Reseña Gata Blanca – Holly Black

Recuerdo haber visto este libro en algún blog hace ya mucho tiempo, vi esa portada y el título y me llamó la atención; entonces era tan caprichosa como ahora, así que me lo compré sin pensármelo dos veces. Hasta hace unos días (un año y meses después) no me he puesto con él y bueno, es entretenido y tiene su qué original, pero tampoco me perdí nada al no leerlo al instante.

No es agradable despertar a medianoche en el tejado del internado en calzonzillos sin entender cómo has podido llegar hasta allí... solo recuerdas que estabas soñando con una gata blanca. 
No es agradable que tus compañeros de colegio te graven con sus móviles y sospechar que dentro de poco aparecerás en YouTube. 
No es agradable que te expulsen temporalmente por lo ocurrido, aunque no tengas ninguna culpa. 
Pero lo que no es nada, nada agradable es saber que mañana estarás con tu familia en casa, donde ser un chico de diecisiete años bastante normal es, precisamente, lo raro.

**La sinopsis causa más bien rechazo, queda así como demasiado típico con vistas romanticonas, pero no lo es**

Lo primero que quiero destacar es a Cassel: el protagonista. Tenemos a un chico como protagonista, y así como el prota de Anna vestida de sangre me pareció un tanto insoportable (no me gustó nada el aire de “me intento hacer el gracioso a todas horas” que tenía), Cassel se ha ganado más de un aplauso por mi parte. Holly Black le ha dado un carácter desenfadado y un desparpajo al personaje que hacen que el chico te caiga bien porque no resulta nada forzado, se le ve bastante simpático al chaval y esos As que guarda en la manga y hace aparecer en el último momento me han hecho sonreír más de una vez (pero no de esas sonrisas bobaliconas de libros romanticones no, de esas perversas que se te quedan cuando sabes que la vas a liar parda). Te cuenta, de tú a tú, su historia, sin tapujos ni dobles intenciones: lo que ves es lo que hay, y si ha de reconocer que es un estafador en potencia y que ha hecho cosas no muy buenas, lo reconoce (eres malo, Cassel Sharpe...).

El resto de personajes son los adecuados para esta novela, ni más ni menos. Holly no se detiene en detallarte aspectos sobre los secundarios más de los necesarios, cosa que hace que cada vez que se sepa algo nuevo sobre ellos te sorprenda.

La verdad es que el final de Cassel Sharpe, la respuesta a lo que le está pasando, es bastante original y sorprendente (quizá estaba en horas bajas, pero no me enteré de nada hasta que la autora no me lo contó). Sí que el tema de la gata se ve venir, pero el “cómo” es una sorpresa agradable.

El libro queda abierto porque en las dos últimas páginas la madre de Cassel nos deja pasmados, pero Gata Blanca bien puede pasar por auto-conclusivo porque el enredo más importante queda deshecho.

Yo me había topado con esta autora antes en El Tributo. La verdad es que no tengo un grato recuerdo de ese libro (me parece que ni lo reseñé), sé que Maisha me consiguió una página donde comprar la edición descatalogada y me tenía en ascuas el porqué de que se hubiera agotado, pero una vez leído recuerdo que no me gustó demasiado. La sensación que tengo sobre la otra novela de esta autora es de aburrimiento, por eso cuando abrí Gata Blanca y me entretuvo y me topé con una trama con la que no te puedes distraer (la autora va dejando ir elementos y conceptos sobre la vida de los trabajadores, y como te despistes un poco ya te pierdes), me sorprendió e hizo que no perdiera las ganas de continuar leyendo. 
Sí que hay un trozo (sobretodo cuando se centra en ir explicando todo sobre el mundo de los trabajadores y las mafias) que quizá resulta pesado, un intervalo transitorio que se hace un tanto lento, pero como os he dicho Cassel tiene labia y engatusa, así que leerle costará menos de lo que parece.

El tema que trata la novela es bastante “innovador”, así que podría decirse que resulta en otro punto a favor por el que continuar leyendo para saber qué más ha ideado la autora. Que el romance no haga acto de presencia (podríamos decir que es un 5% de la novela) ayuda también.

Gata Blanca es el primer libro de una saga que, creo yo, su continuación nunca verá la luz en nuestro país. Es un libro del que no esperaba nada, quizá mi falta de expectativas al inicio de la lectura ha hecho que lo vea con otros ojos, pero me ha gustado, ha amenizado mis tardes y en comparación con Anna vestida de sangre (libro que me viene a la mente – y se me pone cara de “pfff” -  cuando pienso en Cassel como protagonista masculino) le da trescientas vueltas.

Mafias, estafas, asesinatos, trabajadores de maldiciones y familias un tanto… raramente unidas. Un protagonista con gancho y una ambientación bastante original.

Gata Blanca y sobretodo sus últimas páginas, me han dejado satisfecha y ya con eso doy por bien pagado lo que me costara el libro.

¿Lo habéis leído? ¿Todavía no porque sabéis que es una saga de la que únicamente disponemos el primer tomo? A mí no me importaría nada hacerme con la segunda parte, ¡que manía con dejar sagas a medias!