Gracias a la producción masiva en cadena que provocó la caída del precio de los electrodomésticos del hogar a lo largo de los últimos 20 años, la práctica de mandar a reparar se había convertido en una costumbre del pasado. Los españoles optaban por cambiar de frigorífico, lavadora, horno, lavavajillas o cualquier otro aparato del hogar cada pocos años ante cualquier avería de los mismos, ya que estos eran cada vez más baratos.
No obstante, desde que la inflación hiciera su aparición en los últimos años, provocando la subida del precio de casi todas las cosas, incluidos los aparatos del hogar, la reparación ha regresado como una de las principales formas de ahorro para las familias. Por esta razón, es conveniente evaluar aspectos básicos a tener en cuenta a la hora de decidir si conviene más reparar o comprar nuevo y cómo contratar a un reparador o empresa de servicio técnico para efectuar una reparación eficiente, profesional y de garantía.
Reparar VS comprar nuevo
A la hora de evaluar si conviene reparar un electrodoméstico averiado o sustituirlo por uno nuevo, es crucial llevar a cabo un análisis de costes que tenga en cuenta el valor de mercado actual del electrodoméstico, el coste estimado de la reparación y el ahorro potencial que podría suponer una sustitución por un electrodoméstico más moderno y eficiente desde el punto de vista energético. Además, es importante tener en cuenta también la vida útil restante del electrodoméstico actual, su eficiencia energética y el impacto medioambiental.
Si el coste de la reparación es relativamente bajo y al aparato le quedan muchos años de servicio potencial, puede ser más ventajoso proceder a la reparación. Por otra parte, si el coste de la reparación es desorbitado y el aparato actual ya es bastante viejo y le queda una vida útil limitada, podría ser económicamente prudente invertir en un modelo nuevo, más eficiente desde el punto de vista energético.
Los modelos nuevos de electrodomésticos suelen ser más eficientes desde el punto de vista energético y este ahorro de energía continuo puede contribuir a la rentabilidad de sustituir el aparato, sobre todo si el antiguo es mucho menos eficiente. Muchos fabricantes de electrodomésticos proporcionan ahora información sobre los costes energéticos previstos durante la vida útil de sus productos, lo que permite a los consumidores tomar mejores decisiones.
Por otro lado, esto implica también que un electrodoméstico relativamente nuevo que requiera una reparación menor y con una calificación Energy Star alta puede ser más rentable de reparar, sobre todo si la vida útil restante del mismo y el ahorro energético potencial justifican la reparación. Cada situación es única, y una evaluación exhaustiva de la vida útil restante del electrodoméstico y el ahorro energético potencial es crucial para tomar la decisión más acertada desde el punto de vista económico y medioambiental.
El impacto medioambiental
Evaluar el impacto medioambiental de reparar o sustituir un electrodoméstico defectuoso es cada vez más importante en el proceso de toma de decisiones. La producción, el transporte y la eliminación de los electrodomésticos tienen implicaciones medioambientales significativas, por lo que es importante elegir la opción que minimice estos impactos. Comparando los presupuestos de reparación y sustitución del electrodoméstico, es posible tener en cuenta no solo el coste económico, sino también el posible coste medioambiental. En algunos casos, los beneficios medioambientales de reparar y conservar el aparato, como puede ser la reducción de la cantidad de residuos electrónicos, pueden superar las ventajas de la sustitución. Sin embargo, en situaciones en las que la reparación es solo una solución a corto plazo y el aparato es intrínsecamente ineficiente desde el punto de vista energético, deben tenerse en cuenta los beneficios medioambientales a largo plazo de la sustitución por un aparato más eficiente.
Aspectos a tener en cuenta al contratar un servicio de reparación
A la hora de contratar con una empresa de servicio de asistencia técnica (SAT) es muy importante asegurarse de que la empresa cuenta con personal con experiencia en la intervención de electrodomésticos de la marca concreta del aparato que se tenga. Por ejemplo, si se tiene un electrodoméstico marca Balay y se vive en la ciudad de Valencia, es conveniente contactar con un servicio técnico Balay Valencia experimentado y de confianza, que no necesariamente tiene que ser el servicio técnico oficial, pero sí debe contar con las cualificaciones, la experiencia necesaria y el conocimiento de las particularidades de los aparatos de la marca.
Es fundamental asegurarse de que el profesional o la empresa que se contrate esté autorizado/a para el desempeño de la actividad profesional y no hay que olvidarse nunca de solicitar una factura una vez se haya realizado el servicio. Por ley todos los servicios de reparación cuentan con garantía mínima de 3 meses, lo que significa que si el electrodoméstico vuelve a fallar en cualquier momento durante los 3 meses desde le fecha que aparece en la factura, el SAT tiene que acudir de nuevo a reparar el electrodoméstico.
Finalmente, a la hora de ponerse en contacto con el SAT por primera vez, no olvidarse de preguntar por tarifas de desplazamiento, diagnóstico de averías, primeras visitas o intervenciones mínimas. Cada empresa de servicio técnico cuenta con sus propias tarifas y forma de operar y es muy importante informarse siempre acerca de los precios de las intervenciones antes de proceder a fijar una primera visita técnica, para evitar recargos inesperados y sorpresas desagradables con tarifas desorbitadas.