Receta Fit: Salmorejo Light sin Pan

Buenos días guapísimas
Soy una gran amante del salmorejo. Hace ya un montón de años que lo probé gracias a mi abuela y desde ese momento se convirtió en uno de mis platos favoritos del verano. De hecho, no me canso de él, me encanta.
Por si no lo sabéis, es un plato cordobés y además de ser muy fácil de realizar, sus ingredientes son de lo más básico: tomate, ajo, pan, aceite, vinagre y sal.
Y es que es fresquito, está buenísimo, pero tiene un problemilla y es que lleva un montón de pan y aceite por lo que hoy vengo a proponeros una receta con un sabor y una textura igualmente espectacular pero mucho más ligero, consiguiendo de esta forma un plato completísimo con grasas saludables, carbohidratos, fibra, minerales y un montón de vitaminas.
Además al completarlo con huevo duro y jamón lo convertimos en un plato totalmente fit al añadirle un montón de proteínas a sus valores nutricionales. 
Asi que si queréis disfrutar de un buen salmorejo sin remordimientos...
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INGREDIENTES

• 1 Kilo de Tomates maduros. Los mejores para mi son los de pera.
• 1 calabacín grande cocido (será el sustituto del pan). Os aconsejo hacerlo con tiempo ya que es preferible añadirlo frío.
• 2-3 dientes de ajo 
• Sal
• 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (no vais a necesitar más cantidad)
• Unos 30 gramos de vinagre de Manzana, en mi opinión el más saludable de los vinagres.
• Huevo duro y Jamón Serrano como guarnición.

PREPARACIÓN
Deciros que yo lo hago en la THERMOMIX pero podéis hacerlo igualmente en la batidora.
Añadimos los tomates, los dientes de ajo y la sal y trituramos bien. Si usáis la THERMOMIX no vais a necesitar pelar los tomates. De no ser así, vais a necesitar pelarlos antes.
Después añadimos el calabacín previamente cocido unos 10-12 minutos bien escurrido y frío. Agregamos también el vinagre y volvemos a batir.
Terminamos echando el aceite y batiendo todo durante 1-2 minutos. Dejamos enfriar en la nevera.



Ya tendríamos el salmorejo hecho. Sólo nos queda cocer los huevos, trocearlos y añadirlos junto con el jamón serrano.
Os aseguro que el sabor y la textura es prácticamente la misma que la de la receta original. Se ha convertido en unas de mis cenas favoritas este verano, y como os digo, sin remordimientos.

Espero que os haya gustado y que si la ponéis en práctica os animéis a contármelo.
Y a vosotras, ¿os gusta el salmorejo? ¿conocíais esta receta para hacerlo más ligero?
Como siempre, agradeceros el pasaros por aquí, dejar vuestro comentario o pregunta y por supuesto y si aún no lo has hecho, te invito a seguirme para no perderte ninguna de mis entradas.