Reseña: Final de trayecto, de Emmanuel Grand

          Ateridos de frío, hambrientos y hacinados en las entrañas de un camión, cuatro emigrantes ucranios viajan con el sueño de empezar una nueva vida en Europa. A su llegada a Francia, las cosas se tuercen y los polizones se conjuran para no encontrarse nunca más. Uno de ellos, Marko Voronine, haciéndose pasar por un pescador griego, consigue un empleo en la isla bretona de Belz, una pequeña comunidad pesquera que padece la crisis del sector y es abiertamente hostil a cualquier forastero que pueda quitarle el pan. A medida que Marko aprende el oficio y establece algunos lazos de confianza, descubre que Belz también es un hervidero de supersticiones y leyendas negras, punto de arraigo de extrañas historias sobre muertes violentas, barcos fantasma y apariciones sobrenaturales. Temeroso de que la mafia rumana que lo sacó de su país quiera matarlo, Marko sólo desea pasar desapercibido. Sin embargo, la captura entre las redes de un pie cercenado será el primer augurio de que sombras muy oscuras se ciernen sobre esta inhóspita tierra, y una sucesión de fenómenos inexplicables parecerá dar la razón a aquellos que aseguran que Ankou, «el ángel de la muerte», se ha instalado en Belz, conocida también entre los locales como «la isla de los locos».
          Primera novela de Emmanuel Grand, Final de trayecto ganó en 2015 el Prix Polar Lens y el Prix Tenebris, fue finalista del premio al Thriller del Año otorgado por la revista Lire y ha sido nominada al prestigioso Prix SNCF du Polar 2016. Sobre el telón de fondo de un ambiente de provincias atenazado por los secretos —al estilo de Georges Simenon, combinado con las pinceladas fantásticas de Thierry Jonquet o Fred Vargas—, Grand firma un thriller vibrante y verdaderamente... diabólico.

          Todo el mundo sabe que escribir una novela por primera vez no es algo fácil, requiere su tiempo, trabajo y dedicación. Muy pocos autores consiguen una muy buena novela con la publicación de su primer escrito y en este caso tengo que hacer una mención a Emmanuel Grand. Este francés ha conseguido que su novela Final de trayecto sea nominada y ganadora de multitud de premios en su país y llega de la mano de Salamandra a España para conseguir el éxito que fue en su país.
          Marko es un inmigrante ucraniano que por designios de destino llega a Francia, su misión es intentar pasar desapercibido después de los acontecimientos que le han ocurrido a él y sus compañeros. Decide probar suerte en la isla de Belz, un pequeño sitio frente a las costas bretonas. Ahí tendrá que hacerse pasar por un marinero griego y empezar una nueva vida pese a la multitud de problemas que se le presentan ya que los habitantes de la isla son muy reticentes a las nuevas personas que llegan en busca de trabajo. Marko tendrá que lidiar con ello y con un misterioso asesinato que se comete en la isla y que los temores ancestrales de todos sus habitantes se reanudad ya que cuenta la leyenda que el Ankou, está rondando los parajes para conseguir su próxima víctima.
          Estamos ante una novela negra y con tintes paranormales... si me conocéis sabréis que son dos temas que me encantan y es que esta novela conjuga estas dos temáticas de una forma única. El aire que rodea el asesinato con leyendas y el folclore de la región es que consigue que el lector se quede en su asiento leyendo que es lo que está pasando en Belz. La novela empieza bastante fuerte, con mucho ímpetu y no es de las que pierde fuelle, sino que llegado a un momento se vuelve un poco más pausada pero sin perder la tensión y la intriga que la caracteriza desde el comienzo.
          La trama de Marko como protagonista ha sido bien llevada pero el autor no quiso dejar de lado esa subtrama que encontramos y a la vez la fue desarrollando para dejarnos con un final satisfactorio. Me ha sorprendido la maestría de conseguir aunar estas dos historias de una manera coherente y más siendo la primera novela del autor.
          Se que a muchos no os llama los temas paranormales o de terror pero precisamente lo que busca la novela no es asustarnos para dejar de leer. El miedo que se nos presenta de una manera sutil y de forma ancestral con las leyendas de la región, que hacen ahondar en ese principio primitivo que tenemos en la memoria colectiva de cada uno. Esto es el encanto que tiene la novela, el miedo que llevamos en nuestros genes de lo antiguo sin sustos de por medio, un terror psicológico.
          Pese a que Marko es el protagonista principal y es con el que estaremos a su lado, también conoceremos a sus compañeros que escaparon de Ucrania con él y a alguno de los habitantes de la isla de Belz, como el librero o Joël Cadarec, el hombre que le dio una oportunidad de trabajo. Cada uno de ellos tiene una misión importante dentro de la historia y desempeñan un papel crucial para el desenlace final de la novela.
            Quizás lo que menos me ha convencido es la pequeña historia de amor que se ha metido un poco con calzador y que en mi opinión sobraba o se podría abarcar de una forma completamente diferente. Creo que no era el momento, ni el lugar para plantear esta pequeña historia que no se ha sabido llever de muy buena manera.
          En definitiva, Final de trayecto es una novela negra con tintes paranormales que no intenta asustar al lector sino dejar un desasosiego típico del miedo psicológico y de la conciencia colectiva del folclore. Una primera novela que me ha sorprendido y que me han dejado con muchas ganas de más por parte de Emmanuel Grand.

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Gracias a Salamandra por el ejemplar.
¿Has leído el libro? ¿Qué te ha parecido? ¿Te llama la atención este tipo de temáticas en las novelas? Espero tu opinión más abajo :)