Revista Empresa

Quiero bonificar un proceso de coaching en la fundación tripartita ¿es posible?

Por Bonificate

Los textos de la Fundación Tripartita recogen con mucha frecuencia los conceptos “formación” y “enseñanza”, algo menos el de “educación” y muy esporádicamente el de “adquisión de competencias”. Creo que es importe señalar que todos estos conceptos ponen su foco en una modalidad concreta del proceso de aprender, olvidando otras modalidades y otros procesos.

En su concepto y en su funcionamiento, la FTFE trabaja sobre los conceptos “formar”, “enseñar”, “educar”, “adiestrar”, “instruir”, “adoctrinar”, “amaestrar”, “dirigir”, “encaminar” o “inculcar”. Desde esa perspectiva, el proceso consiste en que una persona proporciona a otra, mediante determiandos métodos, una serie de reglas y preceptos. Y quien recibe dichas reglas debe hacerlas suyas y demostrar que las concoce mediante algún tipo de prueba o exámen. Este modelo funciona muy bien para determinadas tipos de conocimiento.

Existe otro enfoque. Este otro enfoque trabaja más sobre conceptos como “aprender”, “prender”, “adquirir”, “ganar”, “conseguir”, “coger”, “lograr”, “hacer propio”, “tomar”, “concebir”, “comprender” o “formarse una idea”. De lo que hablamos ahora es de que las reglas y preceptos pueden ser ”tomadas” o “capturadas” por las personas porque otra persona o una experiencia vital se las señala y pone de manifiesto. Este es el modelo de trabajo que usa el coaching.

Creo que es obvio que el modelo conceptual de la Fundación Tripartita es difícilmente compatible con el modelo conceptual del coaching. Pero también la operativa de la FTFE impide que un proceso de coaching pueda ser bonificado, aunque produzca un aprendizaje, implique una enseñanza, promueva la adquisión de competencias y mejore la empleabilidad. Lo que hace que la operativa de la Fundación Tripartita sea incompatible es, en concreto, lo siguiente:

  • La obligatoriedad de anunciar con 7 días de antelación los “objetivos pedagógicos del curso” ni el “índice de contenidos”, conceptos carentes de sentido como tales en coaching.
  • El requisito de comprometer, con antelación al inicio “del curso”, las fechas, horarios y lugar de celebración de la formación. Las sesiones de un proceso de coaching sufren cambios de fecha habituales según se desarrolle el plan de acción que está ejecutando el o la coachee. También el lugar de celebración puede ser cambiante según las necesidades o la intención de la sesión.
  • La obligación de información a la RLT que puede entrar en conflicto con la premisa y obligación de confidencialidad del proceso de coaching.
  • Los módulos económicos establecidos por la Fundación Tripatita, que suelen disuadir de invertir el crédito de formación en este tipo de modalidades formativas.
José Carlos Amo.

 


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