te quieren. Además, puedes buscar Asociaciones de pacientes en tu comunidad, pues al final, "pájaros del mismo color, hacen bandada".
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