Me ha gustado la historia, ese fluir de ideas, esa manera de poner la inteligencia al servicio de la investigación, simplemente usando la lógica y fijándose bien en los detalles y en las pequeñas pistas, lo que te permite descubrir los errores, y también analizando a las personas y su forma de comportarse. Después de terminar el libro queda claro que en ocasiones sin tantas florituras ni investigaciones ultramodernas también puedes captar la atención del lector e ir creando una expectación por saber cómo terminará todo. Las sospechas de la policía se van asentando en tu mente, y te invitan a seguirle en ese ir y venir, en ese viaje que realiza para reconstruir el pasado y lo que sucedió esa noche de enero en aquella playa desierta, y porqué razón decidieron tomar la decisión de acabar con sus vidas aquellos jóvenes. Una novela que engloba algo más que una investigación, te permite adentrarte en otra cultura y atisbar la manera de hacer las cosas tan diferentes a lo que suele suceder por estos lares. “El expreso de Tokio” una novela policíaca pausada que transmite una belleza y una calma que te llega a través de las palabras. Recomendada a los que gusten de esa cultura y el deseo de conocer a este prolífico escritor.
“El viento todavía era frío, pero el mar había perdido su áspero y gélido color de invierno y había adoptado un tono más suave y primaveral.” “su mirada se perdió en el horizonte, como si el mar pudiera darle la clave para resolver el problema. La isla de Shika flotaba sobre la superficie del agua, envuelta en la bruma.” “En esos instantes, puedo imaginar sin límites las vidas de las personas que van y vienen de los distintos lugares. Me interesa mucho más ejercitar mi propia imaginación que leer una novela fruto de la imaginación de otra persona. Es una distracción solitaria, un sueño en suspensión.”
“De vez en cuando, los prejuicios ofuscan el sentido común y es preciso revisar e investigar más aquello que se daba por sentado.”