RESEÑA: La Cúpula.

LA CÚPULA


Título: La Cúpula.
Autor: Stephen King (Maine, EE.UU 1947). Este escritor estadounidense estudió en la universidad de su estado natal y después trabajó como profesor de literatura inglesa. Su primer éxito literario fue Carrie (1973), que, como muchas de sus novelas posteriores, fue adaptada al cine también con pleno éxito. A partir de entonces la ascensión de King en las listas de bestsellers fue meteórica. Entre sus títulos más célebres cabe destacar El misterio de Salem´s Lot, El Resplandor, La zona muerta, Ojos de fuego, It, Maleficio y la novela por entregas El pasillo de la muerte. Recientemente ha publicado su último libro titulado: Mr. Mercedes, una novela de intriga y suspense.

Editorial: Debolsillo.
Idioma: inglés.
Traductor: Roberto Falcó Miramontes.
Sinopsis: un tranquilo día de otoño en la ciudad de Chesters Mill queda inexplicablemente  y repentinamente aislada del resto del mundo por un campo de fuerza invisible. Los aviones se estrellan y caen del cielo consumiéndose en llamas, la gente corre sin rumbo por el pueblo vecino al verse separada de sus familias y los coches estallan al impactar contra el muro invisible. Nadie consigue comprender cual es la naturaleza de la barrera, ni su procedencia, ni cómo ha llegado hasta allí, ni si algún día desaparecerá. Dale Barbara, un desilusionado veterano de la guerra del Golfo reconvertido en un mediocre cocinero; Julia Shumway, la directora del periodico local y un grupo de skateboarders adolescentes lucharán para descubrir el misterio de la cúpula. Sin embargo, en el otro bando se encuentran el gran Jim Rennie, alcalde de Chesters Mill, un hombre corrupto y sin escrúpulos dispuesto a todo para tomar las riendas del poder, y su hijo, que esconde un terrible secreto en una oscura despensa. Pero su adversario principal es la propia cúpula. Porque el tiempo no es infinito. El tiempo corre e irremediablemente se acaba...
Su lectura me ha parecido: aburrida, tediosa, pesada, liosa, confusa en algunas ocasiones, muy larga, con demasiados personajes, extremadamente ambiciosa...Queridos lectores y lectoras, se que existen en el mundo de la literatura, autores excelentes a los que merece mucho la pena descubrir a través de sus novelas, sobretodo a partir de las que se consideran más importantes, ya sea por su calidad estilística o por la originalidad de la trama que se nos narra por ejemplo. Sin embargo, y como la mayoría  sabréis, no es oro todo lo que reluce, y no todo lo que un autor super ventas escribe tiene que ser a la fuerza bueno, impecable, digno de recomendarse en blogs, revistas, televisiones y demás medios de comunicación, pues muchas veces, hasta los autores más prestigiosos atienden a las exigencias editoriales, escribiendo libros que puedan venderse rápidamente en medio mundo, pero que no obstante, no satisfacen las exigencias de un público expectante y ansioso de adentrarse en historias que de verdad merezcan la pena. Me sabe muy mal por Stephen King, autor de la novela que hoy reseñamos, que como ya sabéis, es uno de los escritores con mayor creatividad en la actualidad y que a mi personalmente me encantan sus novelas, sin embargo, en el libro del que pronto os hablaré, la originalidad y la reflexión final es de lo poco que se salva de entre un cúmulo de aspectos que resultaron, en mi opinión, algo decepcionantes. Y ahora, sin entretenerme más, os presento a La Cúpula: el ingenio y la confusión echas novela.

La historia de cómo este libro llegó a mis manos, para poco después, desfilar ante mis curiosos ojos lectores, es bien sencilla. Sucedió un día como cualquier otro, mientras cursaba ese horrible Primero de Bachillerato en el colegio, y digo horrible porque realmente lo fue: entre nervios, prisas, agobios y el miedo que algunos profesores nos metían en el cuerpo por culpa del examen de selectividad; de alguna forma necesitaba descansar de todo ello. Y un día, mientras paseaba mi mirada por las repletas estanterías de la biblioteca de mi colegio, me tomé el privilegio de relajarme un poco y de destinar ese pedacito de mi tiempo a deleitarme con esa literatura que, lamentablemente, muy pocos conocían en aquel colegio. Y así fue como, en uno de esos golpes de vista, descubrí La Cúpula. Allí estaba, en medio de otros innumerables títulos de Stephen King, porque todo hay que decirlo, es un autor con una sorprendente producción literaria, sin embargo, debido a la gordura del lomo, destacaba por encima del resto. Hacía un tiempo que me había adentrado con éxito en las páginas de La Larga Marcha, y por un momento pensé que con La Cúpula me sucedería lo mismo, que llegaría a horrorizarme de una ficción perfectamente estructurada y que lograría extraer reflexiones muy interesantes sobre los misterios de la condición humana. Sin pensármelo dos veces, saqué con algo de dificultad el libro de la estantería, pues, estaba metido a presión, y lo cogí prestado de aquella pequeña biblioteca a la que, tristemente, nadie acudía. A los pocos días, inicié su lectura con sumo interés, pues, sentía una gran curiosidad por descubrir qué me depararía la interesante historia que la editorial me había sabido vender muy bien a través de la atrayente sinopsis. Sin embargo, su lectura, no fue tan bien como yo esperaba.

Centrándonos en este párrafo en tratar los aspectos más críticos, me gustaría empezar diciendo que La Cúpula, ante todo, parte de una idea muy original e interesante bajo todos los puntos de vista. La idea de que de un día, sin esperarlo, un pequeño pueblo de Estados Unidos quede aislado por una especie de misteriosa cúpula es fantástica, no obstante, Stephen King ha patinado en otros muchos otros matices, lo que hacen que la novela en si, pierda parte de ese atractivo del primer momento, de la primera ojeada. Seguidamente, comentaré algo que me ha parecido fundamental y que sin duda, en mi caso, dificultó bastante el seguimiento de la novela, y es que la cantidad de personajes que el autor ha decidido introducir en la novela es descomunal. Resultaba bastante confuso y difícil acordarte de todos y cada uno, de veras, creo que esta ha sido la lectura en la que más perdida me he sentido con diferencia. Por otro lado, considero que el trato que se le ha dado a la construcción de esa marabunta personajes ha sido el adecuado, no obstante, no me han logrado transmitir cosas, y el personaje de Dale Barbara ha sido uno de los que menos me ha gustado, de hecho, creo que ha sido uno de los personajes que más me ha molestado en la novela. A continuación, otro aspecto que me ha resultado realmente catastrófico ha sido el no encontrarme con personajes con los que empatizar, algo que me ha resultado bastante frustrante, por no hablar de que, aunque en La Cúpula se podía respirar ese estilo tan particular y único que caracteriza a Stephen King, no pudiese evitar perderme y aburrirme en algunas partes de la novela. Finalmente, otro error que bajo mi punto de vista a cometido Stephen King con La Cúpula ha sido el de resolver una trama, que en un principio, parecía fantástica, a tornarla más fantástica todavía es decir, con una resolución que no convence de lo fantástica que es. 

Para dar por expuesta mi opinión acerca de este libro, me gustaría invitaros a detenernos unos momentos a reflexionar sobre un tema, que indirectamente se trata en la novela, pero del que no me percaté hasta que no me puse de lleno a trabajar en la elaboración de esta reseña. Os hablaré, queridos lectores y lectoras, de los llamados Cisnes Negros. Seguramente, cuando hayáis leído esas dos palabras os habréis quedado un tanto perplejos, pensando: ¿qué pintan los Cisnes Negros en La Cúpula? Para que todo esto no os suene demasiado raro, os diré que el término Cisne Negro, fue acuñado por el profesor y estudioso del comportamiento económico Nassim Nicholas Taleb en el año 2008 en un libro que lleva por título precisamente El Cisne Negro, refiriéndose a todos aquellos acontecimientos históricos que habitan fuera de las perspectivas lógicas y naturales, pero cuyo impacto es indiscutible, tanto que es capaz de virar el rumbo de la historia. En pocas palabras, este profesor de origen libanés defiende la existencia de cisnes negros, es decir, acontecimientos inesperados cuyo impacto a nivel mundial no tiene límites. Partiendo de esta idea, Taleb establece esta teoría para llamar Cisne Negro a una serie de acontecimientos históricos, imprevisibles a todas luces, pero que cambiaron el rumbo de la historia, tales como el descubrimiento de América, la caída del muro de Berlín, el motín del te, la toma de la Bastilla, la Primera Guerra Mundial, la ecuación que condujo a la bomba nuclear, el atentado contra las Torres Gemelas o la invención de Google y Facebook entre otros muchos. Si trasladamos estas teorías a la novela, comprobamos como la propia cúpula se convierte en una especie de Cisne Negro para los habitantes de Chesters Mill, pues, cumple todos los requisitos, ya que se produce espontáneamente y causa una conmoción y un impacto sin precedentes. Con todo esto que acabo de escribir y exponer, llego a la conclusión de que nadie puede predecir lo que va a suceder y que ninguno está preparado para lo que nos pueda deparar el futuro, y que esos cisnes negros están en nuestro día a día, no tiene porqué caernos del cielo una cúpula de descomunal altura para darnos cuenta que, hasta los más pequeños detalles pueden ser nuestro Cisne Negro particular. La Cúpula: una historia de lucha, supervivencia, ingenio, temor, esperanza, desconcierto....El ejemplo de que hasta los mejores escritores se pueden equivocar. 
Párrafos o frases favoritas: 
"El culpable huye cuando nadie le persigue."
Película/Canción: La Cúpula ha influido, como todos sabéis, en parodias y en películas como la de los Simpson, estrenada posteriormente a la publicación de la novela de Stephen King. Sin embargo, no fue hasta el año 2013 cuando la CBS comenzó a emitir una serie de televisión basada en la aclamada novela. Con las interpretaciones de Mike Vogel (The Help), Rachelle Lefevre (Crepúsculo) o Dean Norris (Breaking Bad) entre otros, cuenta como productores a grandes figuras, entre las que se encuentra Steven Spielberg y el propio Stephen King. La serie todavía se sigue en activo, y en España, en concreto, está cosechando gran éxito.