Regreso a casa.-

Lamentablemente llegó el día en que finalizábamos nuestro recorrido a bordo delGrand Mistral y lo hicimos como la mayoría de días, madrugando; así pues nos levantamos a las 5:30 horas de la mañana para no coger aglomeraciones en elRestaurante Mallorca, donde fuimos para desayunar.
Desayunamos ligero y nos dirigimos al Café Gijón con nuestro equipaje de mano hasta esperar que nos llamaran para poder desembarcar. A las 7:30 desembarcábamos en el puerto de Barcelona, todavía no había amanecido pero se preveía un tiempo espléndido.
Posteriormente nos dirigimos al departamento de recogida de equipaje donde entre un millar de maletas encontramos las nuestras, que por cierto, la mía en concreto estaba deteriorada ya que en su manipulación la habían estropeado, por lo que realice la oportuna reclamación a lo que según la compañía se me entregaría posteriormente otra totalmente nueva.

Cynthia y yo tuvimos ocasión de ver y despedirnos de Sergio y Vanesa, los cuales iban a alquilar un auto para dirigirse a Lérida, en cambio no pudimos despedirnos de Sergio y Mónica, ya que ellos habían salido más temprano hacia el aeropuerto para coger el vuelo a Málaga.
Por nuestra parte estuvimos esperando más de dos horas el autobús que nos trasladaría a Valencia junto con otros paisanos. A las 10:00 horas llegaban los autobuses repletos de gente para embarcarse en el Crucero, mientras los de Valencia que habíamos desembarcado, los tomábamos para ir de regreso.

Pudimos dormir durante cierto tiempo en el trayecto. A las 13:00 horas parábamos en una estación de servicio durante 45 minutos para almorzar y luego continuar el viaje hasta Valencia, donde llegaríamos definitivamente a las 16:00 horas para coger un taxi que nos traería después de siete intensos días de nuevo a casa; dando por finalizada nuestra maravillosa Luna de Miel.