No podía creerlo. Mi nuevo profesor de matemáticas era el chico con el que había estado chateando a través de internet. Creía que estas cosas solo pasaban en las películas.Laura y yo nos habíamos quedado con la boca abierta. Aaron caminó hasta su mesa y dejó los libros que llevaba en la mano sobre ella. Se presentó ante todos los alumnos y abrió uno de los libros por las página que tenía marcada. Alzó la vista para comenzar a dar clase y entonces me vió. Se quedó petrificado durante unos segundos. Me había reconocido. Se recompuso como pudo y empezó a dar clase esquivando mi mirada en todo momento.
-Que casualidad- dijo Laura.
-Sabía que no era buena idea abrir ese perfil- dije arrepentido.
-Bueno, no pasa nada- indicó Laura- solo has hablado una vez con el.
-Pero me gustaba- dije- quería conocerle mejor.
-Esa aplicación esta llena de perfiles, busca otro hombre que no sea tu profesor de instituto y todo solucionado- señaló Laura mientras abría el libro por la página que acababa de indicar Aaron.
Yo abrí mi libro también y después, disimuladamente saqué mi teléfono móvil y me puse a leer las conversaciones que habíamos mantenido Aaron y yo. Me encantaba todo de el: su físico, su manera de pensar, su manera de escribir, teníamos los mismos gustos… Pero tenía que olvidarme de el. Aquella era una relación imposible.
* * *
La clases se me hicieron eternas. Cuando por fin sonó el timbre recogí mis cosas a toda prisa, me despedí de Laura y salí como alma que lleva el diablo por la puerta del aula. Lo único que me apetecía hacer era encerrarme en casa y quedarme metido en mi habitación deprimiéndome por mi mala suerte. Corrí por el pasillo, salí por la puerta principal y caminé hacia la verja. Estaba deseando salir de allí. Una vez fuera saqué mi móvil, conecté los auriculares y busqué mi lista de reproducción favorita. Pulse el play y me dispuse a desconectar de todo camino a casa. Iba tan absorto en mi música que choqué con alguien que venía caminando de frente. Alzé la vista y para mi sorpresa allí estaba Aaron.
-Hola Dani- me dijo.
-Hola- no sabía que decir. Me había quedado mudo. Con todo lo que habíamos hablado por el chat y ahora no sabía como empezar una conversación. El fue quien rompió el hielo.
-Menuda sorpresa, casi me muero cuando te he visto sentado en mi clase- dijo sonriendo.
-Si, yo también- dije- menuda casualidad.
-Quería conocerte en persona, pero nunca imaginé que sería tan rápido ni de esta manera- comentó Aaron mientras comenzaba a caminar a mi lado- te acompaño un rato y así charlamos por el camino.
-Yo también quería conocerte- respondí- la verdad es que hemos conectado de maravilla.
-Si- dijo Aaron- nunca había conectado tan rápido con nadie.
-Si, pero creo que no es buena idea que sigamos con esto- le dije parando de caminar- tu eres profesor y yo soy un alumno. Tendríamos problemas si alguien se llegase a enterar.
Aaron miro hacia ambos lados de la calle.
-No tendremos problemas si lo mantenemos en secreto- dijo y después acerco su rostro al mio y me besó en los labios. El beso me pilló por sorpresa, pero una vez que sus labios estaban sobre los míos tampoco hice nada por evitarlo.
CONTINUARA...
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