Revista América Latina

Religión en Cuba: ¿aliado o enemigo?

Publicado el 24 abril 2014 por Yohan Yohan González Duany @cubanoinsular19

cuba-religionPor Yohan González

Para quienes profesamos la religión cristiana la Semana Santa constituye uno de los espacios más sagrados dentro de nuestro calendario anual, como mismo es para los musulmanes el Ramadán o para los judíos el Hanukkah. En Cuba, país donde hace algunas décadas ser creyente era considerado un pecado político, poco a poco se ha ido abriendo el espacio para el ejercicio de la fe y de la libertad de credo. Conviven en el país, en paz, diferentes denominaciones religiosas desde el Catolicismo o el Judaísmo hasta sectas religiosas de nuevo tipo como “Creciendo en Gracia”, conocido por algunos en la calle como “la gente del 666”. A pesar de todo, la inserción de la religión en la sociedad cubana sigue siendo pequeña, según el criterio de algunos.

Traigo el tema al debate pues un suceso bien interesante, ocurrido durante la pasada Semana Santa me hizo pensar en todo ello. Fue durante la Misa del Domingo de Ramos, cuando el sacerdote nos dirigía las últimas palabras a los allí presentes. Al invitar a los fieles a asistir a la proyección del más reciente filme sobre la vida de Jesucristo: “Son of God”, la cual tendría lugar en la propia Iglesia, el sacerdote hizo su queja a la imposibilidad de que el mismo no pudiera ser visto en el circuito nacional de cine, no solo como una película religiosa, sino también como una forma de brindar cultura y además acercar a la sociedad al tema.

Mientras salía de la Iglesia y regresaba a la casa, me detuve a conversar con varios fieles que como yo participábamos en la misa de inicio de Semana Santa. Algunos de ellos, sobre todo las mujeres, ancianas la gran mayoría de ellas, daban razón al párroco de la Iglesia en cuanto a su queja y añadían, sobre todo las que rebasaban los 70 años, de que desde los primeros años de la Revolución nunca se habían exhibido películas sobre la Pasión de Jesús o sobre alguna de los pasajes bíblicos. Una de ellas hizo referencia al suceso de la película “Conducta” cuando una de las estudiantes, fiel católica, colocó en el mural del aula una estampilla de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, muy cercana a la imagen de Martí.

Demandar que proyecten públicamente filmes sobre temas cristianos es una interesante y válida propuesta, pero sería un pecado en contra de quienes profesan otras religiones no exigir que ellos también tengan espacios de interacción directas con la población. De cierta manera la religión cristiana ha sido de entre las demás la más beneficiada, sobre todo quienes profesamos el catolicismo, quienes hemos visto como se han transmitido por la televisión nacional algunas de las más significativas misas desde el Vaticano hasta los mensajes que el Cardenal Jaime Ortega ha dirigido en varias ocasiones a la sociedad nacional. Sin embargo para algunos eso no es suficiente, ¿estarán equivocados?

La Constitución cubana garantiza en varios de sus artículos el derecho al libertad religiosa y prohíbe además la discriminación por credo, es por tanto Cuba un Estado laico pues el Estado permanece independiente de cualquier organización o confesión religiosa. Sin embargo, a diferencia de Cuba, en algunos Estados laicos de América Latina el radio de acción y de convivencia social de las iglesias es mucho mayor, como por ejemplo la posibilidad de que públicamente sean expuestos filmes con contenido religioso. En México, a pesar de toda la carga religiosa que tiene el tema, para los mexicanos la Virgen de Guadalupe es un asunto cultural y de gran arraigo como símbolo nacional. En Cuba, a excepción del año en que se conmemoró el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen, es muy poco el contacto o acercamiento público que tiene la población con la Virgen como ícono cultural y nacional.

Este para nada es un análisis profundo del tema de la religión en Cuba y su interacción con la sociedad. Reconozco que es un acercamiento extremadamente superficial pero que bien podría dar pie a análisis más profundos y discusiones en las que podrían participar fieles y ateos. Muy útil sería conocer el peso real que tiene la religión en Cuba analizándolo desde saber la distribución de credos entre el gran mapa demográfico nacional, un dato que muy pocos se aventuran a dar.

Aunque pueden y deben permanecer separados, Religión y Estado deben caminar de la mano, sobre todo en el proceso de formación y atención a la sociedad y sus problemas. Siempre gusto decir que la gran ventaja que tiene la religión en Cuba, sea cual sea, es que llega a espacios o lugares donde la política o hasta el mismo Partido no puede llegar. Es por ello que se deben desechar los rezagos de épocas dogmáticas y ver a la religión no como enemigo o ente al “servicio de fuerzas desestabilizadoras” sino como aliado en un mismo objetivo: construir una mejor sociedad, un mejor país.

Anexo: Algunos datos sobre la religión en Cuba


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