Revista Cultura y Ocio

Recuerdos

Publicado el 13 septiembre 2015 por Angel Maíllo @gramofono1

auto

La carretera angosta y sinuosa discurría por bellos parajes entre bosques y rocas inmensas, la música de The Eagles casaba perfectamente con todas las bellas imágenes de la naturaleza que se iban sucediendo ante mis ojos. A través del casete del coche sonaba a gran volumen y con gran calidad, era una cinta TDK de 60 en la que había grabado una gran selección musical, la cual utilizaba en mis viajes para añadir la mejor banda sonora a las imágenes que encontraba en el camino.

La canción Take it easy terminó y tras una breve pausa comenzaba a sonar Annie’s song, una magnifica canción de amor de John Denver. Después del trepidante ritmo del sonido country rock, ahora aminoré la marcha y contemple de forma más sosegada los bellos paisajes que rodeaban la carretera. De pronto la voz de John Denver comenzó a sonar en un tono raro como poseída por un ser extraño, finalmente dejo de escucharse, detuve mi coche en un pequeño mirador, no podía continuar viaje sin mi música. Apreté el botón eject y escupió el casete, la cinta se había salido y enganchado en los cabezales. Con mucho cuidado trate de liberarla sin dañarla, era mi tesoro y me había costado mucho tiempo seleccionar los grandes temas que contenía. Finalmente conseguí con éxito liberarla y con la ayuda de un bolígrafo pude recomponer la cinta.

Saqué otra cinta de la guantera en esta ocasión una Sony, me gustaba oír la música con la mayor calidad posible en esta ocasión se trataba de una selección de música que había grabado de la radio, con mucho trabajo a base de jugar con la tecla pause para que solo se oyera música y no la voz inoportuna de el locutor de turno. Inicié nuevamente camino, comenzó a sornar The long road, un tema muy adecuado a la situación. Este tema siempre me ha encantado, pertenece a la banda sonora de la película Cal, compuesta por el gran Mark Knopfler, muy utilizada como cabecera de programas de radio y televisión. Disfrutaba del viaje escuchando este tema que combinaba magistralmente el sonido de la guitarra de Knopfler con el de la flauta. Cuando tuviera oportunidad y dinero me gustaría comprar el disco a través de Discoplay, venta por correo de discos con una gran variedad de música que en la pequeña localidad que residía no podía encontrar.

Muchas veces no calculaba bien y la cinta se acababa a mitad de la canción, algo que me daba mucha rabia que la la música dejara de sonar de forma repentina. Era algo muy molesto, como si estuvieras durmiendo plácidamente y te despertaran de repente. Me prometí que cuando ahorrara me compraría un casete reversible de los que dan la vuelta a la cinta sola. Eche mano de otra cinta en este caso una Basf de cromo, muy elegante de color gris. Era otra selección que había hecho entre los vinilos míos y de mis hermanos mayores. El sol comenzaba a esconderse entre las montañas y mi viaje también iba llegando a su fin. No podría oír ni siquiera la cara A de la cinta, apenas quedaban diez minutos para llegar al destino, aminore la marcha con el fin de contemplar el ocaso en soledad con mi música y mis propios pensamientos. The logical song era la primera canción que comenzaba a sonar subí el volumen y abrí un poco la ventanilla para dejar entrar la brisa del atardecer.

Al terminar la canción de Supertramp, Losing my religion comenzó a sonar con fuerza, a lo lejos mi destino, me detuve antes de llegar, no podía cortar a la mitad esta gran canción eso sería un sacrilegio. Terminó la canción también mi viaje, me había sabido a poco, aunque lo hacia solo no necesitaba a nadie, mi coche,yo, la carretera y mi música, eramos uno. Recuerdos de otros tiempos de un viaje no se a donde ni cuando, pero hace ya algún tiempo de esto.


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