Revista Coaching

Relaciones humanas

Por Juanmartinezsalinas76

La otra mañana, hice una parada en mis actividades para tomar un café y poder pensar en mis cosas. Elegí la mesa de la cristalera. Las mesas de alrededor estaban ocupadas. Empecé a pensar y de repente mi mente se quedó en blanco y no pude evitar que el resto de diálogos de los que me rodeaban llegasen a mis oídos. No sé si será la época en la que vivimos, casualidad, o que los recursos humanos me persiguen allí donde voy, pero parece que se habla muy frecuentemente sobre temas laborales. De forma paralela, en las dos mesas a ambos lados, se estaban produciendo conversaciones sobre futuras relaciones laborales entre trabajador y empleador.

Siempre se dice que hablando se entiende la gente, siempre y cuando ambas partes estén dispuestas a ceder. La primera situación era la de una empresa de Madrid que venía a cerrar el contrato de 4 trabajadores para una de sus nuevas obras. Estaba explicándoles el contrato, el tema de los seguros, material de trabajo y de seguridad, forma de llegar… Cada uno le preguntaba sus dudas al representante de personal y amablemente se las resolvía. La única pega es que este tipo de cosas se deben hacer de forma individual con cada trabajador porque a los demás no les interesan las dudas que cada uno deba zanjar.

Al otro lado, tenía a un emprendedor que reorientaba su proyecto y quería dar más responsabilidades a una persona con la que ya contó en otra fase del proyecto. El problema de que esta persona no entraba en razones porque quería poder compatibilizar su vida personal y profesional al 100% dando prioridad absoluta a la primera faceta. Además, se sentía incomprendida porque la otra parte, tras escucharle, le dijo que entonces tendría que pensar de nuevo su ubicación porque no encajaba lo que ella quería con lo que el necesitaba en ese momento. Ella estaba ofendida por ese cambio.

Obviamente he resumido bastante ambas situaciones y las he generalizado totalmente para preservar su intimidad. Cada uno nos fijamos en cosas diversas. Por supuesto esta fue mi percepción desde fuera porque yo me marche y allí continuaron ellos con sus temas. 

Lo que está claro es que en esta vida, tener todo, es imposible y para poder compatibilizar todas nuestras facetas no podemos dar prioridad absoluta a una, sin asumir las consecuencias o cambios que pueden conllevar en las otras. Porque los demás se deben poner en vuestro pellejo y vosotros en el de los demás.

Veo gratamente que se están informalizando y suavizando las reuniones de trabajo y eso es bueno porque se convierte en un intercambio de puntos de vista para intentar llegar a un entendimiento, reuniéndose en un sitio neutral que no da ventaja a ninguna de las partes.

¿Qué os parece?


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