Reseña: hijo de humo y hueso

Esta es la sección de reseñas literarias. Aquí encontrarás mi opinión acerca de cualquier libro que me haya leído.

Título: Hija de humo y huesoAutor: Laini TaylorEditorial: Punto de lecturaNúmero de páginas: 465¿Saga?: Sí. 1# de 3Precio: 9,99€

Dos ciudades. Praga, Marrakech. Pero también dos mundos. El nuestro, el de ellos. Dos historias de amor. La del pasado, la del presente. Dos razas eternamente enfrentadas. Ángeles contra quimeras. En definitiva, dos esencias. Humo y hueso. Y una sola protagonista: Karou, la esperanza. Una vez fue una niña inocente que jugaba con plumas en el suelo de la guarida de un diablo. Pero ahora aquella inocencia había desaparecido.

Hija de Humo y hueso nos sumerge en la historia de Karou, una estudiante de arte de diecisiete años que vive en Praga. Todo parece normal hasta aquí, exceptuando que Praga no es su único mundo. A veces Karou desaparece en misteriosos viajes para realizar los encargos de Brimstone, el monstruo quimera que la adoptó al nacer. Tan misteriosa resulta Karou para sus amigos cómo lo es para ella su propia vida. ¿Cómo acabó formando parte de una familia de monstruos quimera? ¿Por qué necesita Brimstone tantos dientes, especialmente humanos? ¿Y por qué siempre tiene esa recurrente sensación de vacío? ¿Por qué se siente incompleta? El día en el que las puertas que vuelven inexistente la distancia entre el mundo humano y la tienda de Brimstone quedan marcadas por quemaduras con forma de mano, Karou descubre que esa es una señal inequívoca de que su familia corre peligro. Y entre todas sus incógnitas se encuentra Akiva, un ángel al que Karou está unida de forma que ni ella misma puede imaginar.
Con esta premisa parte el primer libro de la trilogía Hija de humo y hueso. Un libro cargado de misterios y preguntas sin respuesta, con una trama original y atrapante desde sus primeras páginas. Una novela de fantasía que nos presenta criaturas ya tan míticas como son los ángeles, pero desde una perspectiva diferente a la que evocamos normalmente. Además, lejos de los estereotipos que las novelas de fantasía han impuesto en los últimos años, la autora nos introduce en el mundo de las quimeras, unas criaturas sobre las que se sabe muy poco y que Laini Taylor ha sabido plasmar de una manera rica en detalles y, sobre todo, interesante.

Durante un tiempo había sido una niña inocente que jugaba con plumas en el suelo de la guarida de un diablo. Sin embargo, ahora aquella inocencia se había ido, había desaparecido, y no sabía cómo enfrentarse a ello. Su vida se componía de magia, vergüenza, secretos y un vacío profundo y persistente en el centro de su ser, justo ahí, donde sin duda faltaba algo.

Durante todo el libro nos encontramos con una narración en tercera persona que alterna la perspectiva de los dos protagonistas: Akiva y Karou. Yo diría que este es uno de los puntos más positivos de la historia, ya que podemos comprender mejor sus pensamientos y motivaciones, sin que ninguno relegue al otro a un segundo plano. Estos cambios, bien llevados y siempre en el momento perfecto, no llegan a resultar nunca abruptos ni descolocantes, permitiendo que la lectura continúe resultando amena. Laini Taylor tiene una pluma ágil y muy cuidada, con un toque mágico en sus descripciones y una asombrosa facilidad para crear ambientaciones maravillosas, además de diálogos inolvidables.
Ambos personajes principales resultan complejos y coherentes. Karou se nos presenta como una chica fuerte y decidida, que atrapada entre dos mundos, siempre ha sentido que algo le faltaba en su vida y Akiva, un ángel que ha vivido toda su vida entre batallas y guerra, un personaje torturado pero que aún mantiene la esperanza. Al principio debo decir que la relación de amor que surge entre ellos a mí me pareció forzada, demasiado precipitada incluso, sin embargo al transcurrir de las páginas se empieza a vislumbrar que todo tiene un por qué, por lo que finalmente puedo decir que me ha dejado con muy buen sabor de boca. Es un amor dulce y casi mágico, que no llega a resultar empalagoso. Pero Hija de humo y hueso, a pesar de que se centra principalmente en ellos, también cuenta con un extenso repertorio de personajes secundarios sin ningún desperdicio, dónde destaco a Zuzana, la deslenguada amiga humana de nuestra protagonista y al enigmático Brimstone, del que la información se nos da a cuenta gotas durante toda la historia.

Estar cerca de Karou era como buscar el equilibrio en un mundo que se tambalea, como tratar de afianzarse sobre un punto de apoyo mientras la tierra intenta hacerte caer, arrojarte a una espiral para la que no existe escapatoria, sólo un golpe al final, un impacto anhelado, una colisión dulce y que te hace señales.

Aunque este primer libro se ha centrado en la relación amorosa mucho más de lo que yo esperaba, dejando un poco de lado la acción, no es un libro lento. Los capítulos son cortos y fluidos, manteniendo la intriga hasta el final. Y Laini Taylor nos deja vislumbrar un argumento sólido y complejo, una guerra en la que la representación del bien y el mal no siempre está clara y queda un poco a nuestra elección. Una historia tan bien hilada que una vez has llegado al final entiendes que página tras página, se nos han ido dando pequeñas pistas que finalmente desenvocaron en algo mucho mayor de lo que hubiéramos podido imaginar.

¿Te has preguntado alguna vez si son los monstruos los que provocan la guera, o si es la guerra la que genera monstruos? Yo he visto cosas, ángel. Existen guerrillas que obligan a los niños a asesinar a sus propias familias. Esos actos desgarran e alma y dejan espacio para que crezcan bestias en el interior. Los ejércitos neceitan bestias, ¿no es así? Bestias domesticadas que cometan sus terribles fechorías. Y lo pero es que resulta casi imposible recuperar el alma cuando ha sido arrancada. Casi.

En definitiva, un libro que disfrutará todo aquél que quiera sumergirse en un nuevo mundo fantástico, repleto de originalidad y poesía.