Reseña de Literatura | La Cura Mortal, de James Dashner. "Un final que sabe a poco".

Y aquí estamos. En la última parada de una trilogía que me ha arrancado suspiros de impaciencia. Estamos en el final de la trilogía de El corredor del Laberinto, una de las mejores trilogías que he tenido la oportunidad de leer. ¿Y este final ha sido todo lo que había esperado? ¿Ha sabido James Dashner cerrar el ciclo que abrió en El corredor del Laberinto sin dejar cabos sueltos? Tendremos que averiguarlo.

LA CURA MORTAL, de James Dashner Nocturna Cómpralo en Popular Libros No disponible en ebook
«MÁTAME. SI ALGUNA VEZ HAS SIDO MI AMIGO, MÁTAME».
Desde hace tres semanas, Thomas vive en una habitación sin ventanas, de un blanco resplandeciente y siempre iluminada. Sin reloj y sin contacto con nadie, más allá de las tres bandejas de comida que alguien le lleva a diario (aunque a horas distintas, como para desorientarle). Al vigésimo sexto día, la puerta se abre y un hombre le conduce a una sala llena de viejos amigos.
?Muy bien, damas y caballeros. Estáis a punto de recuperar todos vuestros recuerdos. Hasta el último de ellos.
febrero, 2013 449 pp 17,00 € 978-84-939750-3-6

Tuve que esperar mucho tiempo para leerlo, podría haberlo leído de forma pirata, no me faltaron ganas, pero esta trilogía se merecía un final digno y yo quise dárselo. No lo compré, porque no tengo dinero ni para pagar Internet (es más, escribo esta reseña con la conexión cortada por falta de pago. ¡Somos morosos!), así que cuando Nocturna me mandó este ejemplar de prensa, totalmente inesperado, juro que quise llorar. Volvería a encontrarme con Thomas, con Teresa, con Brenda y con CRUEL. Todos ellos me estaban esperando, con una sonrisa, sucios y desesperados por encontrar un final, de salir de esa pesadilla horrible en la que el autor los ha estado sometiendo durante todo este tiempo.
Abrí las primeras páginas y un escalofrío me recorrió. Dispersos recuerdos de los anteriores libros llegaban a mi mente, mientras Thomas me contaba en pocas palabras cómo había acabado Las Pruebas, para refrescar mi memoria. Cuando quise darme cuenta, ya me había sumergido en un entramado de mentiras y de desconfianza. ¿Quién es quién? ¿En quién podemos confiar, Thomas? ¿En Teresa, en Brenda? ¿Es posible que te la estén pegando desde tu propio bando? ¿Es tal vez Minho un enemigo, quizás Newt? ¿Es CRUEL, finalmente, un amigo y no un enemigo?
Las preguntas se agolpaban en mi mente, derritiéndome en un mar de dudas mientras las páginas pasaban rápidamente por mis ojos y mis manos. Las procesaba, las saboreaba, la acción rebosante de cada escena se estrellaba en mis ojos como metralla ardiente. Cuando Thomas huía, yo lo seguía de cerca, cuando el Destello amenazaba con arrebatarles la consciencia, yo lloré con ellos. Me enloquecí y volví a estar cuerdo, hasta que llegué a un final frenético, lleno de incógnitas sin cerrar, una última esperanza, una puerta entreabierta que se cierra de golpe. Un final que me sabe a poco.
Así es como podría resumir “La cura mortal”, un final que me sabe a poco. Una conclusión que me enloqueció mientras llegaba y que cuando la tuve, la odié y la amé a partes iguales. James Dashner ha sabido mantener la tensión, ha sabido desentrañar ese complicado escenario que montó con cariño en El corredor del Laberinto y en Las Pruebas, que era mi primer temor; sin embargo, no me ha sabido satisfacer. Yo quería más, quería saber más de todo, quería que acabara pero a la vez, no. Tendré la oportunidad, igual que vosotros, de descubrir qué ocurrió con esos cabos sueltos de La cura mortal en la precuela, “The Killer Order”, que saldrá en España en febrero-marzo del 2014, en manos de Nocturna, claro. Pero querréis saber qué me ha parecido en detalle esta última novela de la saga El corredor del Laberinto. Si no os habéis leído las otras dos novelas, no os preocupéis, trataré de contaros sin destripar el argumento, aunque me resultará tremendamente difícil. Haré lo que pueda, lo prometo.
En primer lugar, los personajes como en los anteriores libros me han parecido originales y estupendos. Con ese puntillo extraño que los envuelve de un halo de misterio. Minho es sin duda mi preferido, pues es un tío con la lengua muy larga que habla como un chaval normal en un estado de estrés como el que ellos viven. En resumen, es tremendamente realista. Pero en este libro, quien nos da una sorpresa que no vemos venir es Newt, con él pasé momentos muy tensos y dramáticos, tal vez los más intensos en la novela. He de admitir que los diálogos jugaron una fuerte baza en este aspecto, pues están dotados de mucha fuerza y suenan reales, tan reales como vosotros y yo. La pulla al autor con respecto a los personajes se la lleva Teresa, que ha pasado de ser un personaje principal a un eterno secundario que casi no sale en toda la novela, en ella recaen muchos cabos sueltos que, espero, estén solventados en la precuela (creo que al autor la sacó de juego para no tener que comprometerse a desvelar datos importantes para poder crear esa precuela).
Los escenarios y la ambientación de esta tercera entrega también tienen un lugar privilegiado en mi crítica, pues James Dashner sorprende con mucha información interesante de cómo están distribuidas y organizadas las nuevas ciudades que surgieron después del desastre climático de las erupciones solares y de la aparición del Destello (esa enfermedad letal que enajena a la gente gradualmente). Descubrimos tecnología futurista que antes no teníamos ni idea de que existía, y también comprendemos mejor cómo funciona el Destello y cómo la gente que ha sobrevivido trata de seguir sorteando a la enfermedad. De entre mis escenas favoritas se encuentra un terrible encuentro en un laboratorio, donde el tema de la vivisección se toca de forma plena y podemos llegar a palpar el terrible horror que muchos animales sienten al ser víctimas de crueles experimentos, todavía vivos. James Dashner consigue recrear la sensación en nuestra piel, poniéndonos los pelos como escarpias, creando imágenes horribles que nos perseguirán en oscuros sueños durante días.
En general, La Cura Mortal es una caja de sorpresas. El autor se recrea en esta tercera parte en el juego de “quién es quién” y nos veremos desconfiando de todos, hasta de los amigos más íntimos. Todos tienen algo que ocultar, al fin y al cabo, y nosotros, los lectores, estaremos tan asustados como ellos. James Dashner consigue meternos en la piel de los clarianos, que desconfían de todo lo que CRUEL les dice y no saben diferenciar de la verdad y la mentira, ya les han engañado tantísimo que para ellos esos dos entes son uno solo, imposible de separar el uno del otro.
James Dashner nació el 26 de noviembre de 1972 en Georgia, EE.UU. Completó la carrera de Contador en la Brigham Young University, pero al licenciarse, según sus propias palabras, “una fuerza intrínseca” lo llevó a dedicarse a la escritura, logrando, tras varios intentos, la publicación y el éxito de la serie de Jimmy Fincher, con cuatro tomos que atrajeron a miles de lectores. Con ansias de dedicar su vida a la literatura juvenil tuvo resultados sorprendentes, la trilogía The maze runner (2009). Si tuviera que criticar algo, sería lo confuso de algunas escenas de acción, en las que no me era posible crear una imagen en mi cabeza, no sé si se debe a que yo estaba espeso por culpa de haber salido recientemente de los exámenes o de que a Dashner no se le da demasiado bien narrar esas secuencias moviditas (y todo el libro está lleno de ellas). E incluso, si me apuráis, podría entrar en lo negativo el hecho de que se guarde unas jugosas cartas que todos deseamos descubrir, todo por sacar una precuela que, tal vez, es innecesaria.
Pero si me preguntarais si todo esto tiene algo de peso en la impresión general de la novela, os aseguro que no. Son sólo niñerías que pasaréis por alto porque la adrenalina y la emoción de descubrir los secretos de CRUEL son mucho mayores. Embarcarme en la historia de Thomas y el Laberinto ha sido una aventura maravillosa que no cambiaría jamás; conocer a los clarianos y saber qué pretende CRUEL para salvar el mundo, bajo el lema “El fin justifica los medios” me ha llenado de curiosidad, de ansiedad, de divertimento y de adrenalina, porque esa es la palabra que mejor se adapta a lo que me hace sentir la trilogía de El corredor del Laberinto, adrenalina.
Si buscáis una novela juvenil con escenas crueles, con experimentos humanos, con jóvenes llevados al límite luchando por su supervivencia y además con tintes postapocalipticos y distópicos, no dudéis en embarcaros en la aventura de Thomas y CRUEL, de descubrir lo que se esconde tras las puertas del Laberinto, de viajar a la Quemadura, sorteando las pruebas, de huir de los infectados del Destello, y de enfrentaros a lo inesperado. No dudéis en apostar por la trilogía de James Dashner, porque no os arrepentiréis. Apostar por Dashner es una apuesta segura.
La Cura Mortal es un final digno para una trilogía extraordinaria que me ha hecho pasar por muchas sensaciones y sentimientos contrariados. Ahora falta leer la esperada precuela para descubrir todos los pasillos ocultos en la memoria de nuestros protagonistas y disfrutar de la adaptación cinematográfica que se está terminando de cocer en Hollywood. Hasta ese momento, todavía tendremos Laberinto para rato.

Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Comercio Internacional y Psicología. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.