Reseña: La fragilidad de un corazón bajo la lluvia.

¿Y si tuvieras que perderlo todo para darte cuenta de que no tenías nada?
¿Si la única forma de recuperar tu vida es dejar que esta se derrumbe?
¿Qué ocurre cuando lo único que te queda es un corazón roto y un futuro incierto?

Darcy abandonó Tofino un día de diciembre, con el corazón repleto de sueños rotos y promesas sin cumplir. Desde entonces, no ha hecho otra cosa que huir de los recuerdos y sus heridas.

Ahora, sus pasos la han llevado de vuelta al principio.
A un lugar donde el amor y la culpa colisionan.
Donde la lluvia cuenta historias y esconde secretos.
Porque hay instantes que marcan toda una vida.
Porque a veces volver para decir «adiós» es lo único que puede salvarnos.

María Martínez tiene un estilo y una voz muy característicos. Es una prosa dulce, delicada que te envuelve, que va de menos a más y que te atrapa de principio. En esta novela he disfrutado mucho de la historia, he conectado mucho más con los personajes y en general creo que más que una historia romántica es la historia de dos personas que deben afrontar su pasado para construir su futuro sin lastres.

Darcy es una persona que no arriesga, que no se da del todo a las personas porque tiene la percepción de que todos la van a abandonar. Una ruptura que la deja sin rumbo fijo y la noticia de que ha fallecido alguien muy cercado a ella la hacen volver a Tofino un lugar que ha preferido ignorar durante años y donde la espera un pasado que tiene que resolver. En dicho pasado también esta Declan.

Declan es un hombre que se ha quedado estancado en Tofino. El fatal accidente de su hermano que mantiene a éste hospitalizado ha provocado que  Declan no avance, que su vida gire en torno a su recuperación. Ha dejado su vida en stand by. Sin embargo, el regreso de Darcy hace que su vida se ponga de nuevo en marcha y que la ceguera que se ha impuesto para no ver ni afrontar la situación en la que esta desaparezca poco a poco.

La novela gira en torno a estos dos personajes que parecen estar ciegos ante la situación en la viven y parecen no querer afrontarla. Como dice el dicho no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Es una novela de reencuentros, de superación y creo que un viaje interior de ambos personajes. Que este narrada a dos voces solo enriquece la lectura porque hace que sientas y palpes mejor a los personajes y te lleguen de manera más nítida. Ha sido una muy buena lectura y os animo a que le deis una oportunidad.

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