Yo no sé vosotros, pero a mi me molestan bastante las regaderas que venden. Son muy voluminosas. Ocupan mucho espacio y cuesta encontrar un buen lugar para guardarlas.
Si la dejas al aire libre, con el sol se acaban estropeando. Y además, yo cuando las lleno, no consigo nunca evitar que caiga agua por todas partes.
Al regar las plantas,con las típicas regaderas, te ves obligada a tirar en agua por encima las hojas. Acceder a la arena, con una regadera “normal” es misión imposible según la planta y el tamaño del artilugio.
Resultado: Mucha agua desperdiciada, un suelo para fregar y una planta sedienta
Para acabar con todo esto, he descubierto este fantástico invento del diseñador Nicolas Le Moine. Se trata de una boquilla para regar, que se ajusta a cualquier botella de plástico.
Encuentro que es una solución ideal a todos los problemas.
- El depósito es una simple botella. Que se estropea: La tiras.
- Que quieres guardar la regadera: La desmontas y en cualquier sitio cabe. Ocupa muy poco espacio.
- Es muy manejable, puedes acceder a la maceta de forma muy cómoda ¡¡y la puedes llenar sin que caiga agua por todas partes!!
Menos mal que hay buenos diseñadores que nos solventan los problemas.
- ¿Tines alguna idea mejor para regar las plantas?