Se desconocía hasta este fin de semana quién sería el rival socialista de Mariano Rajoy, pero por sentido común el partido elegirá a Susana Díaz, la presidente actual de la Junta de Andalucía.
Porque quien se presentó este viernes como su único rival es un perdedor: Francisco Javier (Patxi) López Álvarez, que fracasó en su reelección como presidente del gobierno vasco. ¿Cómo va a gobernar a los 46 millones de españoles quien no fue capaz de ganar para ser reelegido pata los 1,8 millones de vascos de Euskadi?
En los partidos es fundamental aportar triunfos electorales, y Susana Díaz, de 42 años, consiguió repetir mandato en el gobierno de Andalucía con apoyo de Ciudadanos en las elecciones de 2015 tras relevar a José Antonio Griñán, que había renunciado en 2013 envuelto en acusaciones de corrupción.
Díaz, licenciada en derecho a duras penas porque siendo de origen humilde trabajaba mientras estudiaba, según afirma, heredó los problemas de esa corrupción socialista y sindicalista.
Pero no parece que el PP vaya a ensañarse con ella por esta causa: tiene sentido de Estado y será una rival fácil para Rajoy, porque su verbo florido resulta hueco fuera del socialismo andaluz.
Patxi López, 57 años, debe ser visto como un fracasado del PSE en el País Vasco y del constitucionalismo; al contrario que Díaz, ni siquiera acabó su carrera de ingeniero industrial.
Es un perdedor para el constitucionalismo porque, habiendo llegado a Lendakari gracias el apoyo del PP desde 2009 a 2012 defendiendo la idea de España, dilapidó el mandato acercándose tanto a los nacionalistas que parecía uno de ellos, mientras traicionaba a los populares.
Los vascos volvieron con el PNV, y él se fue a Madrid, donde actuó con torpeza y desconcierto como presidente del Congreso entre las elecciones generales de 2015 y de junio de 2016.
El acierto del PSOE: haber taponado la vía de agua que era Pedro Nono Sánchez, un tarugo como el de Pablo Manuel Iglesias.
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