Reseña | Al final del camino, Poppy García

UN ENCARGO INSÓLITO, EXPERIENCIAS VITALES DISPARES Y MUCHO SURREALISMO; CON UN CÓCTEL ASÍ, NO ES DE EXTRAÑAR QUE EL LECTOR ACABE POR REÍRSE DE HASTA SU PROPIA SOMBRA MIENTRAS DESCUBRE DÓNDE ACABA EL CAMINO.

Permitidme empezar por el principio.
Me llamo Emilia y nada de lo que haga o diga en el momento que os sumerjáis en estas páginas podrá ser usado en mi contra. Bueno, no mucho.
La cosa empezó con un inocente encargo, lo prometo. De acuerdo que su cometido era venderme a un pastor de madera... especial, sí..., pero con todo y con eso...
Me creía una nómada buscando la siguiente etapa de un viaje, que por extrañas circunstancias me mandaba siempre lejos, más allá de lo planeado.
Qué poco conocía de lo que era vagar por el mundo...
De repente dejé de avanzar. Aquella fuerza que movía los engranajes del destino me detuvo junto a alguien que ni mucho menos esperaba. Y esa vivencia superó con creces todo lo que había podido imaginar hasta entonces.
Y si no os lo creéis, preguntadle a él.
Todo por un simple encargo.
¿Quizá fue porque le pedí un caganer?

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Al final del camino de Poppy García es la reseña que hoy os traigo al blog, una historia breve, pero divertida, que nos llevará lejos, concretamente hasta un rincón alejado de Baviera, un viaje que deparará muchas sorpresas a sus protagonistas, los cuales una vez se conozcan no podrán olvidarse jamás. Esta ha sido mi primera toma de contacto con la autora, y si bien la experiencia no ha estado mal, también es verdad que esperaba más pues, aunque su lectura ha sido amena, he notado que la brevedad y la rapidez han jugado en contra de la obra ya que pienso que la parte del romance ha sido escasa y poco desarrollada.

Para empezar, la novela nos presenta a , un carpintero que forma parte del negocio familiar de los Grossental, una legendaria estirpe donde casi todos sus integrantes se han dedicado a trabajar con la madera, y los que no, han seguido el legado de la matriarca trabajando con el ganado. Como todos los años, grandes grupos de turistas se dejan caer por esos lares ya que sus figuras para los belenes son muy queridas por las exquisitas tallas que presentan, y ese año no va a ser diferente, a excepción, claro está, del insólito encargo que está a punto de hacerle una chica que con solo verla lo ha dejado obnubilado. Esta no es otra que , la guía turística del grupo de los españoles, una joven que buscando su camino en el mundo ha llegado a ese lejano país donde entiende más bien poco del idioma, pero que le apasiona pues así puede conocer a más gente de la que llegó a imaginar. Así, tras la petición que un matrimonio del grupo le ha hecho irá a parar frente a Sepp, un hombre con aspecto de vikingo que nada más cruzar la mirada con él la dejará, literalmente, temblando por dentro. No obstante, el insólito encargo que debe hacerle, un caganer para un belén, los llevará a tener unas pocas discrepancias pues lo que ella ve como algo normal y tradicional, Sepp piensa que todo es una broma ya que poner algo así es todo un sacrilegio. Sin embargo, los tiempos son difíciles y Emilia muy perseverante, por lo que ras un duro regateo no tendrá más remedio que aceptar llevándolos así a tener que verse en los próximos días ya que ella será la encargada de recoger la susodicha figurita.

De este modo, ambos comenzarán a conocerse, pero además Emilia conocerá a la familia Grossental al completo, gente amable y cariñosa que le abrirán las puertas de su casa, unas personas un tanto peculiares que se ganarán el afecto de la joven inmediatamente. Por otro lado, todos están al tanto de como la mira Sepp, una señal estupenda que puede devolverles a como era antes el chico, pues desde que inició su viaje por todo el mundo, para formarse como el mejor carpintero, no ha sido el mismo, y puede que todo lo ocurrido con Lisa, su mejor amiga, lo cambiara, pero tiene esperanzas en que la llegada de Emilia obre el milagro que tanto necesitan y cure todas las heridas que desde entonces porta consigo. Asimismo, la atracción entre los jóvenes cada vez crece más, no obstante, si ninguno de los dos se sincera con el otro puede que el bonito amor que está creciendo entre ambos se pierda para siempre.

Poppy García es una autora que no había tenido el gusto de leer antes de mi incursión en esta novela y debo deciros que me ha sorprendido pues posee una pluma sencilla, dinámica y fácil de leer. En esa obra nos presenta a dos personas que por mucho que se han buscado en el camino aún no se han encontrado. Los dos cargan en la espalda secretos que guardan celosamente en su corazón, un dolor tan profundo que no les deja avanzar por lo que no será hasta que se conozcan que por fin podrán compartir esa dura carga que los llenará de alivio, pero hasta que eso ocurra tendrán lugar ciertas equivocaciones que pueden llegar a separarlos para siempre. Por otro lado, debo decir que, aunque el planteamiento de su romance tenía una buena premisa, pienso que la autora no le ha dedicado el desarrollo que merecía, pero tratándose de una novela corta era lógico que sucediera. No obstante, también se puede hacer dado porque creo que todas las explicaciones que nos dará de las costumbres de Baviera o del vestuario de estas gentes han sido tan extensas y detalladas que muchas veces llevará al lector a perderse entre tantos nombres tal y como me ha llegado a ocurrir a mí. Sin embargo, esto no ha quitado que haya disfrutado completamente de ella, las ocurrencias de ciertos secundarios y de los mismos protagonistas han asegurado la risa a lo largo de toda la historia lo que sin lugar a dudas hace que se lea en un suspiro. En definitiva, creo que se trata de una obra sencilla, perfecta para conocer la pluma de la autora pues si os pasa como a mí seguro que querréis seguir leyendo trabajos suyos, tal y como yo voy a hacer.

Al final del camino de Poppy García es una novela fresca y divertida que nos acercará a unos escenarios fabulosos para que seamos testigos del encuentro de Sepp y Emilia, dos personas perdidas que gracias a que se han conocido han podido encontrar la senda de la felicidad que tanto tiempo llevaban buscando.