Receta fácil de tarta de queso y fresas sin horno

Este tipo de tartas de queso tienen una receta fácil de elaborar, y siempre quedan muy buenas, ya que tienen una textura y sabor incomparable. En esta ocasión he querido aprovechar la gran temporada que tenemos de fresas para hacer una tarta muy tradicional, se trata de un pastel de queso y fresas.
Este tipo de pasteles son ideales ya que admiten mucho juego en los ingredientes, puedes añadir la fruta que prefieras y así cambiar totalmente el sabor con la misma receta. Respecto al queso que se utiliza es del tipo de untar, ya sabes de ese que tiene nombre de ciudad Norteamericana (Philadelphia), aunque no tiene que ser este en particular, puedes utilizar cualquier otro que encuentres en tu supermercado, pero que sea de sabor neutro, ya que los hay de muchos sabores.
Una de las cosas buenas que tiene esta elaboración es la simplicidad, ya que no tienes que preocuparte del horneado, solo tienes que dejarla en el frigorífico y listo, recuerda que al menos 6 horas, pero si son mas mejor, yo las suelo preparar de un día para otro.
Respecto al espesante puedes utilizar gelatina neutra, ya sea en polvo o en láminas. Si utilizas las láminas tendrás que dejarlas a remojo en agua antes de utilizarlas, luego las diluyes en caliente. 

También puedes utilizar cuajada o cuajo para espesarla, de echo en este mismo blog puedes encontrar varias recetas elaboradas con cuajada, pero como he recibido muchos correos de seguidores que tienen problemas para conseguir este tipo de espesante en sus países, he querido utilizar un espesante que les sea fácil de conseguir.

Bueno no creo que me quede nada mas por decirte, solo que disfrutes de esta gran tarta y que te endulce la vida. No olvides dejarme un comentario que ten por seguro que estaré pendiente de tu opinión.

Tiempo:

15 minutos + 6 horas reposo

Valor Calórico:

alto

Dificultad:

baja

Cantidad:

12 personas

Ingredientes

• 700 g de queso de untar
• 700 g de nata líquida o crema de leche
• 200 g de azúcar
• 13 g de gelatina en polvo o 7 láminas de gelatina
• 300 g de mermelada de fresas
• 250 g de fresas

Para la base

• 36 Galletas tostadas
• 110 g de mantequilla

Preparación

• Lava las fresas y les cortas el tallo.
• Calienta la mantequilla en el microondas hasta que este derretida.

Elaboración

Rompe las galletas en trozos y las echas en el vaso de la trituradora.
Las trituras hasta que no queden trozos grandes.
Échalas en un bol y añade la mantequilla derretida.
Lo remueves bien con una cuchara hasta que toda la galleta esté bien empapada.
Ahora ya puedes hacer el pie de la tarta.
En un molde desmontable echa un poco la mezcla de galleta y mantequilla.
La vas apretando con una cuchara para que quede compacta.
No eches mucho a la vez.
Sigue echando y apretándolo bien para que te quede una base compacta.
Cuando la hayas echado toda procura que te quede uniforme.
Introduce el molde en el frigorífico y lo dejas reposar unos 30 minutos.
Ahora echa las fresas en la trituradora,
Las trituras bien hasta que no queden grumos ni trozos grandes y las reservas.
Vierte nata líquida o crema de leche en un vaso y añades la gelatina en polvo.
Lo remueves con una sobre un minuto y lo reservas.
Si se te queda grumos no te preocupes.
Pon una cazuela a fuego medio y echa el resto de nata líquida o crema de leche.
Añade también el queso de untar y el azúcar.
Remuévelo con una paleta para que se mezcle.
Si te quedan grumos no te preocupes.
Añade las fresas trituradas que habías reservado.
Con una varilla lo remueves bien hasta que no queden grumos.
Lo dejas al fuego hasta que empiecen las primeras burbujas del hervor.
Lo retiras del fuego, no dejes que hierva.
Agrega la nata con la gelatina que habías reservado mientras lo remueves con la varilla.
Mézclalo hasta que este bien diluido y no queden grumos.
Saca el molde del frigorífico.
Con un cucharón vierte el contenido de la cazuela en el molde sobre la base.
Déjalo reposar unos 30 minutos en el banco, para que se enfríe.
Ahora ya puedes introducirlo en el frigorífico.
Que repose al menos 6 horas antes de desmoldarlo.
Pasado el tiempo de reposo ya la puedes desmoldar.
Abres el pasador del molde y lo vas moviendo poco a poco para que la tarta se despegue.
Ve con mucho cuidado para que no se rompa.
Cuando se haya despegado tira despacio del molde hacia arriba.
Ya la tienes desmoldada solo queda decorarla.
Remueve bien la mermelada con una cuchara, para que se deshagan los grumos.
La viertes sobre la tarta y con un cuchillo o cuchara la repartes bien.
Si quieres puedes ponerle unas fresas laminadas o cortadas por la mitad sobre la tarta.
O la decoras a tu gusto, que seguro que se te dará mejor que a mi.
Ya la tienes lista para servir.

Consejo

• Sírvela bien fría.
• Si te sobra la guardas en la nevera y te puede durar unos 3 días.
• En lugar de la base de galleta y mantequilla puedes utilizar la que prefieras, como bizcocho o lenguas de gato empapadas en almíbar.
• Utiliza un molde desmontable y antiadherente.
• Esta medida de ingredientes es para un molde de 24 cm de diámetro, si la quieres mas pequeña tendrás que dividir los ingredientes.
• Cómo mínimo déjala reposar en la nevera 6 horas.
• La puedes decorar a tu gusto, si te gusta el contraste de sabores puedes utilizar mermeladas mas ácidas, como de frutas del bosque o similar.