Reseña: El Libro de Ivo de Juan A. Cuadra Pérez

Título:  El Libro de Ivo
Autor:  Juan A. Cuadra Pérez 

Editorial:  Fantascy

ISBN: 9788415831433

Páginas:  400

Año de publicación: 2014
Precio: 16,95 € 

Ficha del libro

En una ciudad sin nombre, un hombre sueña cada noche que es un asesino cruel y despiadado, y cada mañana despierta temeroso de que un día todo eso se haga realidad. Su temor y el deseo de proteger a la mujer que ama lo llevan a descubrir que la reina Mab, dueña y señora del Reino, es la responsable de que sus noches sean cada vez más aterradoras. Si acaba con ella, sus espantosos sueños por fin cesarán.

Cuando duermen, los humanos llegan hasta el Reino y crean allí sus sueños, forjando las pesadillas con sus miedos y sus deseos más ocultos. Una vez que los humanos han protagonizado sus fantasías más perversas e inconfesables despiertan, dejando tras de sí su parte más oscura.


Pero la muerte de Mab a manos de un durmiente ha puesto en peligro al Reino, desencadenando unos acontecimientos que nadie podría haber previsto. ¿O sí? Mientras los humanos pierden la capacidad de liberar sus pesadillas lejos de sus vidas, cuatro de los Señores del Reino —Bestia, Oscuridad, Laberinto y Cazadora— deberán decidir cuál de ellos bajará a la Ciudad en busca del asesino de la Reina para intentar restaurar el equilibrio entre los mundos antes de que unas terribles y oscuras fuerzas transformen todo lo que conocemos.

Estamos ante una novela de fantasía y terror que yo, profana en este último, decidí probar movida por sus premisas sensacionalistas con la esperanza de que fuera una versión edulcorada de lo más crudo y puro que pudiera encontrar en otras novelas similares.

En realidad no descarto que, efectivamente, El libro de Ivo sea una novela de terror rebajado con fantasía por lo poco que me afecta la guerra psicológica que se libra en estas novelas dejando mucho a la percepción y mucho menos a la impresión que queda del libro. 
Siendo pragmáticos hay que decir que el autor ha logrado una narración fantástica, cuidada, a la que acompaña una estructura medida para dejar vagando al lector entre el misterio y la incertidumbre. Pero dentro de este libro hay mucho más. 
El autor nos introduce a un nuevo conjunto de realidades a través de las cuales los humanos viajan durante el sueño, esto se describe muy por encima mientras nos lleva a El Reino con todo lujo de detalles. Lo presenta como el lugar al que los humanos viajamos para dar forma a nuestras pesadillas liberando toda la tensión que generan nuestros miedos, frustraciones, deseos incumplidos, impulsos violentos o vejatorios. 

Si bien es cierto que considero que el ritmo es lento, que se regodea en la genialidad lírica de su prosa y tarda en poner a todos los jugadores ante las cartas, también es cierto que usa su dilación para ablandar al lector y dejar claro qué cabe esperar de una parte del relato. Una vez vista la meta, el autor se empeña en superarla a cada capítulo.

Curiosamente parece que la intención de afectar, escandalizar y horrorizar al lector es una obligación para el autor, debe haber disfrutado imaginando a los lectores mientras escribía esas escenas. Recalco que me he quedado corta. 

Todo ello, quizá, para recordarnos lo podrida que está nuestra sociedad y lo sencillo que resulta perder el control, eso que tanto nos asusta, ¿no?
Por otro lado esta la línea fantástica, que tarda en hacer su aparición pero no defrauda. Es aquí cuando nos damos cuenta de que el autor se regodea en su propio talento. Nos presenta un Reino, con una jerarquía que entraña mucho contenido y esclarece mucho la historia.
Sobre sus personajes se extraen generalidades debido a al extremo al que lleva los estereotipos, y me gustaría que descubráis como radicaliza cada rasgo que pueda resaltar o subyacer en sus personajes. La historia está narrada en tercera persona(*alcé los pompones de alegría desde la primera página*)y sí, conocemos a Ivo, pero no es en absoluto como cabe esperar.

Quiero hacer hincapié en el hecho de que es un libro adulto, no tiene filtro, en todos los sentidos. Son muchos los detalles que me horrorizaron y escandalizaron hasta que superé mi propio mojigatismo y empecé  a sentirme familiarizada con la terminología de una visceralidad obscena.

Creo que es un libro con el que ir con pies de plomo, el autor hace auténticas maravillas con las palabras pero su contemporaneidad conlleva que nos sorprendan la falta de inocencia con la que nos asalta y la libertad que se toma al transformar nuestra idea de tener una pesadilla.