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Radio encubierta (Richard Curtis, 2.009)

Publicado el 07 abril 2011 por Rugoleor @rugoleor


Radio encubierta (Richard Curtis, 2.009)

5,289

 

Estadísticas:

Crítica: 6,777 Público: 6,890 España: 3,982 Rugoleor: 5,289

Espectadores: 26.494 Recaudación: 160.361,01 € Visitas: 0 Popularidad: 0,00%

 

Ficha:

Título original: The Boat That Rocked

Director: Richard Curtis

Guionista: Richard Curtis

Intérpretes: Phillip Seymour Hoffmann, Bill Nighy, Kenneth Branagh, Emma Thompson, Rhys Ifans, Nick Frost, Gemma Arterton, January Jones, Tom Sturridge

Productores: Hilary Bevan Jones, Tim Bevan, Eric Fellner

Fotografía: Danny Cohen

Música: Hans Zimmer

Montaje: Emma E. Hickox

Nacionalidad: Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Francia

Año: 2.009

Duración: 136 minutos

Edad: 7 años

Género: Comedia, Drama, Musical, Romántica

Distribuidora: Universal Pictures International Spain, S. L.

Estreno: 29-05-2.009

WEB Oficial:

 

Sinopsis:

En 1.966, sin duda alguna la época del mejor pop inglés, la BBC sólo emitía dos horas de rock and roll a la semana. Pero las radios piratas inundaban el país con rock y pop 24 horas al día. Y 25 millones de personas, más de la mitad de la población, escuchaba cada día a los piratas. Carl acaba de ser expulsado del colegio, y su madre decide que pase algún tiempo con su padrino Quentin. Pero da la casualidad de que Quentin es el jefe de Radio Rock, una emisora pirata instalada en un barco en el mar del Norte, formada por un ecléctico grupo de pinchadiscos. Pero las emisoras piratas han llamado la atención del ministro Dormandy, que decide ir a por esos ilegales. En una época en la que el poder ahoga cualquier cosa que se asemeje a la exuberancia juvenil, Dormandy no deja pasar la oportunidad de meter un gol político. La aprobación del Acta de Infracciones Marinas es una buena excusa para acabar con los piratas y su nefasta influencia en el país. El resultado es, literalmente, una tempestad en alta mar. Los seguidores de la emisora, consternados, se echan al mar a medianoche en una operación de rescate al estilo “Dunkerque” para salvar a sus héroes. Pero el rock and roll nunca muere.

Comentario:

Richard Curtis (“Love Actually”) rinde su particular tributo a aquellas emisoras de radio que, en los años 60, lanzaron el rock sobre las islas británicas (en contraste con la BBC, que sólo emitía dos horas de rock a la semana). La emisora en cuestión emite desde un barco con Dj’s como Philip Seymour Hoffman, Rhys Ifans, Nick Frost o Bill Nighy. Tom Sturridge es el adolescente que emprende a bordo un viaje iniciático, mientras que Kenneth Branagh encarna al peor enemigo de todos ellos.

Crítica:

01.06.2009 – ANTON MERIKAETXEBARRIA

Rocanroleando

Con “Radio encubierta” -título español del más ajustado original “The Boat that Rocked”- estamos ante una alegre comedia musical, orquestada en torno a dos temas siempre de actualidad: la radio y la piratería. Porque la película del realizador británico Richard Curtis -guionista de “Notting Hill” y director de “Love Actually”- logra de alguna manera sintonizar con los dimes y diretes de la gamberra tripulación de una radio pirata, emitiendo a bordo de un barco fondeado en el mar del Norte, allá por los años 60. Película que guarda cierta relación con filmes musicales de tanto encanto como “Qué noche la de aquel día! (“A Hard Day’s Night”, 1.964) o “¡Socorro!” (“Help!”, 1.965), ambas del hoy olvidado Richard Lester.

Así que los pinchadiscos que desfilan por la película, además de hacer el ganso con un desopilante sentido del humor, aportan el imprescindible tono de rebeldía consustancial con los gustos de la época. Divinos ‘disc jockeys’, encarnados por actores de tanto prestigio como Philip Seymour Hoffman (oscarizado por “Capote”, 2.005), cabeza visible de un estupendo reparto, en el que también figuran Kenneth Branagh (en el papel de un represor y pijotero ministro) y una casi irreconocible Emma Thompson (como una mamá la mar de peculiar). Asimismo atesora homenajes a célebres DJ, al estilo de Antonio Jorge Aníbal, Romina Cohn o Matthias Paul -entre los que habría que incluir al rocanrolero bilbaíno José María Íñigo-, y a una excelsa galería de rockeros y cantantes pop, capaces de fascinarnos con sus maravillosas melodías.

Porque “Radio encubierta” derrocha simpatía por sus cuatro costados, gracias a las peripecias de un selecto grupo de locos por la música, en trance de vivir los mejores años de sus vidas. «A los gobiernos no les gusta que la gente se sienta libre», afirma uno de los protagonistas del filme; sin embargo, deben saber que siempre habrá jóvenes que tengan sueños y que sepan trasladar esos sueños a la música popular.

25.09.2009 – JOSU EGUREN

Y la nave va

No hace falta escarbar en la ficha técnica de “Radio encubierta” para saber que detrás de todo el tinglado anda un fenómeno llamado Richard Curtis, el guionista de las taquilleras “Cuatro bodas y un funeral” y “Love Actually”, porque el segundo trabajo como director del escritor británico comparte con todas las anteriores el descarado interés por un humor amable, algo sentimentaloide, que se hace fuerte en la retina del espectador gracias a sus fuertes dosis de optimismo.

Quemada la etapa irónica y mordaz de “The Black Adder”, la mítica serie de televisión en la que creció como guionista, Curtis se ha distinguido por llevar a la gran pantalla repartos corales en los que varios actores se reparten el brillo; aunque, oído lo visto, es evidente que en “Radio encubierta” se han mimado las líneas de Kenneth Branagh, Philip Seymour Hoffman y Rhys Ifans. El intérprete shakespiriano, en su versión más histriónica, es el encargado de dar la replíca, desde tierra adentro, a toda esa armada de DJ’s piratas que en los años 60 escandalizaban al Gobierno británico, mientras en España oteabamos el mundo a través del NO-DO, prolongando los efectos de una brecha musical que aún perdura. Para disfrutar de “Radio encubierta” hay que caminar a ciegas por los surcos de David Bowie, Small Faces, The Beach Boys o Dusty Springfield, porque la banda sonora es la cal con la que Curtis oculta algunos de sus errores y maneja el ritmo desacompasado de la cinta. Imágenes nostálgicas de la trepidante “A Hard Day’s Night” de Richard Lester, se remezclan con pistas visuales, de evidente toque sesentero, en las que Curtis muestra su predilección por las ‘split-screens’, para ilustrar esta pequeña e inofensiva fábula sobre un barco llamado Libertad que finalmente deviene en Titanic.

No está mal la película, sobre todo si estamos buscando completar una colección de vinilos en las que ya estén presentes títulos como ‘This is Spinal Tap’, ‘Alta Fidelidad’ y ‘Almost Famous’.


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