Reseña | La culpa de Till, Laura Sanz

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Autopublicado · 7 Febrero 2018 · Contemporáneo · 3º Landvik

Till Landvik era la oveja negra de la familia, al menos lo había sido. Siete años después de huir y dejar a todos en la estacada, regresa por fin para expiar su culpa... Y la encuentra a ella, ¿la mujer equivocada o la horma de su zapato?
Solo iba a ser una noche, algo puramente carnal, pero sus caminos empezaron a cruzarse una y otra vez en una suerte de absurda casualidad. España, Alemania, México… ni siquiera diez mil kilómetros parecían ser distancia suficiente para mantenerlos alejados, a pesar de que después de cada encuentro, las heridas eran cada vez mayores y resultaban más difíciles de cerrar.
"¡Maldita la hora en que dejé que ella me traspasara la piel y se instalase dentro de mí! ¡Maldita! De todas las mujeres del mundo tenía que ser ella…"
"¿Por qué narices no me puedo quitar de la cabeza al puñetero Landvik? ¡Maldito niñato! Entre todos los hombres del mundo tenía que ser él…"
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Hace un par de meses os traje la reseña de La lucha de Jan al blog y desde que finalicé con su lectura supe que no tardaría mucho en leer la última novela con la que Laura Sanz cierra la trilogía Landvik titulada La culpa de Till. Tenía cierto reparo en leerla porque sabía que una vez finalizada tendría que dejar marchar a estos tres hermanos que tan buenos ratos me han hecho pasar mientras los leía, pero también es verdad que mis ganas eran superiores pues de una vez quería averiguar qué había ocurrido con Till ya que después de su huida poco se había sabido de él.
Hace tiempo que Till Landvik se marchó de casa, la culpa y la vergüenza que sus actos conllevaron pudieron con él y desde ese momento se siente indigno de estar en presencia de sus hermanos pues Cas y Jan sufrieron mucho por culpa de su adicción al juego y sus juntas con los mafiosos rusos. Desde ese instante, volvió a Alemania e intentó encauzar su vida terminando la carrera de medicina por lo que lleva ya cuatro años inmerso entre libros. No obstante, siente que ese no es su camino, no se siente realizado y mucho menos feliz y, aunque siente que nunca lo será mientras la culpa lo persiga sabe que es momento de cambiar y busca respuestas en otro lado por lo que decidirá marcharse a Noruega y trabajar en la pesca junto a su tío. Allí trabajará duramente y lo hará madurar, ya no es el jovenzuelo de antes, no, ahora es un hombre de pies a cabeza tanto en aspecto, como en actitud ya que ahora no es tan voluble y puede decirse que está más centrado. Así, han pasado tres años y si no hubiera sido por una oferta de su amiga Amaya para irse a Baja California a dar clases de surf puede que hubiera seguido ahí, pero ahora debe emprender otro camino que lo alejará más de los suyos, aunque antes de marcharse volverá a casa pues Cas se lo ha pedido ya que por fin se casa con Eli y lo necesita a su lado. De esta forma, Till volverá a España inseguro porque sabe que causó mucho dolor y pueden tirárselo en cara cuando menos se lo espere, pero nada más lejos de la realidad, Cas y Eli junto a Jan lo recibirán gustosamente y con los brazos abiertos pues ellos hace mucho tiempo que le perdonaron todo, es él quien tiene que perdonarse ahora para estar en paz y poder avanzar. Sin embargo, habrá alguien que no estará feliz con su regreso, pero en vez de provocarle dolor sentirá muchas otras cosas pues la dueña de todo ese odio y rencor no es otra que Tana, la mujer que no ha podido olvidar en todos esos años.
Cayetana Martínez Soto, Tana para los amigos, por fin está viendo que todo su trabajo y esfuerzo se están viendo recompensados pues su boutique Promenade poco a poco se ha ido haciendo un lugar entre la clase sofisticada de Madrid y, aunque dedicarle tantas horas ha hecho que se aleje un poco de los suyos ha merecido la pena ya que ese trabajo es su vida entera. Asimismo, esto también ha hecho que deje de lado su vida amorosa, si bien es verdad que no le importa mucho, las relaciones no están hechas para ella y menos aún el compromiso a largo tiempo. Sin embargo, le encanta que su mejor amiga por fin vaya a dar ese paso pues Cas ha decidido pedírselo y en nada tendrá que viajar a la costa mediterránea para asistir al enlace. De esta manera, Tana volverá a verse rodeada de la gente a la que tanto ama y por fin tendrá una oportunidad de ligar ya que para esos están las bodas. No obstante, una vez allí nada saldrá como había pensado ya que la persona que más odió hace tiempo se ha presentado a la celebración porque parece ser que el hijo pródigo de la familia ha vuelto y de qué manera lo ha hecho, ahora nada tiene que ver con el alocado niñato que años atrás conoció. La sorpresa de volver a verlo la ha pillado desprevenida por lo que su rencor saldrá a la mínima oportunidad para dejarle claro lo que opina de él, no se cortará nada, lo llamará cobarde y cosas mucho peores, pero esto no aplacará para nada lo otro que está sintiendo. Su mera presencia y cercanía la dejan embobada y anhelante porque sin saber cómo desea a Till de una manera poco apropiada para una dama y está incluso decidida a usarlo para su placer, por lo que con unas copas de más y que ambos se alojen en el mismo hotel los hará vivir una noche de pasión y lujuria que difícilmente podrán olvidar.
A partir de ahí y, aunque pensaban que nunca más se volverían a encontrar, Till y Tana cruzaran nuevamente sus caminos, esta vez en Alemania, donde las pocas horas que pasarán juntos los hará conectar y olvidar todo lo malo que se dijeron durante la boda haciendo que el deseo se produzca otra vez entre ellos repitiendo el éxtasis que sintieron cuando se fundieron en un solo ser y, aunque será diferente en esta ocasión, cada uno volverá a su vida y tendrán que separarse, pero contratiempos que nunca sospecharon harán acto de presencia que los volverá a unir pese a que también los separará más aún pues aunque ambos se están enamorando, Tana siente que está perdiendo el control de su vida y de sus emociones y esto la llevará a huir y cortar toda relación con Till, lo que lo destrozará dejando su corazón en mil pedazos. No obstante, no todo está dicho y como el destino es muy caprichoso tendrán otra oportunidad para que lo suyo funcione, claro, siempre y cuando sean valientes para afrontar todo y dejar atrás el dolor y los malos momentos vividos.
Laura Sanz me conquistó con las novelas anteriores de la trilogía haciéndome difícil decidir cuál de los dos hermanos me gustaba más, si Cas o Jan, porque los dos demostraron ser dignos de ser el ganador, pero ahora que he leído el libro de Till van a tener que perdonarme porque este hombre atormentado con la apariencia de un surfero ha ido entrando poco a poco en mi corazón conquistándome sin apenas darme cuenta. Desde un principio supe que lo que Laura nos había preparado para esta tercera entrega sería un tiovivo de emociones pues además de cerrar la saga de los hermanos Landvik también nos mostraría el lado que nadie conocía de Till, una parte que él mismo mantenía oculta para no demostrar que él también es débil. Debo confesar que una vez inicié la novela no pude parar de leer pues tanto Till como Tana han sido unos estupendos protagonistas ya que los dos, por mucho que lo negaran, tenían muchas cosas en común que los hacía idóneos el uno para el otro. Por otro lado, la trama que aquí nos encontramos ha llegado a encogerme el corazón y romperme el alma en alguna que otra ocasión, me he sentido parte de la trama y ha sufrido lo indecible con y por ellos. No obstante, como os he dicho son fuertes y ambos cabezotas por lo que cuando se han empeñado en algo no han parado hasta conseguirlo y gracias a esa tenacidad han podido amarse y quererse de una forma inigualable. Es cierto que en algún momento me han sacado de mis casillas por las decisiones que han tomado, pero en el fondo entendía porque actuaban de esa manera y eso me ha hecho perdonarlos. A su vez, Laura le ha dado unos giros a la trama que por poco no acaban con mi salud, pero como toda historia de amor nuestros protagonistas han sabido pelear y conseguir su tan ansiado final feliz. Por otra parte, ha sido un placer volver a reencontrarme con los personajes de las dos primeras entregas, además de otros más que también me han sabido conquistar, pues siempre les tendré un gran cariño ya que gracias a sus historias me enamoré de la pluma de la autora, ágil, dinámica y muy fresca, toda una delicia de leer. Para finalizar ya solo me queda deciros que si no habéis leído estas novelas espero que lo hagáis pues Laura os hará soñar como cada hermano Landvik, unos hombres de infarto que ha dejado suspirando a sus lectoras, una servidora entre ellas.

La culpa de Till de Laura Sanz es el broche perfecto para finalizar esta trilogía, una novela que te enamorará y conquistará desde el principio cuando veamos como dos personas destinadas a estar juntas se alejan una y otra vez por miedo a perder el control de sus vidas, pero que al final no pondrán luchar contra el amor que tantos años atrás comenzó a crecer entre los dos.

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