Autora: Tamara Guarnero
Editorial: Ediciones Frutilla
Páginas: 66
Lista de cosas para hacer:1) Llegar a París y visitar todos los lugares posibles.2) Comprar una de esas boinas de los años '20 tan sexys que siempre llevan las actrices francesas.3) Relajarse. Disfrutar.4) Tener fabuloso sexo con... ¿QUÉ? ¡No! ¡Eso no estaba en la lista!Cuando Beth Samuel conoce a Nikolai Russell sabe que no podrá mantener su cordura durante mucho tiempo. Lo que no sabe, es que no es solo su cordura la que está en juego...
Muchas gracias a la autora por proporcionar el ejemplar para eBook Tours
No sé por donde comenzar con esta reseña. Leerlo no me ha tomado mucho tiempo, pero escribir esto sí que lo ha hecho. La sinopsis me llamó mucho la atención, pensé que me encontraría algo similar al chic-lit pero ligero de páginas (lo que agradecía pues que acababa de terminar con un libro voluminoso). Y bueno, no ha sido nada de lo que yo esperaba. Con todo respeto al trabajo de la autora - pues sé que escribir una novela, por muy corta que sea, supone esfuerzo y sobre todo tiempo - tengo que decir sinceramente que las poquísimas cosas buenas que he encontrado se ven superadas (y opacadas con creces) por los puntos flojos.
Beth es una chica de veinticuatro años que tras la muerte de su padre (su único pariente vivo) decide alejarse de su mundo y tomarse un descanso en París, la ciudad del amor. Un día, así sin más, decide ir a una galería cercana a ver pinturas. Ahí, se choca accidentalmente con un hombre guapísimo y quedan flechados en menos de un segundo aunque ninguno haya cruzado más de dos palabras. Nikolai la invita a salir y tras la primera cita se dan cuenta de que están enamorados, que nunca conocieron a alguien igual y que son perfectos el uno para el otro para formar una familia y vivir rodeados de retoños. Pero como la vida no es rosa, tenía que aparecer la mala de la película (la ex-novia del dios griego) a fregarles la vida. Y ya se sabe que sigue: conflictos, un dilema sin solución aparente y un happy ending sacado de la manga. Tópico, clásico, trillado. Pero si se le añade detalles puede resultar entretenido - incluso gracioso - y quizás un buen libro para pasar un rato agradable. Lamentablemente, este no es el caso - al menos para mí - de Bajo las sábanas del dios griego. Me explico a continuación.
El comienzo de la historia me pareció brusco, demasiado precipitado: en la primera página la protagonista ya está en Francia y punto. No sabemos como, cuando o si realmente es capaz de financiarse un viaje a París y rentar una preciosa casa por tiempo indefinido. Para la segunda página, ella ya se encontró con el amor de su vida quién la invita a cenar, así sin más. ¡Qué rápido transcurría todo! Está bien que sea una novela corta pero hay que saber manejar el tiempo en las escenas. Entre un encuentro y otro pasaron ¿días? ¿semanas? ¿meses? En serio, había ratos en que era incapaz de situarme.
Otro asunto son los protagonistas: al inicio, Beth se perfilaba como una chica con carácter, pero eso empezó a decaer hasta dejar una muchacha voluble, insegura, celosa enfermiza, que se humilla a sí misma y es capaz de creerlo todo lo que el adonis le decía. ¿En serio tenía veinticuatro años? Nikolai, por otro lado, es el típico dueño de una cadena de hoteles, un hombre rico, engreído y manipulador a quién alguien ya le rompió el corazón y no piensa volver a creer en el amor. No sé cuantos personajes iguales he visto en los últimos libros que he leído y sé como terminan la mayoría de ellos.
El ritmo de la novela es muy acelerado. Es cierto que eso hace fácil la lectura, pero detenerse en algunas situaciones hubiera estado mejor. El lector necesita situarse, congeniar (o al menos intentar comprender) a los personajes. Si todo sucede en un abrir y cerrar de ojos eso difícilmente es posible. Y el final... no fue de mi agrado, en absoluto. Yo soy una romántica empedernida, casi siempre partidaria de los finales felices ¡pero no de esa manera, por favor! Eso que le ocurre a Beth es un recurso ya demasiado usado, predecible, Como si después de cincuenta y tantas páginas la autora decidiera acabar con la historia poniendo un último dilema que se desarrolla tan rápido que es totalmente inverosímil.
Lo que pensé que era la historia de una chica independiente terminó convirtiéndose en una lectura en la que con cada página que pasaba me planteaba seriamente abandonar el libro, sentía que leía un primer borrador de una historia a la que le falta madurar. En mi opinión, la autora tiene mucho por pulir en su historia: modelar personajes, quitar frases repetitivas (inserto aquí "una pared de músculos", "increíble dios griego" y similares), darle más conflictos verosímiles y no tan clichés y sobre todo, dotar de un carácter definido a su protagonista. Ah, y más cuidado con la edición: redacción y ortografía deben pasar sí o sí por una nueva revisión para restaurar las tildes, puntos, comas que faltan a su lugar.
Puntuación(1.5)
PD: ¿Qué fue de la boina francesa que tanto quería en la sinopsis? Solo la autora lo sabe