Revista Cultura y Ocio

¿Quieres 100 euros gratis?

Publicado el 05 junio 2013 por Evagp1972

¿Quieres 100 euros gratis?

Fotografía CC 3.0 de Jesús Gutiérrez Pardina


La vida te da sorpresas, como dice la canción. Voy al cajero automático de toda la vida y me encuentro un billete de 100 euros atrapado en el interior del cristal. Pasado el primer momento de alucine, me pregunto si habrá algún modo de acceder a ese pequeño tesoro. Miro alrededor. Es la hora de comer y no hay nadie por los alrededores. El billete está colocado de tal manera que aún permite poder operar con el cajero, así que de momento y ante la duda saco mis 20 euritos, que es a lo que había venido.

Y ahora… ¿qué? ¿Me voy? ¿No me voy? Esos 100 euros están deseando que los adopte, lo sé, estoy segura, ¡caramba, si los estoy oyendo, si se están contoneando cual Rodolfo Langostino y me dicen aquello de yéeeeevame a caaaaasa!) ¿Qué hacer ante esos cantos de sirena? Pues lo que haría cualquiera en ese momento: fotografío el billete de marras y cuelgo la imagen en Facebook, a ver si alguien sería tan amable de prestarte un martillo. Algunas personas se ofrecen a ir donde esté y liberar a este genio verde de su particular lámpara (una de ellas hasta me ofrece un martillo hidráulico), y son tan amables que ni siquiera plantean la posibilidad de repartirnos las ganancias… O al menos, no de momento. Y entonces, alguien desde la red me advierte: hey nena, que estás rodeada de cámaras, a ver si aún tendrás problemas con la policía, que los bancos se han puesto muy tontos con lo de la crisis y tal. Otra advierte que quizás se trate de una broma, o peor aún, de uno de esos programas que siempre he encontrado terriblemente crueles: la víctima no sabe nada, la enredan, la ridiculizan, la graban sin su consentimiento, y ese público que estallaría en gritos indignados si la víctima fuera su madre o su hermana ríen a mandíbula batiente ante el escarnio público de alguien que un día, simplemente, entró en un cajero automático a por 20 miserables euros y se encontró con que tal vez podría salir con 100. 

Ante tan desagradable perspectiva y después de reflexionar unos minutos (si alguien revisa las cintas de seguridad del cajero, se preguntará en qué demonios estaba yo pensando) decido no exponerme a ser otra víctima inocente de cualquier programilla del tres al cuarto. Que una es curranta pero digna, y no va a perder los papeles por esa uva...que está muy verde. 


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