Revista Cultura y Ocio

Randy Travis, el country y el gospel caminan de la mano

Publicado el 17 marzo 2016 por Eduardodefrutos

Randy-Travis
Randy Bruce Traywick nació en Carolina del Norte en 1959. Su padre era muy fan de los grandes del country de la época, Hank Williams o George Jones entre ellos, e inculcó este amor a sus hijos. Así, Randy empezó a tocar la guitarra a los nueve años y a cantar en el coro de la iglesia, y constituyó con su hermano el grupo The Traiwick Brothers. Tras una adolescencia en la que tuvo algunos problemas con la justicia, a finales de los 70 se dedicó de lleno a la música y dejó su vida anterior.
Su carrera despegó con su álbum Storms of Life (1986), un notable éxito de ventas. Al año siguiente llegó Forever and Ever, Amen (ya escuchada aquí). A partir de los 90 diversificó su carrera con el cine y la televisión, y apareció en Legítima defensa (1997), de Francis Ford Coppola. La década siguiente se dedicó fundamentalmente al gospel. La industria del country lo tenía por un artista demasiado tradicional y su éxito en el género estaba decayendo. Se retiró en 2013 tras sufrir un derrame cerebral.
Three Wooden Crosses es un tema country-gospel escrito por Kim Williams (sirva esta canción como homenaje a este letrista, fallecido el pasado mes) y Doug Johnson. Travis la grabó en 2002 para su álbum Rise and Shine, y un año después recibió el premio a la Canción del Año de la Asociación de Música Country.
Narra un viaje en autobús nocturno hacia México, en el que van montados un granjero de vacaciones, una profesora que quiere emprender sus estudios de educación superior, una prostituta y un predicador que están buscando almas perdidas (cada uno a su manera). Entonces ocurre un accidente y tres de ellos mueren (“no se trata de lo que te llevas de este mundo, sino de lo que dejas cuando te vas: el granjero dejó una cosecha y la fe en el corazón de su hijo, la profesora dejó sabiduría en la mente de muchos niños”).
En principio no sabemos la identidad del tercer fallecido, la prostituta o el predicador, y solo al final nos enteramos de que la superviviente es la primera, a la que el predicador moribundo le dio una Biblia para que se redimiera y tuvo un hijo que se hizo predicador que, casualmente, es el narrador de la historia.

Escuchemos ahora a Randy Travis acompañado por Josh Turner.


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