Reseña
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Amante oscuro
¡Hola, hola, hola!
¡Hoy traigo unas muy pero que muy buenas noticias! Sí, sí, para mí. Lo sé, a veces soy una cabrona egoísta. ¿Recordáis que andaba a la caza y captura de los libros de la saga Harry Potter? Obviamente no, porque como es normal os importa un huevo; pero bueno, vamos a fingir que sí. Bueno, pues el caso es que esta semana fui a dar un paseo. Ajá, todo de lo más inocente. A la que pasé por delante de una de mis librerías de segunda mano favoritas – os lo prometo, la tendera es un amor de mujer –, me encontré con esta cosita tan requete-preciosa.
Sí, sí, sí, por fin voy a poder empezar la saga, ¡y esta vez siendo mía! Leí los libros de la biblioteca y, jo, cómo revienta eso de que adores algo y no sea tuyo, ¿verdad? El consumismo, que da mucho asco. ¡El caso! A lo largo de este año tengo pensado empezar otra vez la saga, con toda la tranquilidad del mundo. Ya sabéis, una nunca se cansa de enamorarse de los gemelos Weasley.
¿Y vosotras y vosotros? ¿Qué cosita maravillosa os ha pasado esta semana?
Antes de empezar con la entrada, quería comentaros que, como dije (Ficha técnica
Sinopsis
En las sombras de la noche, en Caldwell (Nueva York), se desarrolla una sorda y cruel guerra entre los vampiros y sus verdugos. Y existe una hermandad secreta de seis vampiros guerreros, los defensores de toda su raza. Ninguno de ellos desea aniquilar a sus enemigos con tanta ansia como Wrath, el campeón de la Hermandad de la Daga Negra...Wrath, el vampiro de raza más pura de los que aún pueblan la tierra, tiene una deuda pendiente con los que, hace siglos, mataron a sus padres. Cuando cae muerto uno de sus más fieles guerreros, dejando huérfana a una muchacha mestiza, ignorante de su herencia y su destino, no le queda más remedio que arrastrar a la bella joven al mundo de los no-muertos. Traicionada por la debilidad de su cuerpo, Beth Randall se ve impotente para resistir los avances de ese desconocido, increíblemente atractivo, que la visita cada noche, envuelto en las sombras. Sus historias sobre la Hermandad la aterran y la fascinan... y su simple roce hace que salte la chispa de un fuego que puede acabar consumiéndoles a los dos.Mi opinión
Darius sabe que la hora de que su hija se convierta en vampiresa, a no ser que muera en el proceso, está cerca. Tan cerca que sabe que o mueve ficha, o ella tiene las horas contadas. A medidas desesperadas, soluciones satánicas.El pobre hombre decide que puede pedirle a Wrath que se haga cargo de ella yle ayude a pasar el bache, a fin de cuentas, la sangre del vampiro es pura; pero, ay, qué bonito es soñar. La respuesta de Wrath, ese vampiro enorme con cara de haber olido toda la mierda del universo, es un no fulminante. Beth está harta de su trabajo. Su jefe, un machista gilipollas que no ve más allá de su frente, le pide que deje los artículos para “los chicos grandes” y se dedica a sobarle el brazo, a falta de otras licencias que, por lo visto, le da vergüenza tomarse; e insinuarse de forma continua. A parte de eso, la monotonía. Trabajo, casa. Casa, trabajo. Nada de familia, nada de amigos, sólo el vaivén de las noticias. Un día, al salir del trabajo, dos tíos la acorralan para violarla. Así de crudo. Y no, no llega el señor vampiro al rescate. Noticia de última hora: una mujer, ¡sola!, es perfectamente capaz de quitarse de encima a un hijo de la mierda.
Aumentemos las dosis de tensión. Wrath no quiere saber nada de Marissa, su supuesta pareja de vida– Shellan -, una chica demasiado perfecta, demasiado dulce, frágil, complaciente y un largo etcétera de aburrimiento. Más tensión. Los otros Hermanos de la Hermandad– bravo, Carme, qué vocabulario más extenso– son una corte de lo más variopinta: Zsadist, con un nombre que le va como anillo al dedo, porque da un miedo que echa de espaldas y no es más bruto porque no le pagan; Vishious, que es el punto de inflexión, algo así como la tranquilidad dentro de la locura, pero tanadorable que a mí me ha ganado totalmente; Rhage, el chico maldito, pero tan encantador que yo sólo quería abrazarlo; y Phury, que viene siendo el puritano, el chico casi asceta, a parte del hermano gemelo de Zsadist. También está Thorment, que… en fin, no es más bueno porque no puede. Hay más. Butch es un policía que adora dar de hostias a lo peor de la sociedad. Y deja tibio al violador. Claro que lo deja tibio. Y lo mandan a casa de vacaciones forzadas. Supongo que os preguntaréis: ¿qué pasa con ese chalado? Que es un amor. Un cielo de chico que sólo quiere que Beth esté bien, porque él está muerto de asco y no se soporta a sí mismo. No, no son pareja. No, él no la quiere. Y no, no estoy diciendo que sus métodos me gusten, pero a mí también me hubiese gustado romperle la nariz a ese cabrón. Me dejo lo más turbio para el final. Hay una sociedad. Un grupo que se dedica a cazar vampiros. Y saben usar bombas. Darius se sube en el coche y… PUM. Darius muerto. Wrath sabiendo que no puede negarse al último deseo de un muerto. Beth al borde del cambio. Butch desquiciado. Marissa ansiosa por algo, lo que sea. Dos prostitutas muertas que quieren convertir en culpa de Zsadist. Qué empiece el juego.
Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la Zona Spoiler
QUIERO SABER QUÉ LE PUTO PASA A ZSADIST, PORQUE ME MUERO.Vale, ya está, ya me he quedado tranquila. Prosigamos.
Iba avisada. Ajá, avisada. Sabía que había una salida de tiesto muy bestia. No me esperaba que tanto. Os pongo en situación. Beth está en su casa, tan tranquilita; y aparece Wrath, porque al final el huevón ha decidido que se hará cargo de ella. Pues nada, que todo se pone muy intenso y, sin siquiera conocerse, se ponen a follar. Ajá, tal cual. Sobra decir que mi cara de “¿qué cojones?” era un poema. Dejando eso de lado, la historia es bastante coherente. Algo que agradezco de J.R. Ward es que no se pasa seis horas hablando de lo bonito que es el cielo, lo maravilloso que es echar un polvo o lo cuqui que es ser un chupa-sangre. La suya es una prosa amable, una pluma que te lleva tranquilamente por las vidas de Beth y Wrath, sin desatender a personas como Butch o el Señor X – os juro que me meaba de risa con su nombre, pero vaya grano en el culo es el muy asqueroso. Las reacciones son lógicas. Beth entra en shock cuando sabe lo que le espera y, lejos de sentarse, sonreír y decir con los morritos apretados “genial, me quedo aquí sentadita a asimilarlo y tú me coges de la mano”, se pone echa una furia. Entre carrera y carrera, le da el bajón. La aceptación, esa que te rompe las rodillas y hace que le des un buen beso al suelo.
Me pareció bonito cómo, poco a poco, Beth y Wrath acortaban distancia entre ellos. Las faltas de respeto, para mí sorpresa, no son demasiadoescandalosas. Realmente, pasan bastante desapercibidas entre las explicaciones que él intenta hacer para que ella sepa todo lo que va a pasar. Tampoco la presiona. Para hacer referencia a la parte más animal, la más carnal– que tiene mucho peso y se basa sobretodo en estimulación por el olor característico de algo que le guste mucho a cada uno de los que forman la pareja -, se da en el uso de “macho” y “hembra” en vez de “mujer” y “varón”. Sinceramente, me ha dado igual. Lo que sí me ha molestado es ese tono de mofa con el que se dicen cosas como “huelen como un marica” o esos chascarrillos sobre lo gracioso que les parece a nuestros chicos de la Hermandad decir que ellos son muy masculinos y, si hacen algo bonito, son unos afeminados. Sabéis que doy mucha importancia a que las cosas sean justas y tengo tolerancia cero con los comentarios homófobos, así que esto me ha sobrado. Mucho. El final es de los buenos. Una carrera a contrarreloj en la que personajes como la Virgen Escribana, una especie de diosa vampiresa; cobra mucha fuerza. Ella y el resto del grupo. Sinceramente, no me creía que Zsadist quisiese traicionar a nadie. Está hasta el cuello de mierda, da un miedo de agárrate y no te menees; pero no es tan terrible. Joder, pero si hasta sabe hacer bromas. Yo es que me muero. Ya hemos conocido a los reyes. Ahora sólo me queda esperar a ver qué leches va a pasar con el bueno de Butch. Marissa. Joder, JR. Ward, lo has bordado, ¿eh?
Con todo, Amante oscuro es un muy buen inicio de saga. Premisa interesante, personajes que a veces rozan lo grotesco, risas y sonrisas. J.R. Ward nos abre un mundo maravilloso al que no está nada, pero que nada mal, echar un ojo. ¡Dadle una oportunidad!Nota: 4/5
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