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Reseña de "Mientras pueda pensarte" de Inma Chacón

Publicado el 20 noviembre 2013 por Hojasdealisio @HojasdeAlisio
Me atraen mucho las novelas sobre la guerra civil o ligadas a esta, de alguna manera. Posiblemente es porque mis abuelos la vivieron y mis padres, aunque eran muy pequeños, la sufrieron. También es cierto que en Catalunya existe un gran interés histórico y social hacia ella y existe una gran variedad de novelas que de una manera u otra, se acercan a esa época en concreto, a la pre-guerra y la post-guerra. En todo caso, no dudé en absoluto, al ver que Inma Chacón trataba el tema de los niños robados, en pedirle su libro. Y le estoy muy agradecida por sus gestiones y por escribir una obra valiente que denuncia en voz alta y clara la necesidad de investigar hasta el fondo, de una vez por todas, la trama urdida por Franco, en primer lugar, y por la Iglesia posteriormente robando vidas y decidiéndo quién tenía derecho a tener un hijo y quién no. El libro es un clamor contra la impunidad que envuelve a los culpables de este drama que a día de hoy todavía afecta a muchas personas.

Inma Chacón





Es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y profesora de Documentación. Ha sido decana de la facultad de Comunicación y Humanidades en la Universidad Europea. Fundó y dirigió la revista digital Binaria : Revista de Comunicación, Cultura y Tecnología. "La princesa india" (Alfaguara) fue su primera incursión en el mundo de la narrativa seguido por  "Las filipinianas" (Alfaguara).En mayo de 2011, ha publicado en la editorial La Galera su primer libro destinado al público juvenil, "Nick" , una novela con una historia de amor a través de la red.
El 15 de octubre de 2011, Inma Chacón ha sido galardonada como finalista del Premio Planeta con su cuarta novela: "Tiempo de Arena" una novela ambientada en la España de finales del siglo XIX y principios del XX, y protagonizada por tres hermanas que luchan cada una de ellas por sus derechos.
Octubre de 2013 es la fecha en la que Inma Chacón publica su novela "Mientras pueda pensarte" (Planeta) una emotiva y sobrecogedora novela sobre la búsqueda de ientidad de un niño "robado" en busca de sus orígenes y las circunstancias de una madre biológica, que nunca creyó que su hijo hubiera muerto.Nació en Zafra, Extremadura, en 1954 en una familia conservadora, "aristócrata, de derechas y del bando nacional ", según palabras de su hermana. Su padre, Antonio Chacón —que fue alcalde de Zafra durante la dictadura de Franco — tenía inquietudes literarias: escribía poemas con el seudónimo Hache y leía poesía a su familia. Falleció cuando Inma tenía 11 años. María Gutiérrez, la madre, partió al año siguiente a Madrid , donde se instalaron.Inma dice que aprendió a leer literatura "muy pronto": "Mi padre era poeta y mi madre ha sido una gran aficionada a la lectura, así es que desde muy jovencita ella nos elegía los libros".Ha sido columnista de El Periódico de Extremadura desde fines de 2005 y colabora con diversos medios.Su primera novela, "La princesa india" es un homenaje a su hermana, pues era una historia que ella quería escribir cuando enfermó del cáncer que terminaría con su vida en 2003. Dulce le pidió a Inma que realizara ese proyecto.
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Sinopsis

Una novela emotiva y sobrecogedora, llena de angustia y suspense, una novela de vidas paralelas que caminan afanosamente con el único objetivo de conocer toda la verdad.
"No sé quién soy. Tengo casi cuarenta años, un trabajo estable y bien remunerado como creativo de una de las agencias publicitarias más solventes de Europa y un currículum que acredita cada paso de mi vida laboral. (…) Todo oficial, todo correcto, todo legalmente constatado. Pero no sé quién soy."

La escritora extremeña Inma Chacón retoma el hilo de la novela con una emotiva y sobrecogedora historia sobre un “niño robado” en busca de sus orígenes, y las circunstancias de una madre que nunca creyó realmente que su hijo hubiese muerto. Mientras pueda pensarte (Editorial Planeta, 2013) muestra una angustiosa mirada a esos casos que tristemente hoy día se han destapado, y que parece fueron bastante frecuentes en los años del franquismo. Aprovecha la autora para reflexionar sobre la identidad del ser humano, la memoria, la maternidad, y sobre el incalculable poder de influencia que puede tener cada acto, positivo o negativo, en la vida de los demás.
A los cuarenta años, Carlos, un creativo de publicidad de éxito que vive en Valencia, descubre que los padres, con quienes se ha criado, no son en realidad sus padres biológicos. Fue robado y dado en adopción de forma ilegal con la complicidad de un médico, una monja y un taxista. En las mismas circunstancias que Carlos, se encuentra su amigo José Luis, un abogado al que su madre confiesa antes de morir que le compraron al nacer. La relación de los dos amigos con sus padres adoptivos ha sido radicalmente diferente: mientras que José Luis siempre ha sido tratado como un hijo, Carlos ha sentido el rechazo de su madre durante toda la vida. Pero mientras Carlos no quiere saber nada de sus orígenes, José Luis decide emprender la búsqueda de sus verdaderos padres. En una casa cuna de la provincia de Valladolid, cuarenta años atrás, María Dolores González, una joven de diecisiete años soltera y sin pareja conocida, da a luz un bebé. A las pocas horas del alumbramiento, le comunican que el niño ha muerto de una extraña infección; pero algo en su interior le dice que las cosas no son lo que parecen.


Datos técnicos:
Título: Mientras pueda pensarte
Autor: Inma Chacón
Editorial: PlanetaColección: Autores Españoles e IberoamericanosEncuadernación: Tapa dura con sobrecubiertaPáginas: 352Fecha de Publicación: 08/10/2013ISBN: 9788408119890Precio: 20,00€
Disponible en eBook


ISBN: 9788408120834
Precio: 9,99€
Aquí puedes leer los primeros capítulos.
Opinión personal
"Mientras pueda pensarte no habrá olvido" 
(Ángel Sánchez Pámpanos)




Para mi ésta es la primera novela que leo de Inma Chacón y me ha parecido un libro con coraje, bien armado textualmente y complejo. Es una obra de madurez, sin duda, en la que la autora usa recursos que la hacen muy rica lingüísticamente y complicada en su arquitectura porque ésta no es lineal. Nos movemos entre varios personajes y viajamos en el tiempo, en compases distintos, lo cuál le confiere interés y profundidad narrativa. La escritora va tejiendo diferentes hilos narrativos que al final convergen en un mismo punto con perfección. 

La novela se divide en tres grandes bloques y en cincuenta y siete capítulos. Debes estar atento desde la primera palabra porque, al ser una historia contada entre el pasado y el presente, puedes perderte en algún punto en el trasiego (además hay distintos instantes en ese mismo pasado, algunos más lejanos y otros más cercanos). Esos cinco tempos se yuxtaponen a menudo. Si a ello, le añades que la historia es relatada por varios voces (un narrador omnisciente en tercera persona, la voz de María Dolores y la de Carlos , ambos en primera persona),  la trama todavía es más densa. Una vez ya te has adentrado en la lectura, fluyes y te envuelves con y en ella y te concentras en el relato en sí. Con todo este complicado andamiaje, lo que consigue la escritora es enfatizar el dramatismo de la historia. Y lo consigue y con acierto, sin duda alguna. Mientras vas leyendo, las voces se alternan con una planificada intención a fin de situarte en ciertas tesituras que te inducirán a reflexionar y a entender lo que aquí se desvela y se denuncia sobre los "niños robados". A pesar del uso de tanta técnica, es muy evidente que es un libro escrito desde la propia alma, desde el corazón. Es un grito desgarrado y devastador sobre un tema todavía abierto, candente y que no parece que la justicia del estado español sea capaz de afrontar y esclarecer de una vez por todas. Aunque el estilo, en líneas generales, carece de florituras y es directo, a Inma se le "escapan imágenes" muy líricas y de increíble  belleza plástica en ciertos momentos. Esa poesía que llevan tan dentro se desborda y se agradece.

Los personajes son sólidos y están bien caracterizados. Sin embargo, es curioso que los del pasado transmitan más fuerza y tengan más matices que los que van apareciendo conforme te acercas al presente. Aquellos lucen más. Me refiero a los que hallamos durante la Guerra Civil, la postguerra y los años sesenta que es la década en la que empiezan las "adopciones" propiamente. Es fácil empatizar con los protagonistas principales, María Dolores y Carlos. María Dolores es una mujer con hijos y nietos, que siendo una adolescente va a dar a luz al Hogar Cuna y le notifican que su hijo ha muerto de una infección de oído, y que sin estar convencida de ello, durante treinta y cinco años busca a su bebé, busca respuestas, topándose con obstáculos de todo tipo y bastantes sorpresas desagradables. Sientes su angustia, su tristeza, su desesperación, su incertidumbre. Y tenemos a Carlos, que a pesar de intuir que es adoptado no quiere aceptarlo, prefiere vivir sin preocuparse de ello (aunque su mejor amigo se sienta en la misma situación y encuentre pruebas de ello) y que ha tenido unos padres con los cuáles no se ha sentido "querido" y de los cuáles, conforme se hace mayor, se aleja. Sin embargo, la verdad le encontrará a él y a partir de ese momento su existencia cambiará, él ya no será el mismo y todo su mundo se derrumbará. Y con él sufriremos el desconcierto, la falta de identidad, la búsqueda de las raíces, la necesidad de saber y de saberse.

Los "niños robados" es un tema muy actual porque sigue sin resolverse, porque mucha gente no sabe dónde nació y quiénes son sus verdaderos padres todavía, y porque no se explica que todo ella continuara acaeciendo hasta bien entrada la democracia. Inma Chacón parte del testimonio real de dos personas que fueron "vendidas" para construir sus personajes y homenajear a todos aquellos que se encuentran en esta situación. Durante la Guerra Civil y hasta 1950, se arrebataba los hijos a las presas republicanas como medida de represión y, posteriormente, porque se consideraba que sus ideas izquierdistas eran fruto de una enfermendad mental y que esos hijos, si seguían a su vera, acabarían siendo "rojos", también. Asimismo, se robaban los hijos de los republicanos y de las familias de los maquis. Más tarde, eran entregados a familias afines al gobierno del dictador para, como dijo el psiquiatra del régimen, Vallejo-Nájera, "multiplicar a los selectos y dejar que perezcan los débiles". A partir de entonces y hasta entrados los años 90, la apropiación de niños se convirtió en una práctica habitual en clínicas y casas cuna, la mayoría de ellas ligadas a congregaciones religiosas. Ya no se trataba de presas, mujeres republicanas o esposas de rojos sinó madres solteras, jóvenes y con una economía precaria. Los médicos ultracatólicos, los sacedotes y las monjas, ayudados por funcionarios (incluso jueces y notarios), atestiguaban que su bebé había nacido muerto y sin dejárselo siquiere ver para despedirse o, en su caso, enseñándoles un cadáver que conservaban en un congelador (macabra idea, sin duda, dentro de la macabra práctica), aceptaban la pérdida y estos niños, ante la gran demanda que había, eran "comprados" por familias con posibles que no podían tener hijos, la mayoría de los casos, y que podían inscribirlos en el registro civil como propios. También se dieron casos de mujeres que fueron coaccionadas a dar en adopción a sus hijos. 

En la primera fase, en tiempos del dictador Franco, fue considerada una medida legal. En los últimos años del framquismo y en la transición, se siguió practicando la sustracción de bebés debido a que se forjaron tramas muy fuertes, mafias, que estaban muy bien organizadas y que representaban una alternativa a la adopción legal que funcionaba de manera muy lenta. En realidad, era un mercado negro de bebés en el que los padres adoptivos podían escoger el niño que quisieran ya que los podían inspeccionar físicamente, elegir su sexo y hasta devolverlos.Todo ello es lo que nos cuenta Chacón en esta obra: la falta de escrúpulos, la avaricia, la ambición y la falta de empatía hacia el dolor ajeno de los que robaban niños y, por otra parte, la lucha, de las madres por recuperar a sus hijos cuando, con el paso del tiempo, se empezarona a dar cuenta de que lo ocurrido a ellas también había sucedido a otras mujeres. Y éste es el caso de María Dolores que emprende una búsqueda frenética porque ella tiene el pálpito de que su hijo está vivo.
El presente de la novela se sitúa en el año 2004 en Valencia aunque tambien hay episodios puntuales que se dan entre 1965 y 1992. Durante la guerra y la postguerra, nos encontramos en un pueblo ficticio de Valladolid.

La historia es ficción pero al estar tan bien documentada y tan bien engarzada, no puedes evitar emocionarte ya que sabes que el trasfondo es real y los personajes y los sitios, con otros nombres, parten de una realidad no del todo descubierta todavía. En todo momento sabes que es una novela y, al mismo tiempo, una realidad.
El desenlace, impactante, sobrecogedor, tanto como los giros que va dando la novela y lo que vas descubriendo, te golpea con fuerza. Es un latigazo al corazón.
Comentario personal
Inma Chacón es una escritora con una gran carga de compromiso social. "Mientras pueda pensarte" es un texto de denuncia valiente, cosa que no suele ocurrir en nuestra literatura. Es tarea intrínseca de los pensadores y de los intelectuales poner los puntos sobre las íes a través de sus escritos y moralmente vincularse a la sociedad para destapar aquello que no funciona, aquello que nos carcome, pero no seamos ingenuos ya que pocos de ellos se atreven a ello.
Creo que es una novela muy intensa y muy interesante por la manera en qué está contada y por lo que se cuenta en ella. La escritora se ha arriesgado mucho con el tema de los niños robados y en la manera de plasmar sus ideas y ello es muy loable y gratificante en una época en que los escritores hacen apuestas más amables y mucho más sencillas.
De hecho creo que es una lectura indispensable para reivindicar nuestra memoria histórica y para saber cómo está afrontando toda una generación el reencuentro con sus origenes. Los pueblos necesitan comprender su historia para no repetirla, reconocer sus errores, subsanarlos y poder mirar hacia adelante.
La dedicatoria final a todos aquellos afectados por este tema te pone los pelos como escarpias y las últimas palabras, para Dulce, son muy emocionantes. 
Y tú, te atreves a leerla ?




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