Revista Cultura y Ocio

Reflexión: Hablemos de Personajes tipo

Publicado el 15 agosto 2017 por Laura Coll Rigo

Últimamente se critican mucho los estereotipos en la literatura, sobre todo en la literatura juvenil. Muchas reseñas se quejan de que en este tipo de libros abundan los clichés y los personajes de siempre. Pero que una novela esté llena de clichés no tiene por qué ser una mala novela siempre que estos clichés estén bien desarrollados, los personajes tengan profundidad y evolucionen y la trama tenga consistencia. Si son clichés y siguen perdurando en el tiempo es por algo, ¿no?
Resultado de imagen de libro clichésPero yo no quería hablaros de los clichés. Quería hablaros de los clichés de los clichés (no, no me he confundido y he repetido la palabra dos veces), a lo que llamaré TIPO. ¿Qué es un TIPO? La forma concreta de imaginarnos un estereotipo. En la literatura, como en la vida, hay un montón de tipos. Si ahora digo la palabra MESA, todos pensaréis en un tipo de mesa concreta (la mía es marrón claro, de madera, tamaño escritorio, de cuatro patas redondeadas, estilo dibujos para colorear infantiles) y cada vez que en una novela se dice la palabra MESA, pensáis exactamente en esa mesa, no importa el libro que estéis leyendo, a no ser que el autor nos especifique alguna característica concreta.
Bien, pues eso también sucede con los personajes. Todos tenemos unos personajes TIPO en la mente, y a no ser que tengan alguna característica muy especial los imaginamos a todos igual, pero no solo su aspecto exterior, sino también su forma de ser. Os puedo hablar del adolescente tímido que va al instituto, del guaperas del curso, del matón, del abuelo de la familia, de la madre/madrastra, del padre/padrastro, de la hermana comprensiva, de la mejor amiga,...y podría seguir. Sí, lo sé, eso son categorías muy generales, y puede que os los imaginéis diferentes dependiendo de si el guaperas del curso juega a fútbol americano o toca el piano, pero sabéis a qué me refiero. No me importa que en una novela aparezcan estos estereotipos (teniendo en cuenta que la novela esté bien desarrollada), lo que me molesta es que el autor no hace que estos personajes sean especiales y no importa la novela que esté leyendo, porque me los imagino igual.
Es como ver diferentes películas con los mismos autores. Para mí Katniss y Celaena son la misma persona. O Nora, Ever y Abby. O Jude, Alex Fuentes, Kennedy, Julian Porter y Cole. Todas las mujeres del los libros de Safier son la misma. Los personajes se ajustan todos a un mismo estereotipo (chica guerrera, chica tímida que resulta no serlo, chico malo) no importa a qué novela pertenezcan, me las imagino igual. Todas las protagonistas fuertes y independientes (cada vez me gusta menos esta etiqueta) de las novelas de fantasía las imagino igual. Paraos a pensarlo un momento, ¿os pasa lo mismo?
Siempre hay excepciones y esos son los personajes que mejor recuerdo. Como el dulce Jem y su violín, el nada de fiar Nick, el medio-asesino Juanito Pérez Pérez, Noah el artista, el bardo de Kvothe, la habladora y loca Amanda (Una madre), la lapislázuli Karou,..Personajes que no parecen de cartón piedra, sino descritos en 3D.
Por si no os habéis fijado, esto es una llamada de ayuda. ¡SOS! Los personajes necesitan que los reinventemos. Necesitan más profundidad, más características reales, a eso nos referimos cuando alabamos una novela por tener unos personajes muy humanos.
Ahora voy a contaros algo. Voy a hablaros de algunas características de la gente de mi entorno, a ver si conocéis muchos personajes así.
- Personaje A: es alguien que quiere sentirse útil a toda costa, que ayuda a todo el mundo, los conozca o no, que dice que sí a todo, pese a que no sepa hacer las cosas, incluso aunque para eso tenga que molestar a gente más próxima para que le ayuden a hacer esa tarea a la que ha dicho que sí.
- Personaje B: es alguien que quiere sentirse querido y por eso ayuda a todo el mundo, incluso aunque eso vaya en contra de su propio beneficio.
- Personaje C: es alguien en principio contradictorio. Es un videogamer y al mismo tiempo escribe poemas reflexivos hasta altas horas de la noche. Son dos características que no tienen que ver, pero es posible, ¿no?
- Personaje D:  Es alguien muy asustadizo, que se sobresalta por cualquier cosa.
- Personaje E: es alguien que tiene miedo al rechazo, y por eso rechaza a los demás. No os hablo solo de una cosa puntual, sino como modo de vida. Se apunta a todos los planes y en el último momento, dice que no.
- Personaje F: es alguien muy tacaño, se preocupa por el dinero que cuesta todo, se niega a ir a algunos sitios porque es muy caro (pese a que no lo sea), tiene en cuenta el dinero en todo momento.
- Personaje G: es alguien mentiroso por costumbre. No miente porque tenga algo que ocultar ni porque quiera engañar a la gente. Simplemente dice que fue a comprar unos vaqueros, cuando realmente se compró una camiseta. Dice que fue a ver una película cuando realmente fue a ver otra. Dice que llega tarde porque se ha encontrado a alguien por el camino cuando realmente no le sonó el despertado. Miente así, sin ningún motivo.
- Personaje H: Es alguien que le gusta hacerse fotos y se preocupa mucho por su aspecto y por la ropa que lleva, pero que luego al hablar, no le importa ser soez y burdo.
- Personaje I: Es alguien que tiene miedo a la soledad y siempre necesita estar con alguien, pese a que esa persona no le guste o sea dañina.
- Personaje J: Es alguien que tiene poca autoestima y que siempre busca llamar la atención haciendo cualquier tontería o locura.
- Personaje K: Es alguien muy rencoroso, capaz de acordarse de cada cosa mala que le hayas hecho.
- Personaje L: Es una persona que tiene miedo al futuro, por eso no se quiere detenerse a pensar en ello y ocupa todo su tiempo haciendo muchas cosas, sin dejar un hueco libre.
Y podría seguir. Podría seguir. Se me ocurren muchos más tipos de personas y estoy segura de que si vosotros pensáis un poco, también se os van a ocurrir. ¿Por qué no hay personajes como los tipos que he mencionado? Ah, ¿que muchas de las cosas que he dicho son características negativas? ¿Y qué? ¿Que así es más difícil empatizar con el lector? Pues no sé por qué. En la vida real todas esas personas me caen bien, porque tienen sus defectos, pero también sus virtudes. Si a mí me pueden caer bien como personas, ¿por qué no me iban a gustar como personajes? Además, ¿qué más da si me caen bien como personajes o no? Que el protagonista me caiga mal no hace que la novela no me guste (a no ser que no haya trama y toda la novela gire entorno a este personaje [he tenido un trauma con una de mis últimas lecturas, ya os contaré]).
Pero no, resulta que la protagonista fuerte y decidida es una chica guapa y tímida, buena persona, divertida, sarcástica, lista como el hambre y con poca autoestima. ¿Por qué? ¿Por qué han de ser todas iguales y perfectas? Huy, no, perdonad, hay algunas que son imperfectas y son algo torpes, pero esa torpeza es adorable. Ya, pues si yo fuera torpe, cometería errores ortográficos en mis trabajos (y suspendería), se me caería la cena al servirla, rompería algún objeto (y me caería una bronca) en casa de alguien (y me sentiría avergonzadísima) y visitaría con regularidad el hospital por accidentes. Eso es ser torpe. Y eso no me parece adorable (con perdón de las personas torpes).
Reflexión: Hablemos de Personajes tipo
Es eso, hay autores que lo intentan, pero no deja de ser más que un intento. Dicen que el personaje tiene el defecto X, pero en el momento de la verdad, no es así. ¿Qué problema hay con hacer un personaje que sea un maníaco del orden? ¿O que no sepa tratar con niños? ¿Qué problema hay en que durante la narración eso se refleje en sus actos? No sé en qué novela leí que la protagonista decía que no sabía tratar con niños, pero resulta que la hermanita pequeña de su chico, nada más verla, la convierte en su hermana mayor. Eh...no.
Resultado de imagen de libro chico maloY hasta aquí os he hablado de las protagonistas, pero de los chicos también podría hablaros largo y tendido. He de confesar que me gustaba (en pasado, ahora ya lo tengo muy visto) el personaje del chico malo. Me refiero a ese chico joven y guapo que ha tenido una infancia dura, tiene un trauma del pasado, su familia lo trataba mal y que ahora es borde, antipático y duro, pero protector con su chica, hasta el punto de ser acosador, pero pobrecito, vamos perdonarlo porque ha tenido una infancia dura. Y además, la chica es la única que ha conseguirlo redimirlo: antes de conocerla era mala persona porque no era comunicativo/sacaba malas notas/robaba/vendía drogas/salía con muchas chicas (?[para la protagonista eso es ser mala persona]), pero al estar con la chica se da cuenta de que lo que hace está mal y empieza a tener una vida honrada y ser mejor persona.
Del aspecto sobreprotector no os voy a hablar porque es un tema que está  muy tocado ya. Si quería hablaros sobre lo de la redención. Es redención es ficticia. En la vida real eso no pasa y lo sé por un caso cercano. Quieras o no, tu infancia te marca y define como serás. Que sí, que puedes cambiar, pero es un proceso que lleva años, no meses o semanas. Si te han enseñado que está bien tener la casa sucia, no hacer la cama, gritar por cualquier cosa, llevar puesta la ropa de cualquier manera, que robar no está mal, no limpiar si tu perro se mea en tu cuarto, romper un cristal de casa y no arreglarlo, no tirar la basura, tirar las cosas por la calle, resolver las cosas a golpes, revolver en contenedor para revender lo que encuentres, no ir a clase porque lo que importa es la vida real...si te han enseñado así (los chicos malos reales son así), el hecho que tu novia te diga un par de veces que eso no está bien no va a hacer que cambies de mentalidad. 
Si ahora vuestra pareja os dijera que la pizza se debe comer con cuchillo y tenedor, que lo contrario es de salvajes, ¿dejaríais de comer la pizza con las manos? Puede que en su presencia sí, (después de insistir mucho, porque se os olvidaría), pero cuando esteis a solas no. Pues eso. Es una cosa cultural, si tu entorno te ha educado de una manera, va a hacer falta mucho más esfuerzo para cambiar a alguienAdemás, ¿que manía es esa de hacer cambiar a la gente? ¿No deberíamos aceptar al otro tal y como es y no intentar cambiarlo?
Podríamos justificar todo esto diciendo que la literatura es ficción, y al ser ficción se pueden representar personajes perfectos (aunque decir que el tipo de chica o chico que he descrito es perfecto es algo muy cuestionable), ideales que queremos que se conviertan en realidad. No representamos personajes imperfectos en literatura porque queremos cerrar los ojos y hacer como que no existen. 
Es por eso por lo que no encontraréis un personaje machista (y que le resto de personajes sepan que es machista) en una novela, porque queremos hacer como si ese tipo de personas no existen. Y luego vemos en televisión algunas barbaridades que se cometen y decimos "bueno, eso es un caso aislado". A veces me sorprenden algunos comentarios machistas en Twitter. Me cuesta creer que exista tanta gente que piense así. Porque claro, este tipo de colectivos no aparecen nunca en los libros, como si no existieran.
La literatura actual nos muestra lo que queremos ser, pero también debería mostrar lo que somos, porque algunos parece que lo han olvidado.

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