domingo, 2 de febrero de 2025
Tecno-Feudalismo
viernes, 9 de agosto de 2024
Groucho y Chico, abogados de Puigdemont
EL REPARTO:
FLYWHEEL: Groucho Marx.
RAVELLI: Chico Marx.
PINKY: Harpo Marx.
PUCHI: El molt honorable Carles Puigdemont.
LA SECRETARIA: Laura Borràs.
MIRIAM NOGUERAS: herself.
Se abre el telón. Aparece Puchi sentado tras una mesa de
su despacho, hablando por teléfono. Por algún elemento del decorado (un busto
de Napoleón pintado con los colores de la Estelada, por ejemplo) se sugiere que
la escena sucede en Waterloo.
PUCHI: (al teléfono) Sí, Lluís, sí, asistiré a la
sesión de investidura. Te doy mi palabra ¿Cuándo he faltado yo a mi palabra?...
Bueno, sí, cuando prometí que proclamaría la república, pero aparte de eso… Sí,
cuando prometí que no la proclamaría, pero, aparte de eso…y cuando prometí que estaría
allí al día siguiente, pero, aparte de eso.... vaya cara se le debió poner al
gordo de Junqueras aquel día, por cierto. Habría pagado por verla. Ah, sí, y cuando prometí que iba a estar
presente en las elecciones… pero, aparte de eso siempre he cumplido mi palabra,
¿no?... Ah ¿No? ¿Qué cinco mil euros que te dije que te devolvería?... ah, eso…
Es que, Lluís, compréndelo, la independencia no sale gratis… tots hem de fer
sacrificis. Oye, te prometo una cosa: cuando hagamos efectiva la independencia
y yo sea otra vez President de la Chene de pleno derecho, cambiaré el himno
oficial, dels Segadors, a L’Estaca… la de royalties que vas a cobrar, cabrón.
Oye, que te doy mi palabra ¿Cuándo he faltado yo a mi palabra? ¿Lluís? ¿Lluís?
Vaya, ha colgado. Y sin despedirse.
Entra la secretaria.
SECRETARIA: Molt Honorable President, ha venido a verle el
señor Flywheel.
PUCHI: ¿Quién?
SECRETARIA: Su abogado, Molt Honorable President. El señor
Flywheel, del bufete Flywheel and Company. Con dos ayudantes.
PUCHI: Aquí debe haber un error. Mi abogado es el panchito
ese ¿cómo se llama? Boye, o algo parecido…
SECRETARIA: Ya no, Molt Honorable President ¿No se acuerda? Renunció.
Dijo que estaba hasta los collons de que él le aconsejara algo y usted hiciera
lo que le daba la gana. Tuvimos que buscarle otro…
PUCHI: Qué contrariedad. Y ¿qué hace ahora el panchito ese?
SECRETARIA: No lo sé. Creo que se fue a Turquía, Molt
Honorable President.
PUCHI: Habrá ido a hacerse un injerto de pelo. Ya le
conviene, ya, porque además de feo y sudaca, es más calvo que el chocho de una
Barbie. No sé cómo se me ocurrió contratarlo como abogado.
SECRETARIA: Porque era el único que aceptó hacerse cargo de
su caso, Molt Honorable President. Por una morterada, eso sí.
PUCHI: no te preocupes por eso, que lo pagan los pringad… los patriotas de pedra picada que hacen donaciones al Fons de Resistència. Cataluña está llena de pringad… de patriotas dispuestos a sacrificarse por el país. Incluso si el sacrificio implica rascarse el bolsillo. Que ya sabemos que eso, para un catalán, es muchísimo sacrificio.
SECRETARIA: Pues menos mal, porque el alquiler de este
palacete con piscina en Waterloo no es moco de pavo.
PUCHI: Y mira que hay abogados de campanillas en Barcelona,
y que ninguno haya querido aceptarme como cliente… botiflers, que son todos
unos botiflers. Traïdors a la Pàtria. Pero esos Flywheel no me suenan ¿Son
buenos?
SECRETARIA: No le sabría decir, Molt Honorable President.
Buena fama, lo que se dice buena fama, no tienen. Pero son los únicos que han
aceptado hacerse cargo del caso.
PUCHI: Por una morterada, imagino.
SECRETARIA: Por morterada y media. Pero es que ni pagándoles
lo mismo conseguíamos a nadie. Un abogado de Barcelona llegó a decir que no
tocaba ese asunto ni con un palo de dos metros.
RAJOY: Está bien. Quin remei. Que pasen, que pasen.
Entra GROUCHO, en el papel de Flyhweel, seguido de CHICO,
en el papel de Ravelli, y HARPO, en el papel de Pinky. Avasallando, los tres se
suben al escritorio, rodeando a Puchi.
GROUCHO: ¡Más madera! ¡Es la guerra! ¡Paren las rotativas!
¡Mi cliente no contestará ninguna pregunta si no es en presencia de su abogado!
CHICO: Pero jefe, si usted es su abogado, y está presente.
GROUCHO: ¿Puede usted demostrar eso?
CHICO: Pues… ¡telegrama para el señor Flywheel! ¿dónde está
el señor Flywheel?
GROUCHO: ¡Aquí! ¡Presente!
CHICO: ¡Ajá! ¿Lo ve? Ha dicho presente. Luego está presente.
GROUCHO: Puedo haber mentido. Al fin y al cabo, soy abogado.
En fin… ¿quién es el pollo al que tengo que desplumar, digo representar?
SECRETARIA: Oiga, un respeto. Su representado es el Molt
Honorable President de la Generalitat de Catalunya.
GROUCHO: Caramba, vaya título más largo para un pollo tan
bajito ¿Ya le cabe? A usted sí le cabría. Vaya pedazo de mujer. Parece una
jugadora de baloncesto subida a un taburete.
SECRETARIA: Oiga, no sea tan grosero.
GROUCHO: ¡Vaya! ¿me ha oído desde ahí arriba? Pero dígame, ¿usted no es la consellera que guindó tanto dinero en contratos públicos? ¿De cuánto dinero estamos hablando? ¿quiere usted casarse conmigo? conteste a la primera pregunta.
SECRETARIA: Varios millones, según el juez. Pero eso es un infund...
GROUCHO: ¿Varios millones? ¿Es que no se da cuenta de que estoy diciendo que la amo? casémonos inmediatamente. Usted paga la boda.
Mientras tanto, Harpo ha sacado del interior de su
gabardina un sillón de barbero, ha obligado a Puchi a sentarse en él, le ha
envuelto en una sábana ajustada al cuello y, con unas enormes tijeras que también
ha sacado del interior de su gabardina, se dispone a cortarle el flequillo…
PUCHI:¡Oiga! Pero ¿Qué hace? ¡El flequillo no!
GROUCHO: Ay, qué muchacho. Es que le gusta tomar el pelo a
la gente. En eso se parecen, es lo que usted ha hecho con todos los catalanes.
Y algunos encima le ríen la gracia…
PUCHI: ¡Oiga! ¿qué insinúa?
GROUCHO: Yo soy como TV-3 o el diario Ara: mientras usted me
pague bien, yo insinúo lo que quiera. Y a la giganta del pi esa de ahí, también
le insinúo lo que quiera, y gratis. Siempre y cuando alguien me preste una
escalera (canta) para subir al madero para quitarle los clavos a Jesús
el nazarenooo…
CHICO: No cante eso aquí, jefe.
GROUCHO: ¿Por qué no? ¿no hay sequía en Cataluña? ¿No
quieren que llueva?
CHICO: Sí, pero es una canción muy charnega de Serrat, que
también es charnego, y a los de aquí no les gusta lo charnego…
GROUCHO: Ah, bueno, pues entonces les cantaré la estaca, que
es más catalana com cal y más sugerente. ¿Quieres que te meta la estaca,
vaca mía?
SECRETARIA: Per Déu, qué desagradable es usted…
GROUCHO: ¿Verdad? Y eso que no me ha visto desnudo… todavía.
Pero la noche es joven.
PUCHI: Bueno, dígame, ¿Cómo va a defender mi caso, señor
Flywheel?
GROUCHO: En primer lugar, lavaremos su imagen (se remanga)
Ravelli, traiga una manguera y veinte litros de lejía. Esto va a ser un trabajo
duro…
CHICO: Esto no se lava ni con cien litros de lejía, jefe.
GROUCHO: Bueno, siempre podemos hacerle un cambio de imagen
(a Harpo) Muchacho, cámbiale la imagen.
Harpo asiente, saca un gran mazo de madera de la
gabardina y le propina a Puchi un contundente mazazo.
PUCHI: ¡Ay!
GROUCHO: He dicho que se la cambies, no que se la deformes.
La idea es que se le vea mejor.
Harpo hincha los carrillos y sacude la mano, expresando
que eso es muy difícil.
GROUCHO: Míralo por el lado bueno. Ha quedado tan mal con
todo el mundo, que peor no puedes dejarle.
De pronto Harpo tiene una idea, saca una bolsa de papel
del interior de la gabardina, le practica dos agujeros para los ojos y cubre
con ella la cabeza de Puchi, y pinta sobre ella una boca sonriente.
GROUCHO: Buena idea, así mejora mucho. Pero debería vérsele
la cara. Es un capricho: la gente quiere saber cómo la tiene.
CHICO: Pues yo diría que bastante dura.
GROUCHO: Es cierto, en esa cara se podrían partir almendras.
(a Harpo) Bueno, tú haz lo que puedas.
Harpo asiente, le quita la bolsa de la cabeza a Puchi, le
encasqueta una barretina hasta las orejas, le embadurna la cara con espuma y
procede a afeitarle.
PUCHI: (por entre la espuma de jabón) Pero oigan, yo
no les he contratado para mejorar mi imagen. Lo que quiero es que me apliquen la
amnistía de una puta vez…
GROUCHO: Eso es fácil. Diga que lo de la independencia fue
de mentira.
PUCHI: Eso nunca.
CHICO: Es que fue de mentira…
PUCHI: Durante cinco segundos, fue de verdad.
GROUCHO: Pues diga que no fue su responsabilidad, que usted
no es president de la Generalitat.
PUCHI: ¡Es que lo soy!
GROUCHO: Desde que usted se largó a Waterloo, se han elegido
dos presidents más, y ahora ya son tres.
PUCHI: Pero yo soy el único President legítimo.
GROUCHO: ¿Alguien se cree eso cuando lo dice?
PUCHI: Claro que sí ¿Quién piensa usted que me da dinero para que
pueda vivir en este palacete?
GROUCHO: Caramba, tiene
usted montada la estafa más fina de la historia.
PUCHI: no es una estafa: nunca renuncié al cargo, y nunca
traspasé el poder. Luego, sigo siendo el presidente legítimo.
GROUCHO: Ah, un tecnicismo pillado por los pelos. Asombroso
¿y le funciona? Se merece usted el título de Águila de la Ley más que yo.
CHICO: Jefe, a usted no le llaman el águila de la ley. Le
llaman el buitre de los juzgados.
GROUCHO: Bah. Otro tecnicismo ¡Basta! ¡A trabajar! ¿Dónde
está esa gigantesca beldad?
Entra Miriam Nogueras.
MIRIAM NOGUERAS: ¿Alguien me llamaba?
GROUCHO: ¡Dios santo!
¡Ravelli, avise al zoológico, rápido! ¡Dígales que se han dejado abierta una
jaula!
MIRIAM NOGUERAS: ¡Qué desagradable y zafio es usted! ¡Seguro
que es español!
GROUCHO: Ravelli, saque a esa cosa de aquí o tendré
pesadillas por la noche.
Chico se marcha con Miriam Nogueras. Groucho coge el
teléfono.
GROUCHO: ¿Oiga? Es usted
la secretaria que parece una jugadora de baloncesto subida a un taburete?
SECRETARIA: ¿Ahora qué quiere?
GROUCHO: Lo primero, saber si está usted vestida
adecuadamente. Si no lo está, venga aquí ahora mismo. Si lo está, vaya a
desnudarse. Y de paso encargue un refrigerio, que tenemos almuerzo de trabajo:
traiga cuatro raciones de jamón de Jabugo, cuatro raciones de langostinos,
cuatro raciones de esqueixada de bacalao, cuatro raciones de butifarra con
mongetes, cuatro botellas de ratafia, cuatro de whisky, cuatro de cava…
HARPO: (toca la bocina) Moooc, Moooc…
CHICO: Y dos huevos duros.
GROUCHO: Y dos huevos duros. También ponga cuatro relojes de
pulsera con diamantes, cuatro toneladas de confeti, cuatro deportivos
descapotables, cuatro fiestas de cumpleaños con payasos, cuatro viajes al
Caribe con los gastos pagados…
HARPO: (toca la bocina) Moooc, Moooc…
CHICO: Y dos huevos duros.
GROUCHO: Y dos huevos duros. Póngase usted un bikini,
tiéndase sobre una bandeja de plata y haga que nos la traigan con el resto.
Mande la factura al Fons de Resistència, estoy seguro que los aguerridos
patriotas catalanes la pagarán con gusto. (cuelga) Bueno, ¿Por dónde
íbamos?
CHICO: Quería ponerse a trabajar…
GROUCHO: ¿En serio? Debía estar enfermo y deliraba… Bueno,
en fin, tenemos que preparar nuestra línea de defensa. Y la mejor defensa
siempre es un buen ataque. Así que empezaremos por querellarnos contra todo el
mundo. …
PUCHI: Pero yo no quiero querellarme. Sólo quiero que me
amnistíen. Y que me reconozcan como el legítimo President, para poder cobrar la
pensión.
GROUCHO: No sea pesado, hombre. Todo lo que tiene que hacer
es permanecer callado. Así se olvidarán de usted pronto.
PUCHI: ¿Callado? ¡Nunca! ¡Yo soy la voz de la Cataluña
oprimida! ¡No nos callarán nunca! ¿Me oye? ¡Nunca!
Harpo le tapa a Puchi la boca introduciéndole la brocha
de afeitar.
GROUCHO: Bien hecho, muchacho. Veo que has comprendido mi
línea de defensa. (coge un papel de encima de la mesa de Puchi) Vaya,
¿qué es esto?
CHICO: (coge otro papel igual) Es el programa del
procés por la independencia de Cataluña.
GROUCHO: Ah, ¿Y qué dice?
CHICO: Dice que no le costará ni un duro a los catalanes.
GROUCHO: Vaya trola más gorda. Eso es una prueba en contra
de nuestro cliente. Hay que destruirla (rompe un trozo del papel. Chico hace
lo mismo) ¿Cuál es la siguiente cláusula?
CHICO: Readmisión inmediata de Cataluña en la Unión Europea.
GROUCHO: Otra trola. Esto también hay que destruirlo (rompe otro
trozo. Chico hace lo mismo) ¿Qué dice a continuación?
CHICO: No se tocarán las pensiones ni el sistema público de
Seguridad Social.
GROUCHO: Esto también fuera (rompe otro trozo. Chico hace
lo mismo) ¿Siguiente cláusula?
CHICO: La siguiente habla de los impuestos recuperados ¿se
lo leo?
GROUCHO: No hace falta. Seguro que no dice lo que debería
decir (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo). ¿Siguiente cláusula?
CHICO: No sé… ¿qué le parece si…? (hace ademán de
romperlo).
GROUCHO: Me fio de su palabra (lo rompen los dos al
unísono. Ya solo queda una tira muy estrecha de papel).
CHICO: Ya sólo queda una promesa electoral.
GROUCHO: ¿Y cuál es?
CHICO: Dice: “La parte contratante de la primera parte será
la parte contratante de la primera parte”.
GROUCHO: Bueno, eso sí lo pueden cumplir (le pone el
trocito de papel a Puchi en el bolsillo. Harpo lo ha atado a la silla con el
cable del teléfono, y lo mantiene amordazado con la brocha en la boca)
Tenga, buen hombre, y no me lo agradezca. Para mí es suficiente recompensa la
gran cantidad de dinero que me va a pagar por la minuta.
Entra una comitiva de camareros de librea, portando
bandejas con todo lo que ha pedido Groucho antes, incluida Laura Borràs en
bikini, tumbada sobre una bandeja de plata particularmente larga.
GROUCHO: Ah, no, aquí no. Llévenlo todo a la piscina, si son
tan amables. El president ahora está muy ocupado y no debe ser molestado.
CHICO: Sí, tiene que trabajar por el bien de Cataluña.
HARPO: Moooc, Moooc (toca la bocina).
CHICO: Y por dos huevos duros.
GROUCHO: Y por dos huevos duros.
Los hermanos Marx salen, seguidos por toda la comitiva de
camareros, dejando solo en escena a Puchi, atado a la silla, con el babero
blanco y la brocha de barbero en la boca. Telón.
martes, 1 de febrero de 2022
Eurovisión, o la normalización de la deshonestidad
Que la selección, supuestamente democrática, de la cancioncilla que se va a enviar a concursar en Eurovisión esté tan obviamente amañada que todo el mundo se haya dado cuenta no tiene, en principio, mayor trascendencia. De la misma forma que un premio literario convocado por una editorial esté tan obviamente amañado (no diré nombres, tampoco hace falta: la descripción le cuadra a varios, convocados por distintas editoriales, y todo el mundo lo sabe, porque todo el mundo se da cuenta) que resulte obvio que sólo sirve para que la editorial en cuestión promocione al escritor (más frecuentemente escritora) que le parece mejor (indefectiblemente, alguien famoso por salir en los mass media y/o perteneciente a la cuadra de la editorial en cuestión), tampoco. Total, se trata de una cancioncilla que, aunque gane, está condenada al olvido eterno tras unas cuantas semanas de machaque en las emisoras de radio. O de una novela cuyo destino, también, es el olvido eterno, tras unas semanas en el ranking de los más vendidos. Muy lejos quedan los tiempos en los que los premios avalaban obras de tanta trascendencia histórica como Nada, de Carmen Laforet, o Los mares del Sur, de Vázquez Montalbán, es cierto. Pero conviene no olvidar que hoy en día se llevan las novelas kleenex, de usar y tirar; como conviene no olvidar que las editoriales son, al fin y al cabo, empresas privadas dedicadas al muy legítimo propósito de obtener beneficios monetarios, para las que un premio supone una inversión económica importante, y tienen perfecto derecho a rentabilizar esa inversión como mejor les parezca, y a promocionar los productos que supongan más promocionables. Es su negocio, es su dinero y no le hacen daño a nadie.
O quizá sí.
sábado, 9 de octubre de 2021
Premios No-Nobel: quince escritores que no ganaron el Nobel
Pues ya hay nuevo premio Nobel de literatura, y, como cada año, no es Murakami; y, como cada año también, o casi, es alguien de quien nada puedo decir porque nada sé, ni siquiera que existiera. Es como un chiste recurrente, cansino a fuerza de repetitivo. Bueno, son dos chistes.
sábado, 18 de septiembre de 2021
nuevas entradas para una ampliación del Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce
B
Banco
Mueble sin partes
acolchadas en el que pueden sentarse a la vez varias personas, mientras el
susodicho las despoja de cuanto dinero puedan llevar encima.
C
Caimán
En Cuba, reptil anfibio de
la familia de los aligatóridos que se va para Barranquilla.
Coño
Órgano urogenital
alrededor del cual suele encontrarse una persona del sexo femenino. No tiene
funciones neuronales, pero, según algunos entendidos (principalmente,
tertulianos) puede sufrir enajenación mental; en ese caso, a la persona que
tiene alrededor se la suele llamar “loca del coño”.
F
Feminista
En origen, adjetivo con el
que se denomina a las mujeres (en raras ocasiones, también, a algunos hombres)
que sostienen la creencia de que hombres y mujeres deben ser iguales en todos
los niveles, y muy particularmente, en el económico, cultural, jurídico,
político y social. Con la popularidad, el uso y el paso del tiempo, el adjetivo
ha ido diversificando sus significados, ya que ha pasado a ser utilizado por
determinados colectivos, en determinados momentos, para calificar cosas muy
distintas, y aun antagónicas. Ejemplos:
a) Forma en que se autodenominan determinados hombres que están dispuestos
a hacer cualquier cosa para que nadie les robe protagonismo, y menos que nadie,
una mujer.
b) Forma en que se autodenominan determinados hombres, en
la creencia de que eso les facilitará conseguir favores sexuales de las
mujeres.
c) Forma en que se autodenominan determinadas mujeres de
clase media alta o superior, que teniendo escaso o ningún conocimiento del
significado original del término, quieren estar a la moda, en la creencia de
que el feminismo lo es.
d) Forma en la que se autodenominan determinadas
neolingüistas orwellanas, de distinto nivel de furibundez.
f) En algunos sectores sociales (de notable sesgo
masculino, aunque no únicamente) mujer fea y/o lesbiana.
g) En algunos sectores sociales (de notable sesgo
masculino, aunque no únicamente), supremacista sexual (véase “feminazi”).
L
Lesbiana
1.
Mujer que siente preferencia sexual por otras
mujeres. En rigor, se trataría de una mujer homosexual, pero la mala interpretación
de la raíz griega “homo” (igual, lo mismo), erróneamente confundida con la
palabra latina “homo” (hombre, varón) lleva a que no se les aplique la
definición “homosexual”, que ha quedado circunscrita a los hombres que sienten
preferencia sexual por otros hombres, y a las mujeres que no son lesbianas.
2.
En algunos sectores sociales (de notable sesgo
masculino) denominación que reciben aquellas mujeres que se resisten
incomprensiblemente a las propuestas de carácter sexual de un varón.
Lgtbi
Neologismo de complicada,
difícil y enojosa pronunciación, con la que algunas personas cuyo principal
rasgo identitario es no ser heterosexuales se vengan del agravio de constituir
una minoría obligando al común de la población a pronunciarla, sin parar
mientes ni en los peligros que ello comporta de sufrir calambres en la glotis ni
en lo mucho o poco que a los otros les importe con quién se acuestan (salvo en
el caso de que sea con niños o animales, lo cual constituiría delito). Algunos
intentos de sustituir el término por otro de más eufónica pronunciación (ej.:
“travelomaribollo”) no han logrado arraigar, y aún han llegado a ser
considerados como ofensivos (véase: “ofensa”).
Liberal
En economía, persona que
defiende que los mercados son entes titulares de derechos, y que éstos son más
importantes y merecen mayor protección que los de las personas físicas.
N
Nación
Porción de terreno que se toma
por diferente del resto, en función de criterios por completo arbitrarios, el
principal de los cuales es ser el lugar de nacimiento de una porción del género
humano que se toma por diferente del resto, según criterios asimismo
completamente arbitrarios, el principal de los cuales es haber nacido en la
antedicha porción de terreno.
Nacionalista
Persona que cifra su importancia
como ser humano a haber nacido en algún sitio, en la creencia de que eso le
hace especial, diferente y, con frecuencia, superior a los que han nacido en
otro sitio. Es frecuente que desarrolle o mantenga animadversión hacia estos,
tanto más virulenta cuanto mayor sea su proximidad geográfica, animadversión
que se suele exacerbar si los otros también son nacionalistas de lo suyo. Aunque
los que más animadversión le suscitan son los que sostienen que haber nacido en
algún sitio es algo tan común y carente de mérito que tiene poca o ninguna
importancia.
O
Ofendidito, a
Diminutivo con el que se
denomina a una persona con tendencia a ofenderse por cualquier nimiedad. La
concordancia del diminutivo se da tanto con la causa de la ofensa como con la
capacidad intelectual del que se da por ofendido.
Ofensa
Cualquier frase u
expresión, formulada por cualquier persona o colectivo, en cualquier momento o
lugar. Siempre habrá alguien susceptible de sentirse ofendido por ella (véase:
“ofendidito”).
P
Polla
Órgano urogenital a un
extremo del cual suele encontrarse una persona del sexo masculino. No tiene
funciones neuronales; sin embargo, algunos de los individuos situados a su
extremo tienen tendencia a utilizarlo en sustitución del cerebro. En ese caso,
de esa persona se suele decir que “piensa con la polla”.
R
Revolucionario, a
sust/adjt. con el que se
denomina a (o, más frecuentemente, se autodenomina) una persona joven, perteneciente
a la pequeña burguesía o clase superior, que presume de defender los intereses
de las clases inferiores, en la esperanza de que, si éstas finalmente se
rebelaran, le mantendrían sus privilegios o le reconocerían unos nuevos, en
agradecimiento por los servicios prestados.
T
Tertulia
1: Nombre que recibe una
región selvática situada al noroeste de Brasil, de donde son originarios cierta
subespecie de monos, llamados por esta razón macacos de Tertulia, que tienen la
curiosa costumbre de agruparse formando círculos para lanzarse, unos a otros, los
excrementos que, previamente, han defecado en su mano.
2: Cónclave en el que se
reúnen diversos individuos sin conocimientos destacables sobre ninguna materia
en particular, para lanzarse los unos a los otros, y de forma más o menos
agresiva, sus respectivas opiniones sobre cualquier materia, generalmente a
cambio de una compensación económica. Estos cónclaves suelen ser públicos. Si
se publicitan por audio se denominan “Tertulias radiofónicas”, y si lo hacen
por medios audiovisuales, “Tertulias televisivas”.
Tertuliano
Adjetivo compuesto por la
contracción de los términos “tertulia” (véase) y “ano”, con el que se denomina
a los que participan en las primeras, con el fin de lanzar las opiniones que
excretan por el segundo.