Quiero tus residuos, los convierto en energía

Transformar en energía los residuos orgánicos de restaurantes y comedores públicos. Este es el objetivo de la empresa francesa Love Your Waste, que realiza el servicio de recogida, reciclaje y aprovechamiento energético de unos residuos que, de otra forma, acabarían desperdiciándose.

Además de luchar contra el desperdicio alimentario, la empresa demuestra que es posible llevar a cabo una democratización de la recogida de residuos al mismo tiempo que se crea energía renovable.

En sus 9 meses de vida han conseguido aprovechar 12 toneladas de residuos mensuales, o lo que es lo mismo, 2000 duchas calientes. Love Your Waste organiza la recogida de residuos y lleva a cabo labores de concienciación entre empleados y usuarios de comedores públicos.

El desarrollo de la empresa lo confían a la financiación colectiva, para ello crearon un fondo en una plataforma en la red que les permita ampliar su red a otras ciudades y barrios.

Love Your Waste forma parte de nuevas empresas con ideas innovadoras y con un claro enfoque ético, medioambiental y social (sus empleados son en su mayor parte parados de larga duración).

Love Your Waste desea despertar la conciencia colectiva sobre el desperdicio alimentario y el potencial de la reutilización de los residuos. Para ello tratan de motivar e informar a los empleados de cantinas públicas y comedores para que lleven a cabo el reciclado previo.

Cada día casi 8 millones de franceses comen en comedores públicos, estas cantinas son un lugar clave para informar sobre el desperdicio alimentario, el reciclaje, la economía circular y las energías renovables.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que un tercio de los alimentos comestibles destinados al consumo humano en todo el mundo se pierde o se desperdicia. Esta cifra representa 1,3 millones de toneladas anuales o lo que es lo mismo: 160 kilos por año y por habitante.

El coste directo de estas 1,3 miles de toneladas anuales perdidas o desperdiciadas se eleva a 1.000 millardos de dólares, 143 dólares por persona.

La mayoría de residuos se queman pese a que contienen un 80% de agua.

Según la propia FAO, el desperdicio de alimentos es responsable de la emisión de 3,3 gigatoneladas de gas de efecto invernadero anuales. Después de China y Estados Unidos, los dos grandes emisores de este gas, el desperdicio alimentario ocuparía la tercera posición de la clasificación de contaminadores mundiales.

Los alimentos producidos y no consumidos ocupan 1.400 millones de hectáreas de tierra, casi el 30% de la superficie de cultivo mundial. Además, este despilfarro y desprovechamiento de alimentos consume cada año 250 kilómetros cúbicos de agua.

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