Hoy en día la tecnología ha avanzado y está avanzando drásticamente, y el área relojera no se encuentra exenta de ella. Sin embargo, es muy difícil saber si la idea es realmente buena o mala, ya que podría crear una crisis o incluso quebrar la industria relojera. Más aún, tomando en cuenta que ya esta situación tiene precedentes con la tecnología quartz -basada en ciclos mucho más exactos- que erradicó casi por completo la industria relojera tradicional. Sin embargo, los amantes de los relojes darían cualquier cosa por obtener un Rolex, Cartier o un Patek agarrando polvo en el guardarropa, que se han convertido en coleccionables que pueden costar cientos de miles e incluso hasta millones de dolares, por lo que se está empezando a ver una época de popularidad de relojes tradicionales. Por lo que, ¿Será posible que logre derrocar la industria relojera tradicional?
Lo Bueno
Los relojes inteligentes son muy atractivos a la vista del amante de la tecnología y a la de toda aquella persona que crea que puede facilitar su estilo de vida. Es bastante cómodo y tiene un estilo bastante atractivo, además de una gran pantalla que podrá ser leída incluso a través de la luz del sol. Algunos de ellos son resistentes al agua hasta por 5 horas. Es fácil de mostrar o recibir las llamadas sin necesidad de tocar el telefono. Además de poder grabar videos y tomar fotos. Aunque todos ellos necesitan conectarse al teléfono obligatoriamente, existen diversas modalidades, por lo que cada modalidad distinta los puede hacer mejor o peor, según sea el caso.
Lo Malo
Sin embargo, se puede demostrar fácilmente que los relojes inteligentes no hacen nada de lo que no haga ya un smartphone, y algunas de las cosas que hacen por igual pueden llegar a tener una calidad mucho peor que hacerlo en el teléfono. Además las pantallas son sumamente pequeñas, lo cual dificulta mucho la capacidad de poder interactuar con el equipo, a menos que las compañías decidan pegar su tablet favorita a las muñecas de las personas. Y finalmente, la relación calidad-precio puede llegar a ser exagerada, ya que el más económico de ellos puede llegar a ascender a los $150 para poder ejercer una cantidad de funciones aceptables, pero aceptables en este caso no provocaría un estilo, funcionalidad e interactividad que rompa con los parámetros previstos y provoque un boom tal que cambie las reglas del juego.
Los relojes inteligentes pueden llegar a ser una muy buena o una muy mala idea. Sin embargo, le dejamos este artículo a nuestros lectores para que decidan por sí mismos cual de estos argumentos pesa más.
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