Revista Religión

Redescubriendo el "nuevo" cristóbal colón de lima

Por Joseantoniobenito

Todo un contrapunto a la vesania o locura iconoclasta desatada de modo irracional contra el Descubridor en este tiempo, que ha llevado a destruir estatuas por achacarle responsabilidades que nunca tuvo y menos en exclusiva como la de la desaparición de miles de indígenas a raíz del Primer Encuentro euroamericano a consecuencia de la luctuosa muerte del afroestadounidense George Floyd quien fue arrestado por la policía el pasado 25 de mayo del 2020 cuando Derek Chauvin, un agente blanco de la policía de Minneapolis, lo mantuvo sometido en el piso durante casi 9 minutos colocando su rodilla sobre el cuello de Floyd, muriendo a continuación. Esta lamentable brutal represión policial, considerada como racismo sistémico desencadenó que miles de manifestantes saliesen a las calles para protestar y que otros movimientos ideológicos ampliasen su protesta para derribar estatuas a quienes consideraban represores para la población nativa como Colón e incomprensiblemente quien fue su benefactor, San Junípero Serra. Menos mal, que también en los Estados Unidos, en torno a la fecha del IV centenario del Descubrimiento, 1892, el sacerdote Padre Michael J. McGivney, vicario parroquial de la iglesia de Santa María en New Haven fundó con algunos de sus feligreses los Caballeros de Colón como sociedad benéfica fraternal dedicada a la , desde la memoria de los valores humanos y cristianos de Cristóbal Colón. . caridad, unidad y fraternidad

12 de octubre de 1492

No era tarea fácil convocar arriesgados marineros ante una empresa para muchos suicida. La dificultad en reunir los tripulantes por la desconfianza que suscitaba un extranjero la resuelven los frailes de la Rábida, los Niño de Moguer y los Pinzón. Tras resolver mil y un problemas, zarpan del puerto de Palos de la Frontera (Huelva) dos carabelas y una nao (nave algo más grande que la carabela) el 3 de agosto, después de confesar y comulgar los 90 navegantes. Hacen escala en la Gomera de donde parten el 6 de septiembre. Marchan hacia el oeste por el paralelo 28º. Vientos propicios, sorpresa por desconocer la declinación magnética, desilusión en el mar de los Sargazos. Tras numerosas dificultades Juan Rodríguez Bermejos (el Rodrigo de Triana) puede gritar "¡tierra!". Era el 12 de octubre, las 2 de la madrugada.

A la primera isla a 24º N, 74 Aº 30 'llamada Guanahaní por los indígenas, la bautizarán con el nombre de San Salvador (hoy es Watling y depende de Inglaterra). A la segunda se la denomina de Santa María de la Concepción; a la 3º la Fernandina; a la 4ª la Isabela. El primer contacto con los naturales fue muy pacífico. Los indios taínos decían "taínos" que significa "somos nobles".

La Pinta se había separado en el Canal de la Tortuga. La Santa María encalla en La Española sin poder regresar. El 15 de marzo de 1493 regresa Colón a Palos, tras su paso por Lisboa.

"La tierra más hermosa que ojos vieran"

Tras el hallazgo Colón redacta la carta donde informa de su descubrimiento. Colón escribirá: "Crean Vuestras Altezas (los Reyes) que en el mundo todo no puede aver mejor gente ni más mansa; deben tomar... grande alegría porque luego los harán cristianos y los avrán enseñado buenas costumbres de sus reinos, que más mejor gente ni tierra puede ser..." ( Diario 24-XII-1492) "...fallé muchas islas pobladas con gentes sin número... A la primera que yo fallé puse nombre Sant Salvador a conmemoración de su Alta Magestat, el cual maravillosamente todo esto a dado... Así que monstruos no he hallado noticia, salvo de una isla que es Carib... poblada de una iente que tienen en todas las islas por muy feroces, los cuales comen carne humana." ( Carta a Luis de Santángel 15-II-1493).

La reproducción de la portada de varias ediciones de su carta en la que da cuenta de su descubrimiento será fulminante. Se imprime rápidamente en Barcelona en el mismo año de regreso, 1493, donde se encontraban los Reyes Católicos. En 1493 se edita también en Italia, Florencia (1493 y 1495), Roma; Valladolid (1497); Amberes y Basilea en 1493; París 1493; Estrasburgo (1497). En total 12 ediciones de 1493, una de 1494, dos de 1495, dos de 1497, que fueron todas las que en aquellos años publicó la naciente imprenta.

A partir de la fecha, Colón entra en la historia, baste recordar lo que escribió José Carlos Mariátegui , e n 1928, en la popular Revista "Variedades": "Colón es uno de los grandes protagonistas de la civilización occidental [...] América ingresó en la historia mundial cuando Colón la reveló a Europa".

El monumento de Lima

El Dr. Oswaldo Holguín Callo, PUCP, escribió un documentado artículo titulado "Mármol a Colón (Lima, 1853-1860)" 469-492 Holguín Callo, Oswaldo. Pontificia Univ. Católica del Perú. Mármol a Colón (Lima, 1853-1860). 2006. vol. 2, p. 469-492. [Congreso Internacional V Centenario de la muerte del Almirante. 2006. Valladolid en el que nos rescata la historia del monumento a Colon en Lima.

Fue idea del gobierno del general José Rufino Echenique (1851-55), prosiguiendo la dirección modernizadora de su predecesor General Castilla y que quiso dotar a Lima de dos grandes esculturas, la del Descubridor Colón y la del Libertador Bolívar. Se aprovechó la misión del ministro Bartolomé Herrera en Italia para convocar un concurso público que se adjudicó al escultor genovés Salvatore Ravelli, quien la esculpió en mármol blanco de Carrara. Cobró el autor 4.609 pesos peruanos. La base y los relieves fueron trabajados por su compatriota Giuseppe Palomibini, quien percibió 3.000 pesos. Las estatuas de las cuatro estaciones, que se encontraban en la Plaza Mayor, fueron a hacerle compañía al almirante. El descubridor de América lleva una singular indumentaria con capa, un detente con la imagen de los reyes católicos que lo ayudaron en su viaje y una gorra con plumas. En la mano izquierda sostiene la mano de una india que porta una cruz. Ella representa a la América recién descubierta y la conversión al cristianismo de las tribus salvajes que poblaban esas tierras en aquella época. En la parte frontal del hermoso pedestal, se observan dos velas entrelazadas sostenidas por dos espadas cruzadas, sobre estas apenas se distinguen las imágenes de Jesús y la virgen María. En el centro hay una corona de laureles sobre dos cornucopias que derraman frutos y además detrás de estos símbolos surge el emblema de Hermes, el caduceo [ símbolo tradicional de Hermes y presenta dos serpientes que serpentean alrededor de un bastó] alado y dotado de dos serpientes. Esto se interpretaría como el protector de los viajes de Cristóbal Colon.

Herrera admiraba a Colón. En el célebre sermón por él Te Deum de 28 de julio de 1845 pronunció: "Falta que Dios que lo había todo preparado tan admirablemente, para que el Evangelio penetrase y fructificase en el Perú, mostrara el Perú a España y ordenara a ésta la ejecución de su decreto. Faltaba Colón, y Dios envió a Colón. Colón atravesó el Atlántico, después de haber atravesado otro mar de escarnios y de torpes afrentas populares: tomó un mundo entero con sus manos: le presentó a la vista atónita de la Europa: volvió una y otra vez a contemplarle: recibió la herida mortal de la ingratitud humana y fue a mostrar al Señor este sello con que distingue a sus escogidos, sin haber vuelto en sí del asombro, con que le había embargado la obra a que había servido de instrumento" (Escritos y discursos I, p.75). La estatua llegó entre abril y mayo de 1858. La de Bolívar se colocó frente al Congreso y la de Colón en la Alameda de Acho. El encargado de colocar la estatu8a sobre su base fue Pietrosanti. La inauguración tuvo lugar el viernes 3 de agosto de 1860. Mariano Felipe Paz Soldán será el responsable de pronunciar el discurso: "Señores: Éste es el momento que el Perú dedica a la gloria del descubridor del Nuevo Mundo. Allí le tenéis, para que, al contemplarle, aprendáis a respetar al genio, a honrar la memoria de los hombres útiles al género humano, y para que podáis decir con orgullo que los pueblos libres e ilustrados son agradecidos".

Me complace recordar, como conclusión y gozosa realidad de la amistad hispanoperuana, las sentidas palabras de Manuel Alabart Miranda embajador del Perú en España, el 22 de mayo de 1968, con motivo de la inauguración del Museo Colón de Valladolid, donde tuve el honor de cursar mis estudios de Historia de América:

"Por apreciarlo así, los países de América, hemos mandado aquí, a esta Casa, un puñado de nuestra tierra, como símbolo permite de nuestro reconocimiento y gratitud al Almirante, y para que las generaciones presentes y futuras recuerden a ese grupo de naciones que constituyeron el gran Imperio Español y que hoy, independientes, forman la Comunidad Hispánica, comunidad caracterizada por un denominador común de lengua, sangre, religión, sentimientos y aspiraciones"

Más datos: https://jabenito.blogspot.com/2014/03/cristobal-colon-en-peru.html


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