Revista En Femenino

Reconciliaciones tardías

Por Peineta

Desde que estoy en el paro me estoy aplicando la teoría de más vale tarde que nunca, a todo lo referido a mi casa y esos proyectos que se me ocurrían de tanto ver divinity y casas en obras. Tengo que decir que la reconciliación con mi balcón viene de años atrás, exactamente casi 7 y que mi madre lleva años intentado mediar entre nosotros. Pero sólo mi momento diy y slowlife han conseguido que me lo ponga como reto, y más o menos lleguemos a una relación cordial.Reconciliaciones tardías

Y digo cordial porque amor del bueno sería con una terraza decente, un balcón larguirucho, follonero y sucio, sencillamente se queda en relación correcta y llevadera 😉 Pero por algo se empieza no???

Primero fue fijar objetivos y presupuesto, sobre todo algo que fuera sencillo de montar y de mantener, no hace falta decir que las plantas no entraban en este baremo, es de todos conocidos que el tiempo de vida entre mis manos iba ser lo mismo que un suspiro, pero por probar que no quede. Soy una mata-flores nata, las secos, las ahogo o sencillamente no las entiendo. Dicho esto; metro en mano, papel y lápiz apunté medidas, mire la web de IKEA, LEROY MERLIN y el chino chulo del barrio y manos a la obra. Además con tanto diy me piqué y me lancé a reciclar dos muebles abandonados del balcón.

Reconciliaciones tardías

Deciros que me he lanzado a probar chalkpaint en spray de la mano de Novasol y que esto va ser como andar en bicicleta. Vamos, que me toca ir aprendiendo, que eso de espray suena muy bien pero menudas aguamarinas turquesas le he dejado a uno de los muebles...en esto he vuelto a acordarme que para el tema de manualidades me falta un punto de paciencia, otro de preparación y otro de formación (casi nada jajaj), pero gracias a Novasol por la colaboración.

Reconciliaciones tardías

Las ideas de los cambios las tenía claras, el problema era la falta de espacio, mi balcón es muy estrecho así que decidí ir por tramos. Lo primero y para mí importante cerrar un poco tanta entrada a ruido de la calle, suciedad e intimidad, para eso tiré de una solución chula del IKEA. Para la esquina muerta del balcón, donde fui acumulando un cementerio de macetas, ya sabéis Nerea + plantas = muerte súbita, no me ha dado ni para hospital, directas al tanatorio. Pues eso, todo lo de ahí fuera, una celosía molona y hiedras para decorar (que según las expertas son muy resistentes, ya veremos...). En ese pasillo han instalado los peques sus sillas flamencas y ando pintándoles un mini banco para que apoyen sus aperitivos, biberones etc.

Reconciliaciones tardías

Otro elemento importante en nuestro balcón ha sido el huerto urbano vertical de Leroy Merlín. Es todo un inventazo, recogido, práctico y resultón. En cuanto a nuestra cosecha como veréis en la foto estamos en ello, eso sí tengo las lechugas y espinacas como sardinas en lata, el monillo lo de pon unas cuantas semillas no lo entendió del todo.

Reconciliaciones tardías

Para terminar lo importante, poder salir al balcón a tomar el té, el desayuno, un GT, leer, desconectar o hacer video de instagram. Necesitaba sitio chulo. En el mismo hueco he podido encajar una mesa plegable antigua que he revivido también con espray chalk así como los taburetes, poniéndoles imprimación universal y luego barniz porque van a estar en el exterior. Y justo al lado otro mueble antiguo de la cocina que también he pintado rollo bicolor (Agatha Ruiz de la Prada pero con aguamarinas jajaja) para poder dejar nuestros utensilios del huerto urbano, los mantelitos de la mesa, y cachivaches varios. En fin, no es la terraza de mis sueños, ni el balcón de la reconciliación, pero es todo un paso de transición para una futura democracia llena de plantas, deco diy y un poco de aire callejero. Ahora solo toca mantenerlo, casi ná morena.

Reconciliaciones tardías

*Las fotos de este post son de mi propiedad


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